Efectos de la tos excesiva que debe conocer
La tos es una respuesta automática destinada a proteger los pulmones de sustancias irritantes o dañinas. El acto reflejo consiste en inhalar rápidamente, cerrar la garganta, aumentar la presión interna en el pecho y exhalar con fuerza. Cuando tosemos, utilizamos los músculos respiratorios normales, así como los músculos respiratorios accesorios. Los músculos respiratorios normales son los abdominales, los que discurren entre las costillas adyacentes (músculos intercostales) y el diafragma. Cuando tosemos, los músculos abdominales e intercostales se contraen y el diafragma se relaja, lo que aumenta la presión en el pecho y disminuye el volumen de la cavidad torácica. La tos prolongada puede causar dolor y, a veces, incluso sobrecargar los músculos del abdomen y la costilla. Los músculos respiratorios accesorios también están implicados en la tos, ya que se trata de una acción enérgica, y esto puede provocar que los músculos se vuelvan doloridos, hipertónicos e incluso se tensen, y pueden venir acompañados de mucho dolor. Además de estos músculos, la garganta también se cierra cuando tosemos, porque hay que controlar el aire que entra en los pulmones. Estos músculos también pueden verse afectados si tosemos en exceso. A continuación se enumeran otros efectos de la tos excesiva.
Mareos
La tos excesiva puede provocar mareos. Los síntomas incluyen aturdimiento, pérdida del equilibrio, vértigo y desmayo. Puede ser una sensación incómoda. Los tratamientos incluyen beber líquidos, cambiar de postura y tomar medicamentos como antihistamínicos, sedantes y pastillas para las náuseas. Dado que el mareo es un síntoma de la tos excesiva, puede desaparecer una vez que ésta cede.
Dolor de cabeza
A veces, la tos excesiva puede provocar dolor de cabeza. Según Medline plus, un dolor de cabeza es una presión o un dolor sordo y palpitante en la cabeza que puede afectar a toda la zona de la cabeza. El dolor también puede afectar a determinadas regiones, como el cuero cabelludo, las sienes o la parte posterior del cuello. La duración de un dolor de cabeza puede oscilar entre 30 minutos y varios días. El tratamiento del dolor de cabeza depende de la gravedad y las causas, pero cuando se trata de tos excesiva, el dolor de cabeza puede ser intermitente dependiendo de la tos. Por lo general, algo de descanso, una ingesta adecuada de líquidos y algunos tipos de ejercicio pueden ayudar a reducir las molestias de un dolor de cabeza. También hay medicamentos específicos para el dolor de cabeza que se venden sin receta médica. Entre ellos están el ibuprofeno, el paracetamol y la aspirina, y pueden ayudar a calmar o controlar los síntomas leves o moderados. Si el dolor de cabeza se vuelve demasiado intenso, necesitará medicación con receta, como metaxolona, amitriptilina, aspirina con receta y butalbital.
Incontinencia urinaria
La tos crónica puede provocar incontinencia urinaria, que es una afección médica en la que una persona ya no es capaz de controlar la micción. En el caso de la tos excesiva, la incontinencia puede deberse específicamente a la tensión que sufre el cuerpo. La incontinencia de esfuerzo se produce cuando se ejerce presión sobre la vejiga, y algunas de las situaciones más comunes que la provocan son reír, toser, hacer ejercicio e incluso levantar un objeto pesado. En caso de tos excesiva, hacer pausas frecuentes para ir al baño puede ayudar. Además, retener la vejiga aguantando la orina durante al menos diez minutos cuando se produce la necesidad de orinar también puede ayudar. Externamente, limitar la ingesta de líquidos, llevar una buena dieta y realizar ejercicios pélvicos (como apretar los músculos de la parte inferior de las nalgas de forma intermitente) también han demostrado ayudar a su estado. También existen medicamentos, como la imipramina, el estrógeno tópico y la oxibutinina. Los tratamientos invasivos también pueden ayudar, como la inserción de un dispositivo llamado pesario en la vagina para sostener la vejiga. Hablar con tu médico sobre las opciones de tratamiento puede ayudarte a elegir la más adecuada.
Fractura costal
Una fractura de costilla puede producirse si la fuerza de la tos es excesiva para el cuerpo, especialmente en personas con huesos frágiles debido a enfermedades como la osteoporosis. Los síntomas incluyen dolor en las costillas al toser, hematomas o hinchazón en el lugar de la fractura y dolor al respirar. Una faja torácica puede mantener la costilla rota en su sitio mientras se cura. El dolor de la fractura puede tratarse con medicamentos de venta libre como naproxeno, ibuprofeno, aspirina y paracetamol. Puede ser necesaria la hospitalización si la costilla fracturada perfora algún órgano importante.