Estrés por la gripe: Esto es todo lo que debes saber sobre él
¿Alguna vez se ha preguntado por qué se resfría o tiende a estornudar más cuando tiene problemas emocionales? Si aún no te has dado cuenta, es cierto que el estrés puede causar la gripe o la gripe puede dejarte estresado. Puede ser en ambos sentidos.
¿Están relacionados el estrés y la gripe?
El estrés, directamente, no puede causar la gripe. Los virus causan la gripe, y el estrés permite que esos microbios se aprovechen de su cuerpo, debilitando su sistema inmunológico. Esto hace que el estrés empeore el resfriado. De hecho, ser pesimista puede llevarle a experimentar episodios de gripe más largos.
¿Cómo se produce el estrés por la gripe?
Respuesta de lucha o huida: En caso de estrés, el cuerpo inicia la «respuesta de lucha o huida», lo que significa que o bien tenemos que luchar por nuestro problema o huir del mismo. Esta tendencia libera secretamente hormonas específicas en el cuerpo que ayudan a suministrar energía. La cantidad de energía disponible en el cuerpo es bastante constante, y cuando nos enfrentamos a una situación de estrés, nuestro cuerpo necesita más energía. Esto hace que el cuerpo suprima todos los procesos vitales y el cuerpo desplaza toda la energía hacia donde necesitamos para sentirnos protegidos.
Inmunidad: Desgraciadamente, nuestro sistema inmunitario, que es uno de esos sistemas vitales, también se resiente y los virus de nuestro cuerpo causan estragos, dando lugar a la gripe. Sin embargo, hay nociones contradictorias al respecto. Mientras que algunos estudios afirman que el estrés crónico afecta negativamente a la tensión, otros estudios han descubierto que el estrés puede mejorar la inmunidad en ciertos casos.
Cómo puede protegerse del estrés de la gripe
Puede protegerse y prevenirse del estrés gripal fácilmente siguiendo ciertos remedios caseros. Sin embargo, si ya está sufriendo una, siempre puede tratarla también. Siga leyendo para saber más sobre la prevención y el tratamiento del estrés gripal.
Antes de sufrir el estrés gripal
Para reducir las posibilidades de padecer estrés gripal, la clave está en fortalecer tu sistema inmunológico.
1. Limón
Rico en vitamina C, tomar zumo de limón fresco a diario es una forma eficaz de fortalecer el sistema inmunitario. Utilice el limón siempre que sea posible: use una vinagreta de limón para aliñar su ensalada, tome zumo de limón con agua tibia después de comer o simplemente beba zumo de limón cada vez que vuelva a casa del colegio o del trabajo.
2. Miel
La miel es una fuente de energía natural, pura e inmediata. Basta con tomar una cucharada de miel todos los días por la mañana y rejuvenecer en tan solo 15 minutos. La miel aumenta la eficiencia de los eritrocitos en el cuerpo y te ayuda a combatir los virus fácilmente. Sólo tienes que añadir una cucharada de miel a una taza de agua y una vez que se disuelva, beber el agua. Es muy beneficioso si usted bebe esta solución 15 minutos antes de tener una comida.
3. Limón y miel
Cuando combinas la energía de la miel con la vitamina C del limón, ¡es aún mejor! Simplemente tira la cáscara del limón y corta la fruta en trozos. Mezcla los trozos con tanta miel como quieras y cómelos para aumentar tu inmunidad.
4. Ajo
El ajo tiene increíbles propiedades antibióticas. Toma el ajo como quieras. Si no te gusta masticar ajo crudo, sumérgelo en miel y tómalo. También puede añadir ajo a sus ensaladas, sopas y salteados.
Después de padecer estrés por la gripe
Si no has cuidado lo suficiente tu sistema inmunológico y te ha afectado el estrés de la gripe, es necesario tratarlo.
1. Aspirina
Tomar aspirina es especialmente útil cuando la gripe provoca fiebre y dolor en el cuerpo. Sin embargo, puede tener efectos secundarios graves, así que consulta a un médico antes de tomar un comprimido de aspirina.
2. Antibióticos
Sólo si la gripe se ha vuelto intolerable, tomar antibióticos es útil. Intenta limitar tu consumo de medicamentos a una simple aspirina. Sin embargo, si padece una gripe grave, consulte a un médico y pregúntele si necesita tomar antibióticos.
3. Agua
Beba siempre agua en grandes cantidades cuando sufra una gripe. Esto ayuda a eliminar los virus a través del sudor y la orina. Beba al menos 3 litros de agua al día. Intente beber más e incluso si no puede hacerlo, oblíguese a beber más agua. De este modo, tu cuerpo podrá combatir fácilmente los gérmenes y expulsarlos a través del sistema excretor.