Deshidratación: Puede ser realmente la causa de los vómitos

El vómito es la expulsión involuntaria o la descarga enérgica del contenido del estómago a través de la boca. Puede ser un acontecimiento puntual que se produjo porque comiste algo poco saludable y que no se asentó bien en tu vientre o puede ser un síntoma de una dolencia subyacente.

Aunque los vómitos no son una enfermedad, hay muchas posibilidades de que acabes gravemente deshidratado si se producen de forma continuada. Este estado de deshidratación grave puede empeorar si no se trata.

¿Puede realmente causar vómitos la deshidratación?

Puedes acabar vomitando por varias razones. Las causas más comunes son infección estomacal, mareo por movimiento, intoxicación alimentaria y comer en exceso. A veces, los vómitos también pueden indicar que tienes problemas médicos graves como conmoción cerebral, encefalitis, meningitis, obstrucción intestinal, apendicitis, migraña o tumor cerebral.

Sin embargo, la deshidratación no es uno de ellos. No hay pruebas científicas que demuestren que la deshidratación pueda provocar vómitos. Al contrario, puedes acabar deshidratado a causa de los vómitos.

Cuando tu cuerpo pierde más líquido del que ingiere, puedes deshidratarte. Los vómitos, la diarrea, el exceso de orina, la sudoración profusa y la falta de ingesta de líquidos son algunas de las principales causas de deshidratación.

¿Cuándo pueden producir deshidratación los vómitos?

Hay una serie de enfermedades que pueden causar una pérdida rápida y continuada de líquidos que acabe conduciendo a la deshidratación. Un episodio prolongado de vómitos puede provocar deshidratación.

Gastroenteritis

La gastroenteritis vírica, también conocida como gripe estomacal, suele provocar vómitos en proyectil y diarrea acuosa. La causa de estar tan enfermo puede deberse a diferentes virus. Cuando se vomita de forma persistente, se pierden muchos líquidos. Como resultado de esta pérdida continua de líquidos, puede sobrevenir la deshidratación.

En tal escenario, es absolutamente importante que bebas más agua para reponer todos esos fluidos corporales que se perdieron antes. Al beber más agua de lo habitual, repondrá los líquidos perdidos a causa de los vómitos y la diarrea. Lo mejor sería tomar cualquier tipo de sopa o zumo de frutas.

Embarazo

Las mujeres embarazadas deben extremar las precauciones cuando se trata de mantenerse hidratadas. Las náuseas matutinas pueden dejarte deshidratada durante días. Puedes perder líquidos y electrolitos al vomitar. Esto suele provocar pérdida de peso, desequilibrio electrolítico y alteraciones nutricionales. Llegados a este punto, será necesario hospitalizarte.

Los vómitos son una experiencia común durante el embarazo, que afecta al 70-80% de todas las mujeres embarazadas. La sensación de vomitar es un síntoma desagradable de las náuseas matutinas, que conduce a la deshidratación.

Para evitar estas complicaciones durante el embarazo, basta con comer poco y beber mucho líquido, como agua. Los suplementos de jengibre son una buena apuesta para reducir las náuseas y los vómitos. También puedes probar la acupresión. Esta forma de terapia alternativa libera ciertas sustancias químicas que pueden reducir las náuseas y los vómitos.

Migraña

Cuando tienes migraña, sientes un dolor punzante en un lado de la cabeza. Dependiendo de la gravedad de este dolor de cabeza, puedes tener grandes dificultades para realizar tus actividades rutinarias. Los síntomas de las migrañas incluyen náuseas, vómitos y sensibilidad al sonido o a la luz que te rodea. Estos dolores de cabeza pueden durar unas horas o incluso días.

Si tienes una migraña insoportable, es importante que te acuestes, estés bien descansado y evites la luz, los sonidos y los movimientos en general durante un tiempo. De este modo, podrás resistir la sensación de vómito. El lado positivo es que un buen periodo de descanso puede ayudar a poner fin a los ataques de migraña de forma eficaz.

Infección de oído

Las infecciones de oído suelen ir acompañadas de vómitos, mareos y vértigo. Los niños mayores y los adultos tienden sobre todo a vomitar debido a fuertes dolores de estómago y necesitan un exceso de líquidos para mantenerse bien hidratados. Es muy importante que acudas a urgencias si te sientes aletargado o llevas más de 24 horas vomitando.

Algunos antibióticos recetados para las infecciones de oído también pueden provocar náuseas, vómitos y diarrea. Para evitar esta situación, opta por una dosis diaria menor de medicamentos o recurre a remedios naturales como el aceite esencial de clavo, el ajo, el jengibre y el aceite de árbol de té para reducir los síntomas.

Cinetosis

La cinetosis, también conocida como mareo o mareo en el coche, se produce cuando se viaja. Provoca mareos, náuseas y vómitos. Es frecuente en mujeres embarazadas, personas que sufren migrañas y niños de 3 a 12 años. En la mayoría de los casos, las personas superan la afección y se sienten mejor en pocas horas.

Es vital que busques atención médica si sigues vomitando incluso después de dejar de viajar. Esto también puede provocar deshidratación y cansancio extremo.

Síndrome de vómitos cíclicos

El síndrome del vómito cíclico es un trastorno poco frecuente en el que se vomita durante horas o incluso días. Esta forma de vomitar constantemente puede ocurrir sin ninguna causa aparente.

Cuando se tienen náuseas y vómitos intensos, se pierden líquidos corporales. Los líquidos intravenosos y los medicamentos pueden ayudar a prevenir la deshidratación y tratar sus síntomas. Si los vómitos persisten durante días, pueden administrarse nutrientes por vía intravenosa.

¿Cuándo es el momento adecuado para buscar asistencia médica?

Es importante que busque ayuda médica de urgencia lo antes posible si está produciendo orina oscura, se siente letárgico, experimenta mareos, tiene convulsiones, sufre dolor torácico o abdominal, le cuesta respirar o siente una sed excesiva.

Si no se trata, la deshidratación puede causar graves problemas de salud e incluso la muerte. Se sabe que una deshidratación grave puede provocar varios trastornos potencialmente mortales, como daños orgánicos, shock o coma.