El VIH en las mujeres: Síntomas, factores de riesgo y prevención

El VIH ( Human Immunodeficiency Virus) o virus de la inmunodeficiencia humana debilita su sistema inmunitario destruyendo los glóbulos blancos que protegen su cuerpo contra virus, bacterias y otros gérmenes. Esto le hace vulnerable a muchos tipos de infección, así como a ciertos tipos de cáncer. A medida que la infección avanza, el organismo puede perder la capacidad de luchar contra enfermedades potencialmente mortales.

Sin atención médica, el VIH puede progresar a través de tres etapas, intensificándose con el tiempo y destrozando tu sistema inmunitario. Las dos primeras etapas se denominan infección aguda por VIH e infección por VIH en estado de latencia clínica/crónica. La etapa final de la infección por VIH se conoce como SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

Hombres y mujeres: ¿Son diferentes los síntomas del VIH?

Tanto los hombres como las mujeres pueden contraer una enfermedad parecida a la gripe, con síntomas como cansancio, dolor de cabeza, fiebre y aumento de tamaño de los ganglios linfáticos en un par de meses después de haber estado expuestos al VIH. Después, es posible que no presenten síntomas durante un periodo de unos 10 años. Sin embargo, pueden infectar a otras personas durante este periodo. A medida que el sistema inmunitario se debilita, pueden aparecer signos como:

  • Ganglios linfáticos inflamados.
  • Fiebres frecuentes.
  • Fatiga.
  • Sudores nocturnos.
  • Pérdida de peso.
  • Frecuentes infecciones orales por hongos.
  • Erupciones cutáneas.
  • Pérdida de memoria a corto plazo.

Síntomas del VIH en mujeres

Las mujeres también pueden presentar estos síntomas adicionales

  • Cambios en el ciclo menstrual (por ejemplo, ausencia de menstruación).
  • Infecciones vaginales por hongos y vaginosis bacteriana.
  • Infecciones de transmisión sexual como clamidia, gonorrea, tricomoniasis, infecciones por el virus del papiloma humano, así como enfermedad inflamatoria pélvica.
  • Infección de los órganos reproductores.

El VIH en la mujer

Una mujer puede enfrentarse a diferentes retos si está infectada por el VIH. Las mujeres tienen un mayor riesgo de:

Infección durante las relaciones sexuales vaginales

Las mujeres tienen más probabilidades de infectarse al practicar sexo vaginal que los hombres. De hecho, las mujeres sufren una mayor exposición al VIH durante el sexo vaginal. Esto se debe a que la superficie de la vagina es mayor que la del pene. La exposición también es más prolongada en el caso de las mujeres, ya que el semen infectado puede permanecer en la vagina durante muchos días después de mantener relaciones sexuales.

Contraer infecciones de transmisión sexual

Las mujeres con VIH tienen más probabilidades de contraer infecciones vaginales por hongos e infecciones de transmisión sexual que los hombres con VIH. También pueden ser más graves y difíciles de tratar en las mujeres.

Efectos secundarios de la medicación contra el VIH

Los efectos secundarios de la medicación contra el VIH pueden variar de una persona a otra. Sin embargo, las mujeres experimentan ciertos efectos secundarios, como problemas hepáticos o erupciones cutáneas graves, con mayor frecuencia y gravedad al utilizar determinados medicamentos contra el VIH. Además, algunos medicamentos pueden reducir la eficacia de los anticonceptivos hormonales, como los parches o las píldoras anticonceptivas.

Progresión más rápida hacia el SIDA

Con la misma cantidad de virus en el organismo, el VIH evoluciona más rápidamente hacia el SIDA en las mujeres que en los hombres. Se cree que las hormonas femeninas estimulan el sistema inmunitario para que monte una respuesta más fuerte contra el VIH. Y aunque una activación inmunitaria más fuerte puede ser beneficiosa en las fases iniciales de la infección, se cree que la replicación persistente del virus y una activación inmunitaria crónica más fuerte conducen a una progresión más rápida de la enfermedad.

VIH y embarazo

Una de las preocupaciones a las que se enfrenta una mujer con VIH es el riesgo de transmitirlo a su bebé durante el embarazo o el parto. Sin embargo, gracias a los avances médicos, las mujeres embarazadas que utilizan los medicamentos contra el VIH de forma correcta y sistemática pueden reducir el riesgo de tener un bebé seropositivo del 25% a menos del 1%. Ten en cuenta que el tratamiento es más eficaz cuando se inicia al principio del embarazo, se toma durante el parto y también se administra al bebé después del nacimiento. Además, en algunos casos, el médico puede recomendar una cesárea para reducir el riesgo de transmisión.

Factores de riesgo que hay que tener en cuenta

Mantener relaciones sexuales con una pareja masculina infectada por el VIH es la forma más común en que las mujeres se infectan por el VIH. El riesgo de contraer el VIH aumenta con lo siguiente:

  • Si no utilizas preservativo.
  • Si compartes agujas u otro material utilizado en inyecciones (como bastoncillos).
  • Si tienes una pareja de alto riesgo que tiene el VIH, mantiene relaciones sexuales tanto con mujeres como con hombres o consume drogas.
  • Si tienes una infección de transmisión sexual. Esto se debe a que una infección puede llevar glóbulos blancos (que pueden infectarse con el VIH) a la zona vaginal. Algunas infecciones de transmisión sexual también pueden causar pequeños cortes difíciles de notar que permiten la entrada del VIH en tu cuerpo.

En realidad, la transmisión del VIH es poco frecuente entre las mujeres con pareja femenina. Sin embargo, si tu pareja tiene el VIH, existe el riesgo de contraerlo a través de cortes, llagas en la boca, encías sangrantes y sexo oral. El VIH también puede transmitirse a través de la sangre menstrual y de juguetes sexuales compartidos.

La violencia doméstica y los malos tratos aumentan el riesgo de VIH

Las mujeres que mantienen relaciones abusivas y las víctimas de violencia doméstica tienen más probabilidades de contraer el VIH. Esto se debe a que las parejas maltratadoras son más propensas a tener parejas sexuales fuera de la relación. También tienden a forzar a sus parejas a mantener relaciones sexuales, lo que puede provocar cortes que permitan la entrada del VIH. También pueden negarse a utilizar preservativos.

Los malos tratos en el pasado también influyen. Las mujeres que sufrieron abusos sexuales o físicos en la infancia tienen más probabilidades de adoptar comportamientos de alto riesgo, como no utilizar preservativos y tener múltiples parejas sexuales. Esto aumenta su riesgo de contraer el VIH.

Prevención del VIH

Puedes tomar varias medidas para protegerte del VIH.

Practicar sexo seguro

Abstenerse de practicar sexo (oral, vaginal y anal) es la única forma 100% infalible de prevenir la transmisión sexual del VIH. Como esto no siempre es una opción, utiliza un preservativo masculino de látex cuando mantengas relaciones sexuales. Se considera una de las formas más eficaces de prevenir la transmisión del VIH durante las relaciones sexuales. Los preservativos femeninos también pueden ser útiles.

Nunca compartas agujas

Una aguja o jeringuilla contaminada puede exponerte a un riesgo considerable de contraer el VIH. Asegúrate de utilizar agujas estériles cada vez que las necesites y nunca compartas agujas. Utiliza una gasa con alcohol limpia y fresca antes de inyectarte y procura desechar la aguja de forma segura después de usarla.

Evita los comportamientos de alto riesgo

Algunos comportamientos pueden aumentar el riesgo de contraer el VIH. Por ejemplo, el abuso de alcohol o drogas puede aumentar las probabilidades de que adoptes comportamientos de riesgo, como compartir agujas o mantener relaciones sexuales sin preservativo. Además, recuerda que el riesgo de contraer el VIH aumenta con el número de parejas sexuales que tengas.

Hazte la prueba

Asegúrate de que tanto tú como tu pareja os hacéis la prueba del VIH antes de mantener relaciones sexuales. Las personas seropositivas que siguen un tratamiento (terapia antirretrovírica) reducen considerablemente el riesgo de transmitir la infección a su pareja sexual.

Evita las duchas vaginales

Las duchas vaginales pueden eliminar las bacterias beneficiosas presentes en la vagina que pueden protegerte de las infecciones. Esto puede aumentar el riesgo de contraer el VIH y otras infecciones de transmisión sexual.

Toma medicación contra el VIH

Si tienes un riesgo elevado de contraer el VIH (por ejemplo, si tu pareja es seropositiva), tu médico puede aconsejarte una medicación contra el VIH conocida como profilaxis preexposición. Esto puede reducir el riesgo de transmisión.

La medicación contra el VIH conocida como profilaxis postexposición también está disponible para las personas que pueden haber estado expuestas al VIH (por ejemplo, si se rompe el preservativo o si te agreden). Esta medicación puede reducir el riesgo de contraer el VIH si se utiliza en los tres días siguientes a la exposición.

Puede que el VIH aún no tenga cura. Pero recuerda siempre que un tratamiento adecuado puede ser muy eficaz para detener el avance de la enfermedad. También puede permitirte llevar una vida larga y sana. Empezar el tratamiento pronto, así como seguir prácticas saludables como seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio con regularidad y dejar de fumar pueden ayudarte a vivir mejor.