¿Cuáles son los síntomas de la hipocalcemia?
El calcio es el mineral más abundante en el cuerpo humano; también es el que más se consume, a través de los alimentos (tanto naturales como enriquecidos) y los suplementos dietéticos. Incluso está presente en algunos medicamentos, como los antiácidos. Buscamos constantemente formas de complementar nuestro organismo con calcio para no sufrir una carencia de este mineral. Esto se debe a que el calcio desempeña un papel importante en el funcionamiento diario del organismo, desde las actividades cardiovasculares hasta las funciones neuromusculares. No es de extrañar, pues, que una persona media preocupada por su salud se obsesione con este mineral. Relájese. Porque sólo el uno por ciento del calcio corporal total puede ocuparse de todas estas funciones.
¿Qué es la hipocalcemia?
Para un adulto, hombre o mujer, la cantidad diaria recomendada de calcio en la dieta es de 1000 mg. Una ingesta insuficiente de calcio o una absorción inadecuada del mismo en el organismo puede provocar una deficiencia de calcio en la sangre. Si la deficiencia es grave, se denomina hipocalcemia. El cuerpo humano puede no absorber todo el calcio debido a varias razones, como la carencia de vitamina D y el funcionamiento defectuoso de las glándulas tiroides y paratiroides.
Dicho esto, ¿cómo se sabe si el cuerpo tiene carencia de calcio o hipocalcemia? Mientras que una deficiencia leve de calcio puede no manifestarse con síntomas significativos, la hipocalcemia no puede eludir su atención. Los síntomas pueden ser variados, desde neuromusculares hasta dermatológicos e incluso cardíacos.
Hormigueo muscular, espasmos
La irritabilidad neuromuscular es el sello distintivo de la hipocalcemia aguda. Puede comenzar con un leve hormigueo en las yemas de los dedos de las manos, los pies y los labios. Los espasmos musculares también son frecuentes y pueden llegar a ser muy dolorosos en los casos agudos. Puede progresar a espasmo carpiano o tetania. La tetania es una afección que comienza con un hormigueo en lugares específicos del cuerpo que acaba generalizándose. El signo de Chvostek, en el que los músculos faciales se contraen en respuesta al golpeteo sobre los nervios faciales, es un signo clásico de hipocalcemia. El espasmo muscular puede llegar a ser tan agudo que las manos comienzan a adoptar una postura típica en la que los dedos se extienden, las muñecas se flexionan y el pulgar se abduce, también llamado signo de Trousseau.
Depresión, alucinaciones, confusión
En caso de hipocalcemia pueden observarse una serie de síntomas neurológicos como convulsiones recurrentes, cambios de personalidad, psicosis, depresión e irritabilidad. La deficiencia aguda de calcio sérico puede provocar calcificación en varias partes del cerebro, incluidos los ganglios basales y la corteza cerebral, lo que puede dar lugar a estos síntomas neurológicos.
Piel seca y áspera
La hipocalcemia puede presentarse como síntomas en la piel, el cabello y las uñas. Mientras que la piel se vuelve seca, áspera, queratósica e hinchada en la hipocalcemia, también podría manifestarse como enfermedades de la piel como la psoriasis o el eczema. Las uñas se vuelven estriadas, descoloridas, partidas y sin brillo, y el pelo se vuelve quebradizo y fino.
Función cardíaca y ocular deficiente
¿Sabía que la falta de calcio sérico puede provocar una serie de problemas oculares, como problemas de visión y cataratas? Pues bien, existen pruebas clínicas que demuestran que la hipocalcemia debida a anomalías de la hormona paratiroidea puede provocar problemas de visión. Y no sólo eso. También puede provocar afecciones como cataratas y edema del disco óptico.
La hipocalcemia también puede afectar al corazón. Puede provocar afecciones cardiacas como cardiomiopatía e insuficiencia cardiaca congestiva. Sin embargo, esto suele ser reversible con suplementos de calcio.
Hipocalcemia en recién nacidos
Los recién nacidos y los lactantes también pueden verse afectados por la hipocalcemia. Mientras que la hipocalcemia precoz puede aparecer en los dos o tres primeros días de vida, la hipocalcemia tardía puede aparecer al cabo de unas semanas, sobre todo después de alimentar al bebé con leche de fórmula, algunas de las cuales tienen un alto contenido en fosfatos. Los síntomas de la hipocalcemia en los lactantes incluyen espasmos musculares, irritabilidad, temblores, mala alimentación, letargo, convulsiones y nerviosismo.
Presta atención a estos síntomas si sospechas que tienes carencia de calcio. Mejor aún es ingerir suficientes alimentos ricos en calcio para evitar por completo esta afección.