El efecto del trauma en el nervio vago y la atención plena
La meditación puede curar el cuerpo y la mente por igual. Puede devolver al cuerpo sus días de gloria con una práctica regular y la alimentación necesaria. La meditación es una antigua práctica védica que está siendo reconocida hoy en día a lo grande. Este reconocimiento y aceptación de la meditación en la sociedad en general está siendo celebrado de todo corazón tanto por la gente común como por los conocedores de la ciencia. Los científicos están estudiando y comprendiendo mejor la práctica de la meditación y sus efectos en el bienestar de las personas. La meditación puede aumentar nuestra atención y concentración estimulando el nervio vago. La meditación permite a las personas hacer frente al estrés de forma eficaz al fortalecer el nervio vago. Pero, a veces, incluso la meditación puede fallar a la hora de estimular este nervio en circunstancias especiales. Esta circunstancia especial es el trauma. El trauma puede dejar una impresión duradera en la psique de un individuo. Y, la ciencia está tratando de descifrar el misterio detrás de esto.
Descifrando el nervio vago
El nervio vago es uno de los doce nervios craneales. Este nervio se origina en el cerebro y ayuda a transportar información entre el cerebro y otras partes del cuerpo. Sin embargo, este nervio interactúa principalmente con la cabeza y el cuello. También se comunica con otras partes del cuerpo. Es uno de los nervios más largos del sistema nervioso automático. Interactúa con la mayoría de las partes del cuerpo, como el aparato digestivo, el bazo, el hígado, los pulmones, etc., para transmitir respuestas parasimpáticas.
Según Dacher Keltner, profesor de la Universidad de California, el nervio vago es uno de los nexos más importantes del cuerpo y la mente humanos. El nervio vago cumple una función muy singular para la clase de los mamíferos. Se ha relacionado estrechamente con la capacidad de respuesta del organismo a las enfermedades y con el sistema inmunitario general del cuerpo. Este nervio parte del cerebro y recorre toda la columna vertebral hasta llegar a los músculos. Por lo tanto, el nervio vago ayuda en todas las funciones principales de nuestro cuerpo, como la coordinación de los latidos del corazón con la respiración y los procesos digestivos. Según el profesor Keltner, «es el nervio del amor de nuestro cuerpo, es el nervio que cuida de nuestro cuerpo».
Por eso, cuando este nervio que cuida de nuestro cuerpo desde dentro sufre un traumatismo, las secuelas son enormes. Las personas que, por lo general, son atentas, empiezan a sentirse molestas por pequeños cambios en los estímulos físicos que las rodean. Por lo tanto, la meditación consciente puede convertirse en una tarea difícil después de sufrir un trauma.
Cómo reparar el nervio vago
El proceso de daño puede ser a corto plazo, pero sus efectos pueden ser duraderos. Por eso, la paciencia con uno mismo es el mayor regalo que puedes hacerte. Tienes que saber que las cosas buenas llevan tiempo y práctica, sin dudarlo nunca. La ciencia moderna ha invertido mucho tiempo y recursos en descubrir más cosas sobre este nervio. Y se cree que fortalecer el nervio vago puede reducir las reacciones inflamatorias de nuestro cuerpo y mejorar en gran medida nuestra inmunidad. Los investigadores han descubierto que el fortalecimiento del nervio vago puede disminuir en gran medida las posibilidades de depresión. Además, esto puede aumentar nuestras actividades cerebrales y aumentar nuestros niveles de resistencia. Se ha descubierto que fortalecer el nervio vago puede permitirnos controlar mejor nuestros niveles de estrés y las ansiedades asociadas. Los investigadores recomiendan un enfoque holístico para corregir tanto la hipoactividad como la hiperactividad del nervio vago. La asistencia nutricional junto con técnicas físicas como la acupuntura, el sotai y el masaje pueden ayudar a reactivar el nervio vago. Estos tratamientos pueden ir acompañados de ejercicios de atención plena para mejorar la calidad del tratamiento. Sin duda, pueden ayudar a las personas a curarse y empezar de nuevo.
Es importante recordar que la ayuda está a la vuelta de la esquina. Así que no te cortes a la hora de pedir ayuda. No pasa nada por estar roto a veces. Pero no te rindas fácilmente. Una vez que hayas ganado la batalla contra ti mismo, podrás triunfar sobre cualquier cosa en este mundo.