Factores ambientales que afectan a la salud humana
Somos lo que es nuestro entorno. Ya se trate de salud física o mental, nuestro entorno influye enormemente en nuestra forma física. La constante interacción entre el ser humano y su entorno influye en la calidad de vida, la esperanza de vida y la aparición de enfermedades. Con el aumento de la población y la industrialización, los factores externos están cambiando rápidamente y, por desgracia, no en el buen sentido. Alrededor del 25% de las muertes y enfermedades se atribuyen a factores medioambientales en todo el mundo.
Ser conscientes de estos factores nos ayuda a cambiar nuestro estilo de vida de forma preventiva y a mejorar nuestra calidad de vida. A continuación se mencionan los mismos.
Factores medioambientales que afectan a la salud humana
Exposición a sustancias peligrosas en el aire
El aire que nos rodea está contaminado con una plétora de sustancias químicas liberadas en él. Las principales causas son la quema de combustibles fósiles, la emisión de residuos tóxicos por parte de las industrias, la liberación de amoníaco debido a las prácticas agrícolas modernas y la liberación de polvo y sustancias químicas durante el proceso de minería. Cada una de estas causas da lugar a un problema de salud diferente.
La quema de combustibles fósiles libera monóxido de carbono en el aire, que es la principal causa del agotamiento de la capa de ozono y del calentamiento global. Respirar ese aire ha demostrado una disminución del funcionamiento de los pulmones y una inflamación respiratoria. Los estudios muestran un notable aumento del número de pacientes con problemas de tos y sibilancias que pasan más de 2 horas de su tiempo en el tráfico intenso.
Las partículas de amoníaco presentes en el aire pueden atribuirse principalmente al uso excesivo de pesticidas, insecticidas y fertilizantes en la agricultura. El amoníaco es un potente carcinógeno e inhalar el aire contaminado puede provocar cáncer de pulmón. La bronquitis crónica también es uno de los efectos secundarios.
Dependiendo de la industria, los productos químicos tóxicos liberados en el aire pueden provocar asma, trastornos respiratorios, debilidad del sistema inmunitario y endocrino. La contaminación por partículas debida a la minería puede aumentar el riesgo de cardiopatías.
Aunque estos factores están relacionados con el aire exterior, el aire interior también desempeña un papel vital en la salud. El tabaquismo pasivo es uno de los principales responsables del deterioro del aire interior. Esto puede inducir asma, reacciones alérgicas y aumentar el riesgo de varios tipos de cáncer.
Impacto de las sustancias tóxicas en el agua
El agua es vital no sólo para beber, sino también para el riego, la sostenibilidad de la vida acuática y, lo que es más importante, para el ciclo del agua, responsable de las lluvias. El vertido de residuos industriales y aguas residuales en los recursos hídricos, los vertidos marinos y los derrames accidentales de petróleo exponen los recursos hídricos a residuos químicos y físicos nocivos. Plomo, arsénico, mercurio, amoníaco, nitratos, materiales radiactivos, papel, madera, metal, caucho y plástico son algunos de ellos.
El consumo de agua contaminada es la principal causa de la amebiasis y la fiebre tifoidea. El envenenamiento por plomo del agua provoca problemas de aprendizaje y comportamiento en los niños. Estos niños tienen un coeficiente intelectual bajo y problemas de audición y crecimiento. En los adultos, la contaminación del agua por plomo, pesticidas y metales pesados provoca desequilibrios hormonales, problemas reproductivos y daños renales y hepáticos. La exposición al mercurio provoca enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer.
Las formas de vida acuática son una parte importante de la cadena alimentaria. La exposición de las mismas a contaminantes puede inducir mutaciones genéticas. Cuando se consumen, pueden provocar envenenamiento por mercurio, plomo y arsénico en los seres humanos.
Exposición a peligros físicos
Un peligro físico se define como un factor del entorno que causa daño al cuerpo humano, sin tocarlo necesariamente. Algunos ejemplos son las vibraciones, el ruido, las radiaciones, la presión y la electricidad. Aunque en la mayoría de los casos los riesgos físicos son profesionales, en algunos, incluso un pequeño electrodoméstico podría dañarle.
Trabajar en un entorno que produce más de 80 decibelios de sonido daña la capacidad auditiva. Las radiaciones electromagnéticas de los productos ocupacionales pueden provocar la ionización de la membrana intracelular, causando mutaciones. Productos como un aparato de rayos X, láser quirúrgico, detectores de movimiento, sistemas de seguridad, receptor de televisión, secadoras, hornos, calefactor y monitor de vídeo son algunos de ellos.
Ciertos electrodomésticos, a largo plazo, pueden provocar una serie de problemas de salud. Los clorofluorocarbonos emitidos por un frigorífico afectan a su sistema respiratorio. Encender el router wi-fi o colocar cualquier aparato eléctrico cerca de ti mientras duermes puede inducirte insomnio, enfermedades psicosomáticas y dolor crónico. Los televisores, ordenadores, radios y teléfonos emiten constantemente radiaciones electromagnéticas que provocan inquietud y fatiga.
Impacto de los problemas medioambientales en las fuentes nutricionales
La mayoría de nosotros nos hemos convertido en presa de la comida basura y hemos ignorado la importancia de una dieta equilibrada. Si bien esto ya nos pone en riesgo de obesidad y falta de nutrición, las fuentes de alimentos saludables tampoco garantizan una nutrición completa. El uso excesivo de pesticidas, fertilizantes químicos e insecticidas afecta a la calidad de los cultivos. El agotamiento del suelo y el procesamiento excesivo de los cultivos son otras razones de la inclusión de toxinas en las fuentes de alimentos. El consumo de cultivos ecológicos, aunque ofrece beneficios, no satisface completamente las demandas nutricionales.
Esto da lugar a deficiencias nutricionales que repercuten en nuestra salud física, mental y cognitiva. Enfermedades frecuentes, deterioro del sistema inmunitario, cambios de humor, ansiedad, depresión, problemas de memoria y paranoia son algunos de los efectos secundarios. También afecta a la generación futura, ya que nacen con deficiencias nutricionales. Su esperanza de vida también se reduce.
Efectos nocivos de los riesgos biológicos
La exposición a riesgos biológicos puede deberse a la profesión o a una epidemia generalizada. Cuando una persona entra en contacto con un organismo biológicamente activo, como una bacteria, un virus, un hongo o un parásito, es propensa a contraer infecciones.
La exposición ocupacional puede producirse cuando una persona trabaja en un hospital, un laboratorio, una granja de cría de animales, una granja lechera o una tienda de animales. No seguir las prácticas básicas de higiene y esterilización puede provocar distintas afecciones. Las enfermedades más comúnmente contraídas son la tuberculosis, la hepatitis B y C, el SIDA, las dermatosis, los problemas reproductivos y el asma.
El gobierno está tomando diversas medidas para controlar el agotamiento generalizado y el mal uso de los recursos naturales. Es importante que nosotros pongamos nuestro granito de arena y no agravemos los males ya existentes. Para empezar, lo básico es seguir unas técnicas adecuadas de gestión de residuos, hacer un uso juicioso de los aparatos eléctricos y optar por el transporte público.