El trastorno de estrés postraumático y sus desencadenantes
Vivir con un trastorno de estrés postraumático (TEPT) no es fácil. Puede ser confuso, aterrador y, a menudo, estresante. Si ha sufrido un acontecimiento traumático, su cuerpo y su cerebro responden a él luchando o huyendo. Aunque la mayoría de las personas se recuperan de los flashbacks iniciales del trauma, algunas continúan experimentándolo mucho después de que el suceso haya ocurrido y terminado. A las personas que siguen sintiéndose estresadas, asustadas y traumatizadas incluso cuando están fuera de peligro se les diagnostica trastorno de estrés postraumático. He aquí todo lo que necesita saber sobre el trastorno de estrés postraumático y sus desencadenantes.
¿Qué puede causar el trastorno de estrés postraumático?
Si te enfrentas a un incidente traumático repentino o eres víctima de un periodo prolongado de abusos y violencia, podrías desarrollar un trastorno de estrés postraumático. Sin embargo, no todas las personas que han sufrido un trauma padecen trastorno de estrés postraumático y no todas las personas con trastorno de estrés postraumático se han enfrentado a algo traumático. Se cree que una de cada 3 personas que sufren un trauma grave padece un trastorno de estrés postraumático. Algunas de las causas del trastorno de estrés postraumático son presenciar o ser víctima de lo siguiente.
Accidentes de tráfico aterradores
Abuso sexual o físico prolongado
Actos violentos como robos y asesinatos
Combates militares o campos de guerra
Ataques terroristas
Catástrofes naturales
Muerte repentina de un ser querido
¿Cómo se diagnostica el trastorno de estrés postraumático?
Para que le diagnostiquen un trastorno de estrés postraumático, debe experimentar todos los síntomas siguientes durante al menos un mes.
Al menos 1 síntoma de reexperimentación, como tener pesadillas, revivir el trauma a través de flashbacks y experimentar pensamientos aterradores.
Al menos 1 síntoma de evitación, como evitar intencionadamente lugares u objetos que recuerdan el trauma o alejar pensamientos relacionados con el trauma.
Al menos 2 síntomas de activación y reactividad, como irritabilidad fácil, falta de sueño e hiperconciencia de todo lo que le rodea.
Al menos 2 síntomas de cognición y estado de ánimo, como retraerse en un caparazón, albergar pensamientos de culpa y olvidar detalles importantes sobre el trauma.
4 desencadenantes del trastorno de estrés postraumático
Para combatir el trastorno de estrés postraumático, es esencial reconocer los factores desencadenantes. Como ya se ha comentado, cuando se experimenta un suceso traumático, el cuerpo entra en el modo «lucha o huye». En algunos individuos, el cerebro detiene algunas de sus funciones para poder hacer frente al trauma. En lugar de afrontar la realidad de la situación, el cerebro se aferra a los recuerdos del trauma y los entierra en su interior. Cuando uno se reencuentra con esos recuerdos o con cosas que se parecen a ellos, el cuerpo reacciona como si estuviera en peligro y se desencadenan los síntomas del trastorno de estrés postraumático. Aunque los desencadenantes no son iguales para todo el mundo, es posible trazar los desencadenantes más comunes del trastorno de estrés postraumático. He aquí algunos de ellos.
1. Ciertas personas
Si ve a una persona que le recuerda el trauma, podría desencadenar el trastorno de estrés postraumático. Por ejemplo, si ha perdido a un ser querido y ve a alguien que se le parece, podría actuar como desencadenante. Si eres superviviente de abusos sexuales o físicos prolongados, alguien que se parezca a tu agresor podría traerte los recuerdos traumáticos del abuso.
2. Lugares específicos
Si vuelves al lugar del trauma después de cierto tiempo, podrías sufrir un brote de trastorno de estrés postraumático. Mirar fotos de un lugar que te recuerda una experiencia aterradora también podría desencadenar recuerdos traumáticos. Para algunas personas, los caminos oscuros, los callejones solitarios o incluso una habitación oscura pueden actuar como desencadenantes.
3. Encontrarse con objetos del pasado
Si ha sido testigo o víctima de un incidente violento o inesperado, puede sufrir un trastorno de estrés postraumático si vuelve a encontrarse con determinados objetos que formaron parte del incidente. Por ejemplo, si su motocicleta fue atropellada por un coche enorme de color azul y si más tarde ve un coche de aspecto similar, podría provocar una reacción y causarle miedo.
4. Olores y estímulos particulares
El sentido del olfato y del tacto pueden actuar como desencadenantes cuando se encuentra con algo que le recuerda su trauma. Si ha perdido a un ser querido en un incendio, puede sufrir un trastorno de estrés postraumático al ver petardos. Si ha sido víctima de una agresión sexual, el contacto de alguien puede traerle recuerdos dolorosos. También puede sufrir síntomas de estrés postraumático cuando oiga palabras o canciones que le recuerden su experiencia traumática.
Para controlar el trastorno de estrés postraumático, es importante reconocer y desensibilizarse ante los desencadenantes. Esto puede conseguirse consultando a un profesional de la salud mental que podría sugerirle psicoterapia, medicación y ayudarle a superar el trastorno.