Formas de entrenar el cerebro para mejorar el rendimiento físico
Además de fortalecer el cuerpo con ejercicio físico, también hay que fortalecer la mente para lograr la armonía mente-cuerpo. El sistema nervioso central tiene una propiedad extraordinaria llamada plasticidad neuronal, que es la capacidad de reforzar las conexiones neuronales.
El mero hecho de imaginar la práctica de movimientos puede provocar cambios en la corteza motora, aumentar la plasticidad del cerebro y motivarlo para realizar mejor la tarea.
La fascia, el tejido conjuntivo muscular del cuerpo, tiene un importante vínculo con la movilidad y la flexibilidad debido a sus cualidades elásticas. Mantener la fascia sana y flexible es especialmente importante para los deportistas que experimentan una elevada demanda cardiovascular. El fortalecimiento de la fascia es un viaje de entrenamiento, buena alimentación y resistencia. Fortalecer la fuerza física con una mente débil es imposible.
La meditación y el yoga o los ejercicios de respiración pueden considerarse un ejercicio psicológico que calmará su mente y le recompensará con una mejor concentración y una perspectiva más fuerte.
Veamos ahora los distintos métodos para fortalecer y acondicionar el cerebro con vistas a alcanzar el éxito como atleta.
Practicar a menudo
Un viejo proverbio dice que la práctica hace al maestro. Si uno practica una actividad lo suficiente, acabará dominándola. Las dotes atléticas se atribuyen a la inteligencia cinestésica, lo que significa que eres consciente de la posición de tu cuerpo y te mueves por el tiempo y el espacio con facilidad.
Si eres bueno en tu deporte, eres muy consciente de los objetos y acontecimientos que te rodean. Puedes cronometrar tus movimientos con precisión, potencia y elegancia. Siente el juego, puede entender y crear patrones intrincados, puede anticipar el siguiente movimiento durante una actuación y demostrar un tiempo de reacción rápido.
En el caso de los deportistas, estructurar las sesiones de entrenamiento de modo que los aspectos tácticos aparezcan al final, tras el aumento de plasticidad que proporciona el esfuerzo físico, puede ayudar a que las lecciones se mantengan. Cuando uno adquiere experiencia en su deporte después de practicarlo mucho, no tiene que pensar mucho durante una actuación; las acciones necesarias están tan arraigadas a través de la práctica que se vuelven automáticas.
Esta capacidad de realizar una tarea «sin pensar en ella» es, en realidad, el resultado de que tu cerebro sigue un patrón. La práctica ayuda a reforzar estas conexiones neuronales.
Desarrollar habilidades mentales
Para rendir mejor en cualquier situación, es fundamental desarrollar habilidades psicológicas, que al igual que las físicas, pueden enseñarse, aprenderse y practicarse. La preparación mental y la conciencia psicológica son las claves para prosperar en cualquier entorno.
Las imágenes cognitivas desempeñan un papel motivador a la hora de influir en el comportamiento. Implica ensayar mentalmente planes de carrera y estrategias de juego y también el ensayo mental de habilidades. La práctica mental te ayuda a desarrollar formas de gestionar la ansiedad cognitiva para que los pensamientos preocupantes o el miedo no se interpongan en tu rendimiento atlético.
Se aprende a centrarse en la información sensorial importante y a eliminar las distracciones. Las técnicas de imaginación ayudan a prepararse mentalmente para una competición, visualizar el éxito y gestionar el estado de ánimo y los niveles de energía.
Trabaje la fascia
La fascia, la red de transmisión de fuerza tensional de todo el cuerpo, forma parte de todos los movimientos del cuerpo humano. Las estructuras sanas de la fascia forman cápsulas protectoras de las articulaciones, contribuyen a la estabilidad central y a una espalda fuerte, y son responsables de la definición y el contorno muscular del cuerpo.
Demasiada actividad inducirá cambios negativos en la fascia, como inflamación, lesiones y tejido cicatricial concomitante, hasta el punto de que la función muscular y el rendimiento deportivo disminuirán. Demasiada poca actividad puede debilitar la capacidad de la fascia para soportar la función muscular y nerviosa. Esto significa que la fascia puede y debe entrenarse específicamente para sobresalir en el atletismo.
Su capacidad para aprender, sentir y recordar el movimiento y la capacidad del cerebro para optimizar el rendimiento dependen en gran medida de un sistema fascial correctamente entrenado y mantenido.
Concentrarse en ejercicios físicos
La potencia muscular es esencial para el rendimiento de una persona en el atletismo y los nervios que hacen que los músculos se contraigan forman el núcleo fundamental de la potencia muscular.
El entrenamiento de fuerza mejora la potencia al enseñar al sistema nervioso a trabajar con eficacia y puede reducir la fatiga en las últimas partes de una carrera de resistencia de larga duración. La coordinación y la sincronización de la estimulación nerviosa de los distintos músculos implicados en una habilidad específica tienen que ver con lo bien entrenado que esté el sistema nervioso.
El entrenamiento pliométrico y el entrenamiento de fuerza te hacen más potente y capaz de ir rápido durante mucho tiempo y tienen el potencial de producir grandes recompensas en el rendimiento. La fuerza necesaria para generar la potencia necesaria para un rendimiento eficaz es el resultado de la fuerza neuromuscular y puede desarrollarse fácilmente con el entrenamiento con pesas.
La combinación de una mayor potencia y una mayor resistencia ayuda a terminar una carrera con fuerza. Estos ejercicios pueden dar como resultado una fuerza mental asombrosa para aguantar y lograr una mayor potencia sin fatiga.
Incluya yoga y meditación
Se ha demostrado que la respiración yóguica aumenta la capacidad pulmonar, y una mayor capacidad pulmonar aumenta la resistencia y mejora el rendimiento atlético en general.
Los atletas de todos los deportes descubren que el acondicionamiento yóguico no sólo alarga los músculos tensos, acortados y fatigados, sino que también aporta calma y claridad a la mente. Estos ejercicios también son beneficiosos para la rehabilitación de lesiones y para ganar flexibilidad, fuerza y estabilidad.
La respiración lenta, consciente y concentrada ayuda a ralentizar conscientemente el ritmo cardiaco y a mejorar la resistencia en los momentos de mayor estrés físico y mental, calmando la mente. Aumenta el flujo de oxígeno en la sangre, alarga los músculos y permite al cuerpo realizar entrenamientos más estresantes.
La meditación aumenta la concentración interior que puede ayudar a reequilibrar, fortalecer y restaurar los músculos, articulaciones y ligamentos sobrecargados.
Un cuerpo fuerte no puede rendir bien bajo el mando de una mente débil. Fortalecer la red neuronal de tu cuerpo y trabajar tu mente es esencial para optimizar tu rendimiento en atletismo junto con el ejercicio físico. Por lo tanto, acondiciona y fortalece tu cerebro como primer paso para destacar en atletismo.