Cúrcuma para la artritis: Por qué utilizar este analgésico

Puede que conozca la cúrcuma como especia oriental que da color y sabor a la comida asiática, pero ¿sabía que tiene una ilustre historia de uso en la medicina tradicional como remedio para todo, desde heridas y acné hasta bronquitis y artritis? La base de estos usos reside en las propiedades antiinflamatorias de la cúrcuma, atribuidas sobre todo a una sustancia química llamada curcumina.

La artritis es un término genérico que engloba los trastornos de las articulaciones. De los casi 100 tipos de artritis, la artrosis, la artritis reumatoide y la gota son las más comunes. Aunque los síntomas de las tres son dolor y rigidez, las causas son diferentes. Mientras que la artrosis está causada por el desgaste del cartílago de las articulaciones debido a la edad, la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune. La gota o artritis gotosa está causada por la acumulación de cristales de urato en las articulaciones debido a los altos niveles de ácido úrico en el organismo. Las investigaciones demuestran que es beneficioso utilizar la cúrcuma para la artritis, ya que esta hierba a veces funciona tan eficazmente como los medicamentos estándar.

1. Reduce el dolor y la inflamación de las articulaciones

Se sabe que la curcumina de la cúrcuma posee potentes propiedades antiinflamatorias y analgésicas. En un estudio clínico piloto realizado en pacientes con artritis reumatoide, se administró a los pacientes 500 mg de curcumina o 50 mg de diclofenaco sódico, un antiinflamatorio no esteroideo, o una combinación de ambos. Los pacientes del grupo de la curcumina mostraron la máxima mejoría en cuanto a número de articulaciones inflamadas, niveles de marcadores de inflamación en sangre, dolor y función.

En otro estudio sobre personas con osteoartritis se enfrentaron la cúrcuma y el ibuprofeno. Los que tomaron una dosis de 2 mg de cúrcuma al día declararon niveles de dolor más bajos al subir escaleras que los que tomaron ibuprofeno. El nivel de dolor al caminar mejoró, al igual que la función de la rodilla.

2. Suprime la inflamación

La inflamación es la causa principal del dolor experimentado en todas las formas de artritis. Muchos estudios han demostrado que la curcumina puede activar el sistema de defensa antioxidante dentro de la célula y conducir a la liberación de antioxidantes y proteínas que protegen la célula y ayudan en la desintoxicación. También ayuda a suprimir la producción y la acción de citoquinas (proteínas) proinflamatorias, enzimas y otros mediadores de la inflamación. Al impedir su actividad, la cúrcuma puede aliviar la inflamación. Esta propiedad antiinflamatoria de la cúrcuma ayuda a prevenir diversas afecciones inflamatorias, desde la oestoartritis y la artritis reumatoide hasta la diabetes e incluso el cáncer.

La curcumina también bloquea la función de enzimas generadoras de radicales libres como la COX, la LOX, la xantina deshidrogenasa y la iNOS. Otra citoquina inflamatoria implicada en la artritis reumatoide es la interleucina-12, y se ha descubierto que la cúrcuma inhibe la interleucina-12 y, por tanto, ayuda en afecciones autoinmunes como la artritis reumatoide y la miocarditis.

3. Previene la degradación del cartílago y lo protege

¿Otro gran beneficio de la cúrcuma? La curcumina que contiene tiene un efecto protector sobre el cartílago del cuerpo. El desgaste del cartílago es fundamental para la progresión de la osteoartritis. Al prevenir la degeneración del cartílago articular, la curcumina puede ayudar a aliviar los síntomas e incluso ralentizar el empeoramiento de la enfermedad.

También se dice que la curcumina reduce la inflamación del cartílago -un problema que se experimenta en la artritis reumatoide y la artrosis- y potencia la actividad de los condrocitos, responsables de crear y mantener la matriz del cartílago. El tratamiento con curcumina puede, por tanto, ayudar a regenerar el cartílago creando el entorno adecuado.

4. Puede prevenir y combatir la gota

La cúrcuma puede reducir los niveles elevados de ácido úrico, causante de una enfermedad dolorosa llamada gota. La curcumina reduce los niveles de ácido úrico inhibiendo la enzima xantina oxidasa, que cataliza la transformación de xantina en ácido úrico. En un estudio con pacientes de trastorno hepático graso no alocólico, la curcumina pudo reducir los niveles de ácido úrico, así como el colesterol LDL perjudicial. En otro estudio, los investigadores también analizaron el efecto de un extracto purificado de curcumina sobre los síntomas de la gota y descubrieron que 17 de 19 pacientes notaron mejoría en 48 horas. En el mismo estudio, 41 de 62 pacientes de fibromialgia también mostraron mejoría.

5. Combate el estrés oxidativo asociado a la artritis

El estrés oxidativo tiene un papel que desempeñar en la forma en que se desarrolla y progresa la artrosis. Por eso se están estudiando los suplementos antioxidantes como posibles alternativas o como terapia adicional para tratar afecciones como la artrosis de rodilla. De la variedad de suplementos antioxidantes que existen en el mercado, la curcumina ha demostrado un efecto significativo sobre la función y el alivio del dolor.

Una investigación estudió el efecto de la cúrcuma para contrarrestar los efectos del estrés oxidativo en personas con osteoartritis de leve a moderada. Los sujetos tomaron 1.500 mg de cápsulas de curcuminoide al día, junto con piperina para mejorar la biodisponibilidad de los compuestos de la cúrcuma en el organismo. Al cabo de 6 semanas, se observó que el estrés oxidativo sistémico había disminuido. Los investigadores pudieron confirmar que el efecto antioxidante del remedio natural puede ayudar a aliviar los síntomas de la artrosis.

6. Funciona como terapia coadyuvante con otros tratamientos antiartríticos

Aunque los beneficios de la cúrcuma por sí solos son razón suficiente para prestar atención a este remedio, algunas pruebas también sugieren que podría mejorar la calidad de vida y aliviar mejor el dolor de los pacientes que toman otros medicamentos. En un caso, pacientes que ya tomaban 75 mg de diclofenaco sódico para tratar la artrosis de rodilla recibieron 1.000 mg diarios de curcuminoides junto con su medicación habitual. Y aunque no hubo diferencias estadísticamente significativas en general, el grupo que tomó los curcuminoides tendió a tener mejores resultados en la función de la vida diaria, así como en el dolor. Así que, aunque no se decida a tomar cúrcuma, puede probarla junto con otros tratamientos para controlar la artritis.

Cuánta cúrcuma tomar

Si padece artrosis, limite la ingesta en forma de cápsulas a no más de 400 a 600 mg tres veces al día. Si utiliza la raíz en polvo para preparar remedios a base de hierbas o para cocinar, asegúrese de no tomar más de 3 g al día. Una cantidad típica sería de 0,5 a 1 mg, por término medio. Si padece artritis reumatoide, una dosis de 500 mg tomada dos veces al día será suficiente. Sin embargo, éstas son sólo cifras indicativas de la Arthritis Foundation. Debe consultar a un médico o naturópata cualificado para su caso particular. Sea cual sea la cantidad que consuma, compre siempre el polvo, la raíz o el medicamento en una fuente fiable. Desconfíe de los sitios en línea no verificados, donde la pureza del producto puede ser cuestionable.

Incorpore el té de cúrcuma a su rutina diaria para protegerse de la inflamación. Basta con remojar la raíz en agua caliente o hervir el polvo con agua y endulzarlo con miel. También puede probar una «leche dorada» utilizando un método similar pero con leche o leche no láctea. También puede añadir un poco a sus comidas. Se mezcla perfectamente en sopas, guisos e incluso batidos. La cúrcuma también puede combinarse con otros alimentos antiinflamatorios como el jengibre o la pimienta negra.

Efectos secundarios de la cúrcuma

Si decide probar la cúrcuma para tratar o prevenir la artritis, esto es lo que debe saber sobre los efectos adversos. Consumir cantidades muy elevadas -dosis medicinales frente a cantidades dietéticas- puede tener algunos efectos secundarios desagradables. La especia es un anticoagulante, lo que puede ser un problema si ya está tomando un anticoagulante, y arriesgado si está embarazada, padece una enfermedad de la vesícula biliar o va a someterse a una intervención quirúrgica próximamente. La hipoglucemia es otro posible riesgo para los diabéticos que ya toman medicación para reducir el azúcar en sangre. Para otros, un efecto secundario más leve y señal de que se está tomando demasiado es el malestar estomacal. Algunos también tienden a desarrollar úlceras, así que asegúrate de que la hierba te sienta bien.