Endometriosis: 4 posibles causas que subyacen al dolor

La endometriosis es una enfermedad que afecta a millones de mujeres en todo el mundo, pero que a menudo pasa desapercibida y se diagnostica erróneamente. La enfermedad se define clásicamente por la presencia de tejido que recubre el útero (endometrio) en zonas anormales del cuerpo, es decir, fuera del útero. Las lesiones de endometriosis suelen encontrarse en el aparato reproductor, que incluye los ovarios, las trompas de Falopio y la cavidad pélvica. Provocan menstruaciones anormales caracterizadas por dismenorrea (menstruaciones dolorosas), menorragia (flujo menstrual abundante) y dispareunia (relaciones sexuales dolorosas). Sin embargo, los casos más extensos pueden invadir los intestinos, la vejiga y el apéndice.

Esto puede provocar síntomas gastrointestinales como dolor al defecar, calambres, diarrea, estreñimiento y náuseas durante la menstruación. La endometriosis también puede provocar dolor pélvico crónico, neuropatía e incluso, en algunos casos, infertilidad. Por estas razones, es importante profundizar en el conocimiento de la enfermedad y seguir financiando investigaciones que trabajen para mejorar las medidas de control y tratamiento desde el punto de vista médico. Pero antes es fundamental comprender qué causa exactamente la endometriosis.

Lamentablemente, la respuesta a esta pregunta no es concreta. Aunque existen varias teorías bien documentadas entre la comunidad científica, no hay una causa subyacente singular de la endometriosis. Parece que, al igual que ocurre con muchas enfermedades, existe una combinación de mecanismos que podrían conducir a un mayor riesgo de desarrollar endometriosis. Por lo tanto, resulta muy útil analizar algunas de estas causas propuestas.

Menstruación retrógrada

La menstruación retrógrada se define como el flujo retrógrado de los restos menstruales. Aunque esto ocurre en muchas mujeres en pequeña medida, se especula que este mecanismo puede desempeñar un papel en el desarrollo de la endometriosis. La teoría de Sampson sobre la menstruación retrógrada afirma que la endometriosis surge de células endometriales desprendidas que migran a través de las trompas de Falopio y se dispersan por la cavidad pélvica durante la menstruación. Éste es uno de los principios más antiguos propuestos para explicar la etiología de la endometriosis.

Las lesiones causadas por la menstruación retrógrada responden a las fluctuaciones hormonales que se producen en las mujeres durante la menstruación. Estas lesiones crecen, menstrúan y se extienden a lo largo del revestimiento normal del útero, a través de las trompas de Falopio y hacia la cavidad pélvica. Aunque esta teoría plantea una hipótesis sobre cómo migran las células endometriales, no explica completamente cómo son capaces de diferenciarse en lesiones de endometriosis e implantarse en regiones ectópicas.

Teoría de las células madre

Uno de los temas más debatidos y controvertidos actualmente en la comunidad científica es el de las células madre. Estas células indiferenciadas son capaces de transformarse y dar lugar a un número indefinido de células del mismo tipo y forma y de otras células diferenciadas. En otras palabras, pueden convertirse en todos los tipos de células del cuerpo humano. Se trata de un tema candente de debate, ya que presenta una notable capacidad de crecimiento regenerativo en diversas terapias médicas. Sin embargo, también plantea algunas cuestiones éticas porque para obtener células madre embrionarias hay que destruir el embrión primitivo. Pero en lo que nos interesa, nos fijamos en cómo se cree que estas células pluripotentes desempeñan un papel clave en el desarrollo de la endometriosis.

Como es sabido, el revestimiento uterino (endometrio) se desprende en ciclos mensuales durante la menstruación. Mientras se expulsa este tejido, crece y se diferencia un nuevo revestimiento endometrial. Se cree que las células madre pluripotentes son las responsables de esta regeneración. Debido a su potencial de autorrenovación y reconstitución, se hipotetiza que las células madre desempeñan un papel en el desarrollo de tejido endometrial en zonas fuera del útero, causante de la endometriosis. Este concepto se conoce como la «hipótesis de las células madre» de la endometriosis.

Aunque explica cómo las lesiones de endometriosis pueden adherirse a regiones ectópicas, no identifica cómo estas células migran a dichas zonas. Sin embargo, cuando se combina con la teoría de Sampson y la mulleriosis (el desarrollo de tumores compuestos de tejido ectópico), la hipótesis de las células madre sirve como eslabón perdido para una posible explicación de cómo surge la endometriosis.

Genética y anomalías uterinas

Otra discusión en el debate sobre las causas de la endometriosis se sitúa en el campo de la genética. Se ha observado que existe una conexión entre los miembros de una familia afectados por endometriosis. Las pacientes con antecedentes familiares de endometriosis suelen ser más propensas a padecerla. Además de que la genética desempeña un papel a nivel clínico, también puede observarse a un nivel más molecular.

Al examinar más a fondo el gen HOX, un grupo de genes relacionados que controlan el desarrollo del plan corporal, se observa que determinadas regiones son responsables del desarrollo del útero. Sin embargo, las mutaciones y la expresión génica alternativa en el gen HOX pueden dar lugar a anomalías uterinas. Se cree que estas anomalías estructurales del útero hacen que las mujeres sean más propensas a desarrollar endometriosis, ya que la composición del tejido endometrial influye en la capacidad de las lesiones para interactuar con el peritoneo (revestimiento de la cavidad abdominal) y convertirse en funcionales. Por ejemplo, la disminución de la expresión del gen HOXA10 en el endometrio ectópico se observa en modelos animales de endometriosis. Todo ello apunta a un posible factor epigenético que podría desempeñar un papel en el desarrollo de la endometriosis, secundario a otras causas.

Peristaltismo uterino

Una teoría similar pero distinta de las anomalías estructurales uterinas reside en el examen del peristaltismo uterino (movimiento) y su efecto en la propagación del tejido endometrial ectópico. Los expertos han propuesto que en la ecografía transvaginal de las pacientes con endometriosis comprobada por laparoscopia, el miometrio (el músculo liso del útero subyacente al endometrio) puede verse a menudo realzado.

También se han observado hallazgos similares en estudios de IRMf. Dado que el miometrio y el endometrio son responsables del peristaltismo uterino, se cree por razonamiento transitivo que un peristaltismo uterino anormal podría desempeñar un factor en el desarrollo de la endometriosis. La combinación de movimiento uterino anormal y menstruación retrógrada presenta otra posibilidad causal en la etiología de la endometriosis.

En conclusión

Aunque aún no se ha determinado la causa exacta de la endometriosis, se puede observar que existen varias teorías bien documentadas, de las que las anteriores son sólo algunos ejemplos. Algunas de estas hipótesis también parecen reforzarse entre sí cuando se combinan. Por ello, muchos miembros de la comunidad médica creen que la etiología subyacente de la endometriosis no radica en una sola causa, sino en muchos mecanismos afinados que funcionan entre sí.

Es necesario seguir investigando para sacar conclusiones, y por eso es tan importante seguir apoyando a las instituciones que tratan de profundizar en el conocimiento de este tema. Con nuevos descubrimientos, la comunidad científica podrá determinar las causas de la endometriosis. En última instancia, esto ayudará al mundo de la medicina a encontrar nuevas formas de mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la endometriosis, una enfermedad que hace sufrir a millones de mujeres cada día en todo el mundo.