Formas de controlar el estrés si se padece EPOC

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es un término general que se utiliza para describir una amplia gama de enfermedades pulmonares progresivas, como la bronquitis crónica, el enfisema, el asma y algunas formas de bronquiectasias. Se caracteriza por un aumento de la disnea a medida que las enfermedades pulmonares afectan a los sacos aéreos o a los bronquios y obstruyen el flujo de aire hacia dentro y hacia fuera.

¿Qué relación existe entre el estrés y la EPOC?

Aunque todo el mundo experimenta estrés de vez en cuando, el estrés causado por la EPOC es bastante diferente y mucho más grave. Dado que el cerebro de cada individuo es capaz de detectar cualquier problema respiratorio, no obtener suficiente aire en cualquier momento puede hacer que su cuerpo entre en modo de pánico. Y dado que las personas que padecen EPOC luchan constantemente por conseguir suficiente aire, acaban estresadas y ansiosas.

Cómo afecta la EPOC a la salud mental de las personas

La EPOC no sólo afecta al cuerpo, sino que también afecta a la mente. Según un estudio, se descubrió que las personas con EPOC tenían el doble de probabilidades de desarrollar depresión y un 85% más de probabilidades de desarrollar ansiedad que sus homólogos sin EPOC. Los investigadores todavía están tratando de averiguar la relación exacta entre la EPOC y estos problemas de salud mental. Han planteado la hipótesis de que el mero hecho de ser diagnosticado de EPOC podría ser un factor desencadenante de la depresión y la ansiedad.

La falta de aire puede magnificar el estrés normal y provocar ataques de pánico. Por lo tanto, si usted padece EPOC, no sólo debe recibir tratamiento para sus problemas físicos, sino que también debe someterse a pruebas de detección de problemas de salud mental. La depresión y la ansiedad son tratables. Debe ser sincero con su médico sobre lo que está pasando para que pueda guiarle en la dirección correcta.

Cómo controlar el estrés asociado a la EPOC

Cuando el estrés se convierte en una parte de su vida diaria cuando vive con EPOC, es aún más importante intentar controlarlo. Una vez que consiga controlar el estrés, podrá llevar una vida mucho más satisfactoria. A continuación le ofrecemos algunos consejos para ayudarle a afrontar el estrés.

Identifica tus factores de estrés: Lo primero que debes hacer antes de intentar controlar tu estrés es identificar todos tus factores estresantes diarios. Haz una lista de todos esos factores estresantes y ordénalos de más a menos estresante. Esto te ayudará a saber cuáles puedes reducir o eliminar por completo de tu vida.

Prueba a hacer ejercicios de respiración: Respirar profundamente ayuda a relajar la mente y el cuerpo. También puede darle cierta sensación de control sobre su estado. Si cree que necesita ayuda para ello, siempre puede participar en un programa de rehabilitación pulmonar. Estos programas le enseñan ejercicios que le ayudarán a aliviar la depresión y la ansiedad.

Duerma lo suficiente: Tu cuerpo tiende a estresarse cuando te falta el sueño, lo que acabará empeorando tu condición. Aunque dormir bien puede ser un problema para los enfermos de EPOC, puede intentar desarrollar buenos hábitos de sueño yendo a la cama a la misma hora cada noche, manteniendo el dormitorio a oscuras y evitando beber alcohol o hacer ejercicio a última hora de la tarde.

Haga algo de ejercicio: Hacer algo de ejercicio es beneficioso para los enfermos de EPOC, ya que no sólo reducirá el estrés, sino que también hará que sus pulmones se ejerciten. Sólo tiene que consultar a su médico sobre las formas de ejercicio adecuadas para usted a fin de no esforzarse.

Lleve una dieta nutritiva: Si comes alimentos poco saludables, tu cuerpo tendrá que trabajar más para mantenerte sano. Esto acabará aumentando tu estrés. Una dieta rica en nutrientes ayudará a tu cuerpo a funcionar de forma eficiente y te ayudará a sentirte mucho más tranquilo.

Déjalo salir: Si te reprimes, el estrés se apoderará de ti. Por eso, habla abiertamente con tu médico sobre lo que estás pasando. Tal vez pueda sugerirte un consejero que pueda ayudarte con tus problemas emocionales. Además, informa a tus amigos y familiares de tu enfermedad y de cómo te afecta mentalmente para que puedan apoyarte en el momento que lo necesites.