Descifrando el poder de la intuición

A todos nos ha pasado alguna vez que hemos hecho algo en contra de nuestra extraña corazonada y hemos acabado arrepintiéndonos. Pues bien, esa corazonada se llama intuición. La gente también la llama corazonada. La intuición, como quiera que se llame, es un don inusual que la naturaleza o la evolución han otorgado a los seres humanos. Los humanos modernos prefieren la racionalidad a la intuición. Nos enseñan una y otra vez a creer más en lo que sabemos que en lo que sentimos. Aunque esto puede ser útil en algunos casos, también puede llevarnos a equivocarnos muchas veces.

La intuición es un instinto inexplicable con el que nacemos los seres humanos. A menudo, la gente no confía en su intuición porque desconoce el origen de ese sentimiento. Y como la gente no puede explicar este sentimiento con la lógica, opta por no creer en él. Pero la pregunta sigue sin respuesta. ¿Estamos haciendo lo correcto al ignorar nuestras intuiciones?

Albert Einstein dijo: «La mente intuitiva es un don sagrado y la mente racional, un fiel servidor». Hemos creado una sociedad que honra al sirviente y ha olvidado el don». Así pues, es hora de que analicemos este don y veamos lo que puede aportarnos.

El origen de la intuición

La intuición no es un sentimiento fugaz o una sensación en las tripas. Es un pensamiento completo generado por una parte evolucionada de nuestro cerebro. Es el resultado de todas las actividades que tienen lugar en el hemisferio derecho de nuestro cerebro. Esta zona es de donde proceden todos nuestros pensamientos creativos. Es el área que tiene la clave de todos nuestros talentos creativos y de la capacidad de apreciar el arte y la música. Este hemisferio también es responsable de nuestros sentimientos y sentidos.

El cerebelo es la última parte de nuestro cerebro que ha evolucionado. Esta parte del cerebro se perfeccionó hace unos 200 millones de años. Y esta misma parte es la que gobierna los jugos creativos de nuestro cerebro. Nuestros procesos cognitivos y nuestro pensamiento lógico proceden del cerebelo. Y curiosamente, esta parte es también la que gobierna todos nuestros pensamientos intuitivos. Y esto no es una afirmación al azar, sino que es lo que los científicos han sugerido tras realizar estudios.

Otra parte más específica del cerebro que sin duda desempeña un papel importante en nuestras intuiciones es la corteza prefrontal ventromedial. Esta parte se encarga de almacenar recuerdos de recompensas pasadas y también de castigos. Según una investigación llevada a cabo por el neurocientífico Antonio Damasio en la Universidad de Iowa, esta parte desempeña un papel importante a la hora de provocar la intuición en los seres humanos. La investigación se centró en la diferencia en la forma de pensar y reaccionar de las personas normales en comparación con las que tienen dañada la corteza prefrontal ventromedial. Las respuestas emocionales que suelen considerarse corazonadas eran significativamente diferentes en estos dos grupos de personas.

El atajo cognitivo

A la gente le sigue costando creer en sus intuiciones, ya que piensan que puede tratarse de una broma de su cerebro. Pero los psicólogos llevan mucho tiempo investigando este tema. Y los psicólogos creen que las intuiciones son cogniciones rápidas de nuestro cerebro. En situaciones problemáticas, nuestros cerebros aceleran sus procesos de razonamiento encontrando atajos en nuestro cerebro y nos proporcionan soluciones que parecen la mejor opción en ese momento.

Pero es importante entender que nuestros poderes intuitivos son específicos de cada dominio. Una persona no puede tener grandes poderes intuitivos en todos los ámbitos de su vida. Se desarrolla con el tiempo y la práctica. Con el tiempo, nuestro cerebro puede reconocer patrones y llegar a conclusiones rápidas.

¿Puede la intuición dar buenos resultados?

El autor del libro Blink (Parpadeo), Malcolm Gladwell, sugiere en su libro que la intuición puede ser una herramienta útil en diversos escenarios. Cree que la intuición puede ser fiable cuando se trata del campo en el que uno es experto. La intuición puede ser un buen recurso cuando aceptas sugerencias de alguien y tu intuición te dice que creas lo contrario. En ese caso, puedes pedir ayuda a una persona más cualificada para tomar una decisión más informada.

La intuición es un don olvidado que todos poseemos y ya es hora de que empecemos a utilizarlo.