Enfermedades de la piel que pueden hacerte sufrir emocionalmente

Nuestra piel no siempre está en las mejores condiciones y necesita nuestra atención de vez en cuando. Aunque afecciones cutáneas como el acné o el eccema son comunes, cuando están en su peor momento no es una imagen agradable. Se ha observado que el número de problemas cutáneos inflamatorios crónicos como el acné o el eccema va en aumento y que las personas que padecen ciertas afecciones sufren incluso trastornos de ansiedad y depresión. Se trata de afecciones cutáneas que afectan a la salud hormonal y, debido a su efecto sobre las hormonas, se pasa por un malestar emocional. De hecho, estos sentimientos negativos no sirven de nada y sólo empeoran los problemas cutáneos. Sigue leyendo para descubrir qué afecciones cutáneas pueden provocar depresión y cómo afrontarlas y tratarlas de forma permanente.

1. Acné

El acné se inicia con el cambio en los niveles hormonales que comienzan en la edad adulta, lo que lleva a un aumento de la producción de grasa. Sin embargo, también afecta a los adultos cuando se produce el recambio celular que viene con la edad y este recambio celular se mezcla con las bacterias y da lugar a los granos.

¿Cómo controlar los efectos del acné?

Puedes seguir varios remedios caseros para calmar los problemas de acné. Frotar con cubitos de hielo, usar vinagre de sidra de manzana, frotar la cáscara de plátano, etc. son formas sencillas de tratar a una persona con problemas de acné. Ciertos tratamientos médicos y terapias también están disponibles para tratar el acné.

¿Cómo tratar el acné a largo plazo?

Se ha descubierto que los rayos de luz LED azul tienen la capacidad de matar las bacterias que causan el acné. Por lo tanto, si eres propenso a tener brotes en el mismo lugar con regularidad, puedes utilizar el tratamiento con luz LED una vez a la semana como prevención. Antes de acostarte, acostúmbrate a untarte una fórmula retinoide no emoliente para estimular la renovación celular y evitar que los poros se obstruyan.

2. Eccema

Las personas que padecen eccema pueden sentir que su piel se pone de punta en cualquier momento y esto puede asustarlas. A menudo puede aparecer una erupción roja, seca y con picor, sobre todo en la nariz y las mejillas, debido al sudor o a irritantes en el aire. Si padeces eczema crónico, puede deberse a la falta de una proteína llamada filagrina que está presente en la barrera cutánea. La ausencia de filagrina drena la humedad y ayuda a que los factores inflamatorios se filtren en la piel.

¿Cómo reducir los efectos del eccema?

Para calmar el eccema, se recomienda aplicar una fina capa de crema de hidrocortisona al 1% para reducir el enrojecimiento. Puedes mantener una toallita tibia encima durante unos 10 minutos para que la crema penetre más rápidamente. Retírala con un limpiador suave y una crema hidratante básica. Esto ayuda a sellar la hidratación y mantiene alejados los irritantes. Asegúrate de no utilizar hidrocortisona durante más de una semana, ya que es un esteroide y puede provocar el adelgazamiento de la piel. Si el brote no mejora, consulta a un dermatólogo.

¿Cómo tratar el eczema a largo plazo?

Para tratar el eccema, utiliza productos sin perfume y limpiadores con pH neutro. Utiliza cremas hidratantes que contengan ceramidas, ya que ayudan a la piel a reconstruirse. Las ceramidas rellenan las grietas de la piel y alivian el eccema.

3. Rosácea

Una quemadura solar grave y recurrente podría ser un caso de rosácea. La rosácea provoca un aumento del flujo sanguíneo a la superficie de la piel y va acompañada de hinchazón, pústulas, calor intenso y vasos sanguíneos que se agrandan con el tiempo. La rosácea puede extenderse por las mejillas o aparecer levemente en las comisuras de la nariz. Las mujeres son más propensas a desarrollar rosácea debido a las fluctuaciones en los niveles hormonales, y sobre todo a partir de los 30 años.

¿Cómo reducir los efectos de la rosácea?

Para calmar la rosácea es necesario reducir la dilatación de los vasos sanguíneos. Para ello, colóquese algo frío en la nuca, ya que allí se encuentran los receptores que regulan la temperatura de la cara. También puede utilizar una loción antiinflamatoria o tratarse con una loción que contenga avena coloidal calmante, aloe vera y cúrcuma que tiene un tono verde para ayudar a neutralizar los sofocos.

¿Cómo tratar la rosácea a largo plazo?

Para tratar la rosácea a largo plazo, es necesario identificar los factores específicos que desencadenan la afección y mantenerse alejado de ellos. Para la mayoría de las personas, se debe al sol. Vigile el protector solar que utiliza y opte por un «protector solar con niacinamida». También puedes utilizar cremas antiinflamatorias que ayudan a reducir los vasos sanguíneos que provocan el enrojecimiento de la piel.