Explore el viaje transformador de la inteligencia artificial en la robótica
La inteligencia artificial (IA) ha recorrido un largo camino en las últimas décadas, pasando de máquinas rígidas que ejecutaban conjuntos predeterminados de reglas fijas a los algoritmos inteligentes actuales, capaces de aprender y tomar decisiones por sí solos. Estos avances han abierto el camino a la construcción de robots totalmente autónomos capaces de trabajar por su cuenta sin interacción humana.
Sin embargo, estos robots autónomos van acompañados de la preocupación de que las personas deben establecer unos límites dentro de los cuales puedan funcionar de forma óptima sin causar daños a otros miembros de la sociedad. Examinaremos los antecedentes históricos del desarrollo de la inteligencia artificial y los robots, la creciente tendencia hacia la autonomía de los robots basada en capacidades avanzadas, así como la necesidad de establecer límites a su utilización para obtener los mejores resultados y evitar al mismo tiempo graves repercusiones negativas para la población.
El viaje de la inteligencia artificial: Transformación
El origen de la inteligencia artificial se remonta a mediados del siglo XX, cuando John McCarthy bautizó el acrónimo IA en 1956. Más concretamente, las primeras investigaciones sobre inteligencia artificial se basaban principalmente en la estrategia de utilizar la inteligencia artificial simbólica, en la que las máquinas recibían una serie de manuales como se espera que piensen los seres humanos. Estos primeros sistemas, aunque innovadores, sólo pueden actuar de forma bastante simple y no están preparados para hacer frente a la variabilidad y complejidad de las situaciones del mundo real.
En el marco de los avances en el campo de la inteligencia artificial, es imprescindible señalar la aparición del aprendizaje automático en los años ochenta. Las máquinas ya no iban a seguir árboles de decisión predeterminados, sino que aprendían a partir de los datos que se les proporcionaban. Los métodos que se hicieron posibles de implementar en un ordenador en los árboles de decisión, las redes neuronales, las máquinas de vectores de soporte permitieron al ordenador buscar los patrones y hacer la predicción basándose en los datos históricos. Este periodo sentó las bases para posteriores desarrollos de tecnologías de inteligencia artificial más sofisticadas, como el procesamiento del lenguaje natural, la visión por ordenador y el reconocimiento del habla.
La disponibilidad de enormes cantidades de información en la era de la información, sumada a las mejoras en las capacidades computacionales, impulsó el avance de la inteligencia artificial. El aprendizaje automático, en su forma más profunda denominada aprendizaje profundo, resultó ser eficaz para tratar asuntos muy complicados. Mediante el uso lúdico de múltiples capas de neuronas, los algoritmos de aprendizaje profundo proporcionaron un rendimiento espectacular en actividades como el reconocimiento de imágenes y voces, la conducción autónoma y los juegos.
El auge de los robots autónomos
El perfeccionamiento de las tecnologías de inteligencia artificial hizo avanzar la incorporación de éstas a la robótica para crear una nueva línea de robótica autónoma. Se trata de robots equipados con sensores, actuadores y algoritmos inteligentes que les ayudan a percibir el entorno, decidir y actuar en consecuencia por sí solos. Diversas industrias han ido adoptando robots autónomos en sus operaciones, como la industria manufacturera, la sanidad, la agricultura y la exploración.
Fabricación e industria
Los robots autónomos se integran cada vez más en el proceso de fabricación encargándose de trabajos monótonos pero precisos. Este tipo de robots pueden trabajar codo con codo con los humanos, especialmente en industrias donde hay muchas líneas de producción, aumentando la eficiencia y disminuyendo el índice de accidentes.
Sanidad
En sanidad, los robots autoorganizados son útiles en operaciones, fisioterapia y cuidados de ancianos. Los robots quirúrgicos ayudan a los cirujanos a mejorar su precisión y destreza, y los robots utilizados en rehabilitación ayudan a los pacientes a recuperar su capacidad de movimiento y su fuerza muscular. En el cuidado de ancianos, los robots sirven de compañía y ayudan en las actividades de la vida diaria, mejorando así la calidad de vida de las personas mayores.
Agricultura
El uso de máquinas autónomas en el proceso agrícola está revolucionando la agricultura tal y como la conocemos. Los agricultores utilizan vehículos aéreos no tripulados que funcionan con inteligencia artificial para evaluar las condiciones de los cultivos y el uso del agua, e identificar enfermedades. Los robots terrestres, semiautónomos por naturaleza, se utilizan para realizar diversos procesos de mantenimiento de las plantas, como la siembra, el deshierbe y la cosecha, reduciendo así los costes y aumentando la productividad.
Exploración
Las máquinas autónomas son esenciales para los esfuerzos de exploración en la propia Tierra y en otros planetas. Se trata de robots submarinos que se desplazan por los mares, recogen información e incluso especímenes. Actualmente, los vehículos exploradores de Marte llevan incorporada inteligencia artificial que se desplaza por el paisaje marciano, recoge diversas muestras y envía datos importantes al planeta Tierra.
La importancia de la regulación
Aunque el uso de la inteligencia artificial integrada y los robots autónomos tiene varias ventajas, también conlleva ciertas preocupaciones. La robótica es cada vez más autónoma y, por tanto, deben existir límites para manejar las máquinas de forma segura, moral y auditiva.
Seguridad y fiabilidad
Los futuros sistemas robóticos autónomos tienen que desarrollarse para ser seguros en diversos entornos. Para ello, muchos de sus componentes deben someterse a pruebas exhaustivas y demostrar que son capaces de hacer frente a condiciones emergentes y de no poner en peligro a personas o bienes. Las medidas de prevención y control, las medidas de último recurso y las medidas para evitar fallos en los robots son fundamentales para reducir los riesgos en caso de fallo.
Consideraciones éticas
Cuanto más se independizan los robots, más preguntas aparecen ante la sociedad y surgen problemas éticos. Las decisiones y acciones que toman los robots autónomos pueden tener consecuencias potenciales importantes, sobre todo en algunos de los campos más delicados, como la medicina y la aplicación de la ley. Por ello, desarrollar normas éticas y mantener la apertura del proceso de toma de decisiones es vital para hacer frente al uso indebido de tecnologías sofisticadas y responsabilizar a las partes implicadas.
Privacidad y seguridad
Algunos de los robots autónomos dependen de determinados datos y cifras del entorno como base de sus decisiones. Esto es motivo de preocupación para la privacidad y la seguridad de los datos que recogen estas empresas y de sus clientes. Regular la forma en que los robots acumulan y procesan la información es crucial para proteger la intimidad de las personas y prevenir la ciberdelincuencia.
Marcos jurídicos y normativos
Los cambios en la inteligencia artificial y la robótica se han producido a un ritmo mucho más rápido y, en cambio, los marcos jurídicos y normativos han permanecido relativamente subdesarrollados. En todo el mundo, los gobiernos y las organizaciones internacionales necesitan formular un conjunto de normativas que determinen el despliegue y el funcionamiento de estos robots autónomos. Estos marcos deben aportar soluciones a cuestiones como: ¿quién es responsable? ¿Quién es responsable? ¿Qué tipo de normas deben seguirse en materia de seguridad y nivel de rendimiento esperado?
Interacción persona-robot
El uso de la robótica en la automoción requiere la capacidad de interconectar los robots con los humanos para que sean eficientes. Es importante crear interfaces y canales de comunicación comprensibles entre una persona y un robot para controlar su comportamiento a nivel técnico. Hacer que los dispositivos entiendan los gestos y sentimientos de los individuos los hace más aceptables y funcionales en la sociedad.
Impacto económico
La robotización es una realidad que está llamada a cambiar la economía de las sociedades en las que se encuentran de las siguientes maneras. Por un lado, la adopción de robots aumenta la eficiencia y la productividad, por otro, recrea el riesgo de pérdida de puestos de trabajo para las personas. Es imperativo que los legisladores adopten medidas que puedan amortiguar la posible pérdida de puestos de trabajo, incluida la reconversión profesional y la externalización de las tareas afectadas a nuevos mercados que no se hayan visto muy afectados por la tecnología.
Varios ejemplos reales ilustran la importancia de poner límites a los robots autónomos
Vehículos autónomos
Hoy en día, la evolución de los coches autónomos ha puesto de manifiesto que las directrices y normativas de seguridad deben ser lo más estrictas posible. Al mismo tiempo, grandes actores como Waymo y Tesla están colaborando cuidadosamente con las autoridades reguladoras para garantizar que los coches autónomos que operan sus empresas cumplan todas las normas de seguridad necesarias antes de salir a la carretera. Los problemas de seguridad también se pueden aliviar, ya que las pruebas se pueden realizar en un entorno controlado y los despliegues se pueden hacer gradualmente para garantizar que la difusión de la tecnología se trate en pequeños incrementos a medida que se facilita al público el uso de las tecnologías disponibles.
Robots sanitarios
El mejor ejemplo del sistema quirúrgico da Vinci es el ámbito sanitario, en el que los robots cumplen estrictos procedimientos de homologación para ser seguros para los pacientes. Ofrece a los cirujanos y otros profesionales implicados el tipo de control y precisión necesarios para los procedimientos menos invasivos. Los miembros de la comunidad que trabajan con estos robots siempre tienen que someterse a un régimen de formación, y los robots tienen que ser observados constantemente para que no se desvíen de las prácticas éticas establecidas para ellos.
Robots agrícolas
Fabricantes como John Deere y Blue River Technology están creando herramientas inteligentes que pueden utilizarse eficazmente en distintos entornos agrícolas. Están dotados de sensores precisos e inteligencia artificial para mejorar las prácticas agrícolas sin dañar los cultivos ni los suelos. Se trata de tecnologías avanzadas que pueden perfeccionarse colaborando con los agricultores y otros profesionales de la agricultura en el desarrollo de estándares o normas de uso óptimos para dichas tecnologías.
Resumen
Gradualmente, las mejoras avanzadas pueden integrarse con sistemas de inteligencia artificial que ahora pueden abarcar robots automatizados con capacidades en campos concretos, lo que puede aportar cambios significativos en diversas industrias y vidas humanas. Sin embargo, es una realidad que con los nuevos niveles de autonomía vienen nuevos límites que deben establecerse para que estos robots puedan realizar sus tareas de forma segura, ética y eficiente. El uso de robots autónomos plantea importantes retos, entre los que se incluyen problemas de seguridad, cuestiones éticas, privacidad y consideraciones legales.
Por último, hemos preparado para usted las preguntas más frecuentes y sus respuestas
¿Cuál es la definición de inteligencia artificial?
La inteligencia artificial es la simulación de procesos de inteligencia humana por parte de máquinas, especialmente sistemas informáticos, lo que les permite realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, el razonamiento, la resolución de problemas y la comprensión del lenguaje.
¿Cómo han evolucionado las tecnologías de inteligencia artificial en la última década?
La inteligencia artificial ha experimentado avances significativos en la última década, entre los que destacan el auge del aprendizaje profundo, las redes generativas adversariales y las arquitecturas transformadoras. Estos avances han permitido mejorar las capacidades en visión por ordenador, procesamiento del lenguaje natural y otras áreas, y ahora la inteligencia artificial está integrada en varios aspectos de la vida cotidiana.
¿Cuáles son las principales aplicaciones de la inteligencia artificial en robótica?
Las principales aplicaciones de la inteligencia artificial en la robótica incluyen la navegación autónoma, las implantaciones de robots industriales, la interacción humano-robot, las aplicaciones robóticas en el ejército y los avances médicos impulsados por la inteligencia artificial. Estas aplicaciones aprovechan las capacidades de la inteligencia artificial, como el aprendizaje automático, la visión por ordenador y el procesamiento del lenguaje natural, para mejorar la eficiencia, la seguridad y la adaptabilidad de los robots en diversas industrias.
¿Qué límites se imponen a la inteligencia artificial para garantizar la seguridad y el uso ético de los robots?
Para garantizar la seguridad y el uso ético de los robots, se están fijando varios límites a la inteligencia artificial, entre ellos pruebas rigurosas y un diseño robusto del sistema para evitar ataques de adversarios y fallos del sistema, abordar las preocupaciones éticas y los sesgos mediante datos de entrenamiento diversos y representativos, y aplicar medidas para evitar el uso indebido y garantizar la transparencia y la rendición de cuentas.
¿Cuáles son los riesgos potenciales asociados a un mayor número de robots autónomos?
Entre los riesgos potenciales asociados a los robots más autónomos se incluyen los ataques físicos que causan daños a los robots y al entorno, los ataques a la red que comprometen las funciones de los robots, las vulnerabilidades del sistema operativo que permiten el acceso y control no autorizados, y las preocupaciones éticas en torno al desplazamiento de puestos de trabajo y la aceptación pública. Para mitigar estos riesgos es fundamental planificar, probar y supervisar cuidadosamente los robots autónomos.