Formas de controlar las hormonas que provocan el aumento de peso
Vivimos en un mundo en el que los gimnasios garantizan perder peso «en 2 semanas», las marcas promocionan píldoras y pociones que queman grasa y los productos alimenticios prometen no engordar. Por lo tanto, es seguro decir que la mayoría de nosotros queremos perder peso y estar en forma. Pero, si has seguido una dieta estricta y no has visto bajar los números de tu báscula, puede resultar frustrante.
El culpable pueden ser las hormonas. Y, aunque parezca algo que está completamente fuera de tu control, hay formas de controlarlas lo suficiente como para dar a tu rutina de pérdida de peso ese empujón extra. Estas son algunas de las hormonas que influyen en tus objetivos de pérdida de peso y cómo puedes controlarlas.
Hormona del hambre
La leptina es producida por las células grasas y segregada al torrente sanguíneo. De ahí que controle el modo en que el cuerpo gestiona sus reservas de grasa. La leptina también reduce el apetito actuando sobre centros específicos del cerebro para reducir las ganas de comer.
Las personas obesas suelen tener niveles más altos de leptina que las que tienen un peso normal. Y, esto podría hacer pensar que se sentirían saciados rápidamente. Desgraciadamente, los mensajes de la leptina no parecen llegar al cerebro de las personas obesas, por lo que son menos sensibles a sus efectos. He aquí cómo controlar la leptina
Reducir el consumo de fructosa: La fructosa es un tipo de azúcar que se encuentra comúnmente en las frutas. También se encuentra en refrescos, caramelos, yogures de sabores, comida basura congelada y aliños para ensaladas. El consumo excesivo de este tipo de azúcar está relacionado con la resistencia a la leptina. Esto significa que su cerebro se sentirá hambriento incluso cuando su cuerpo esté lleno. Por lo tanto, si tiendes a depender mucho de la comida basura y las frutas, reducir su consumo podría serte de gran ayuda.
Duerme lo suficiente: Se cree que la falta de sueño causa obesidad al aumentar los niveles de leptina y provocar resistencia a la leptina. Por lo tanto, asegúrese de dormir bien.
Hormona del estrés
La hormona esteroide cortisol se produce en las glándulas suprarrenales y se libera en el torrente sanguíneo. Es responsable de controlar los niveles de azúcar en sangre, el estrés, el metabolismo, las respuestas inflamatorias y la formulación de la memoria.
Cuando se libera demasiado cortisol en el organismo, éste asume que está hambriento y convierte el azúcar en grasa para reponer las reservas de energía del cuerpo. También aumenta el apetito, por lo que querrá comer más para obtener energía. Y, esto conduce inevitablemente al aumento de peso. Controle los niveles de cortisol
Llevando una vida sin estrés: El estrés provoca una producción excesiva de cortisol. Por lo tanto, controlarlo es clave para perder peso. Puedes empezar con técnicas de relajación como el yoga y actividades físicas como el tai chi. También puedes dedicar más tiempo a tus relaciones.
Reducir el consumo de cafeína: La cafeína eleva los niveles de cortisol en el organismo, tanto en hombres como en mujeres. Y, aunque algunos estudios afirman que un consumo regular y moderado podría reducir esta respuesta en el organismo, el consenso general es que tiene un efecto significativo sobre el cortisol. Puedes empezar reduciendo su consumo a una taza al día.
Hacer ejercicio con regularidad: El ejercicio aeróbico tiene un efecto positivo sobre el metabolismo del cuerpo y los niveles de estrés. También aumenta las endorfinas, las hormonas del bienestar. Por lo tanto, asegúrate de mantener tu rutina de ejercicios.
Hormonas sexuales
El estrógeno y el andrógeno desempeñan un papel vital en la distribución de la grasa corporal. El estrógeno, la principal hormona sexual femenina, es responsable del desarrollo sexual y reproductivo de la mujer. Se cree que unos niveles bajos de estrógenos conducen al aumento de peso. Provoca el almacenamiento de grasa en la mitad inferior del cuerpo durante el embarazo y en el abdomen tras la menopausia.
Aunque no hay suficientes pruebas sobre las formas de controlar el estrógeno, se cree que los suplementos de estrógeno tras la menopausia previenen la acumulación de grasa. Pero es importante consultar a un profesional antes de probar suplementos.
La testosterona, la principal hormona sexual masculina, también desempeña un papel en el control del peso. Los niveles bajos de testosterona se relacionan con un aumento de la masa grasa y una reducción de la masa muscular magra. Las investigaciones indican que la mejor forma de controlar los niveles de testosterona es mediante una terapia de sustitución de testosterona. Otras formas de hacerlo son
Entrenamiento de fuerza: Se cree que esta forma de ejercicio aumenta la testosterona que, a su vez, conduce a la ganancia de músculo.
Optimizar la dieta: Las investigaciones indican que una dieta rica en proteínas, carbohidratos y grasas aumenta los niveles de testosterona. Sin embargo, asegúrese de evitar las dietas excesivas o comer en exceso, que podrían alterar sus niveles de testosterona.
Además, se cree que ciertas hierbas como la ashwagandha aumentan los niveles de testosterona, pero no hay pruebas suficientes que respalden esta afirmación.
Cuando se trata de regular las hormonas para perder peso, es importante recordar que no se puede hacer mucho. Aunque puedes controlar el estrés y el hambre en gran medida, las hormonas sexuales pueden no estar bajo tu control. Por último, asegúrate de hablar con tu médico sobre todo lo que puedes hacer con respecto a tus hormonas y abstente de autoprescribirte suplementos.