¿Cuáles son las causas de las sibilancias? Posibles causas y qué puede hacer

Las sibilancias son un silbido que se oye al respirar. Este sonido se produce cuando el aire se mueve a través de las vías respiratorias estrechadas y es más perceptible al exhalar, aunque también puede oírse al inspirar. A veces, también puede producirse una especie de silbido cuando se congestiona la nariz. Esto suele ocurrir cuando se tiene un resfriado o una alergia nasal. Pero, a diferencia de las sibilancias, en este caso la respiración no será entrecortada. Y enjuagar las fosas nasales con agua salina puede hacer desaparecer el sonido. Las sibilancias suelen indicar problemas respiratorios más profundos. Veamos algunas afecciones que pueden causarlo:

Asma

Las sibilancias son frecuentes en los niños. Pero la buena noticia es que menos de un tercio de los bebés que tienen sibilancias constantes durante sus primeros 3 años desarrollan asma cuando crecen.

El asma hace que las vías respiratorias de los pulmones se hinchen y que los músculos que las rodean se tensen. Esto estrecha las vías respiratorias y dificulta el paso del aire. En las personas propensas, el asma puede desencadenarse por muchos factores, como los ácaros del polvo, la caspa, medicamentos como la aspirina, el moho, el polen, el humo del tabaco, los productos químicos, el frío, las infecciones respiratorias como el resfriado común, el estrés y el ejercicio. Además de las sibilancias, las personas asmáticas pueden tener síntomas como falta de aire que empeora con la actividad o el ejercicio, tos con o sin flema, sensación de opresión en el pecho, etc. Busque atención médica urgente si experimenta síntomas como confusión o somnolencia, dificultad respiratoria grave, sudoración, pulso acelerado, ansiedad grave porque le cuesta respirar o un tono azulado en la piel.

  • Tu médico elaborará contigo un plan de acción contra el asma por escrito en el que se detallarán aspectos como las instrucciones para tomar la medicación, los factores desencadenantes y cómo evitarlos, etc. Puede recetarle medicamentos que, tomados a diario, le ayuden a prevenir los ataques, así como medicamentos que le alivien cuando sufra un ataque.

Asma cardíaca

El asma cardíaca es una enfermedad causada por la acumulación de líquido en el lado izquierdo del corazón. Esto puede causar síntomas similares a los del asma, como sibilancias, dificultad para respirar y tos. Sin embargo, a diferencia del asma, esta acumulación de líquido es indicativa de un defecto congénito del corazón, una válvula permeable o un bombeo cardíaco débil, y apunta a una insuficiencia cardíaca.

  • Su médico le aconsejará un tratamiento que puede incluir medicamentos para eliminar el exceso de líquido y controlar la tensión arterial, así como modificaciones de la dieta. En algunos casos también puede ser necesaria la cirugía.

Inhalación de un objeto extraño

Si se inhala un objeto extraño por la nariz o las vías respiratorias, puede atascarse y dificultar la respiración. Los niños de entre 1 y 3 años son los más propensos a inhalar objetos extraños. Algunos ejemplos de objetos que pueden inhalarse son alimentos como frutos secos y semillas, y otros objetos pequeños como botones, cuentas y canicas. Esto puede provocar asfixia, tos y respiración sibilante. También puede provocar infecciones e inflamaciones.

  • Si tu hijo tiene problemas para respirar, es posible que sus vías respiratorias se hayan obstruido por completo y necesite atención médica inmediata. Y si los síntomas como el ahogo y la tos han desaparecido, estate atento a los signos de infección.

Bronquiolitis

La bronquiolitis es la causa más frecuente de sibilancias en niños menores de 2 años.

Cuando las pequeñas vías respiratorias de los pulmones se inflaman y acumulan mucosidad, se produce una afección conocida como bronquiolitis. Esta afección suele desarrollarse debido a una infección vírica. Y el virus conocido como virus respiratorio sincitial (VRS) es el culpable más común. Otros virus que pueden causar bronquiolitis son la gripe, el adenovirus y la parainfluenza. La infección se propaga al entrar en contacto con fluidos de la garganta o la nariz de alguien infectado. Por ejemplo, al inhalar gotitas respiratorias cuando alguien estornuda cerca de usted, o al tocar un objeto como un juguete que ha sido contaminado por las gotitas respiratorias de una persona infectada. La bronquiolitis suele afectar a niños menores de 2 años, y un bebé tiene más probabilidades de contraer esta enfermedad si es menor de 6 meses, no está siendo amamantado, nació prematuro o está expuesto al humo del tabaco.

Otros síntomas de la bronquiolitis son tos, dificultad para respirar, fiebre, fatiga, etc. Busque atención médica de urgencia si su hijo tiene la piel azulada, le cuesta respirar, empieza a respirar rápidamente, está muy cansado o se le inflaman las fosas nasales o parece que se le hunde el pecho cuando intenta respirar.

  • Suele ser más fácil respirar al tercer día y la afección debería resolverse en aproximadamente una semana. Mientras tanto, bebe mucho líquido y descansa. Utilizar un humidificador puede ayudar a aflojar la mucosidad.

Bronquiectasia

La bronquiectasia es una afección en la que las grandes vías respiratorias de los pulmones se ensanchan. Este daño de las vías respiratorias suele deberse a infecciones o inflamaciones repetidas. A veces puede empezar en la infancia, tras una infección pulmonar grave o la inhalación de alimentos u objetos extraños. Afecciones médicas como la fibrosis quística, una enfermedad que provoca la acumulación de mucosidad espesa en el pecho, trastornos pulmonares alérgicos, leucemia y afecciones autoinmunitarias como la enfermedad de Crohn y la artritis reumatoide también pueden causar bronquiectasias.

Además de las sibilancias, las personas que padecen esta enfermedad experimentan síntomas como tos crónica, esputo maloliente, mal aliento, dificultad para respirar que empeora con el ejercicio, sudores nocturnos, fiebre baja, pérdida de peso y fatiga. Pueden incluso toser con sangre.

  • El médico puede recetar antibióticos para la infección, broncodilatadores para abrir las vías respiratorias y expectorantes para eliminar las flemas. En algunos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para extirpar una parte de los pulmones.

Neumonía

La neumonía es una infección pulmonar causada por bacterias, virus y hongos. Las bacterias son las culpables más comunes en los adultos, en particular la bacteria conocida como Streptococcus pneumoniae, aunque otras bacterias también pueden ser responsables. Los virus comunes, como los que causan la gripe, también pueden provocar neumonía. Por su parte, un hongo conocido como Pneumocystis jiroveci puede causar neumonía en personas cuyo sistema inmunitario está comprometido. Se puede contraer neumonía cuando los gérmenes de la nariz, la boca o los senos paranasales se propagan a los pulmones, cuando se inhalan gérmenes hacia los pulmones o cuando se inhalan vómitos, alimentos o líquidos de la boca a los pulmones. Afecciones como las enfermedades pulmonares, trastornos cerebrales como la demencia o el ictus, un sistema inmunitario debilitado, enfermedades cardiacas, diabetes, etc., pueden aumentar el riesgo de neumonía. Lo mismo ocurre con el tabaco.

La neumonía también puede causar síntomas como tos con o sin mucosidad, fiebre, sudoración, escalofríos, dificultad para respirar que empeora con la actividad, dolor torácico, pérdida de apetito, etc. También puede producirse confusión, sobre todo en las personas mayores.

  • El médico puede recetarle antibióticos si la neumonía está causada por bacterias. También deberá descansar lo suficiente y beber mucho líquido para no deshidratarse.

Bronquitis aguda

La inflamación e hinchazón de las principales vías respiratorias que llevan el aire a los pulmones se conoce como bronquitis y puede provocar sibilancias. Casi siempre se contrae después de una gripe o un resfriado. El virus infecta primero los senos paranasales, la nariz y la garganta, y luego se propaga a las vías respiratorias que conducen a los pulmones. Aunque es más infrecuente, las bacterias también pueden causar esta infección.

Molestias en el pecho, tos con mucosidad, dificultad para respirar que empeora con la actividad, fiebre baja y fatiga son otros signos que apuntan a una bronquitis aguda. A veces puede resultar difícil distinguir entre neumonía y bronquitis. Pero las personas con neumonía son más propensas a tener escalofríos y fiebre alta.

  • La enfermedad debería desaparecer por sí sola en una semana. Mientras tanto, descansa mucho y procura no deshidratarte.

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica

El tabaquismo se considera la principal causa de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Fumar también puede empeorar otras afecciones que provocan sibilancias.

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad pulmonar progresiva que dificulta la respiración. Esto puede ocurrir porque las paredes de los alvéolos o las paredes entre los alvéolos se dañan (una afección conocida como enfisema), o el revestimiento de las vías respiratorias se irrita constantemente, lo que provoca la formación de mucosidad espesa (una afección conocida como bronquitis crónica), o ambas cosas.

El tabaquismo se considera la principal causa de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. La exposición prolongada a otras sustancias que pueden irritar los pulmones, como los vapores químicos, la contaminación atmosférica, etc., también puede provocar enfermedad pulmonar obstructiva crónica. En algunos casos, las personas genéticamente deficientes en una proteína conocida como alfa-1 antitripsina también pueden desarrollar esta enfermedad. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica suele observarse en personas de mediana edad o ancianos.

Otros síntomas que indican la presencia de enfermedad pulmonar obstructiva crónica son tos con o sin flema, dificultad para respirar que empeora con la actividad y fatiga.

  • La enfermedad pulmonar obstructiva crónica provoca daños permanentes en los pulmones, pero hay algunas medidas que pueden impedir que empeore y aliviar los síntomas. Su médico puede recetarle medicamentos e inhaladores que le ayuden a respirar mejor. Los ejercicios de rehabilitación pulmonar también pueden ser útiles para enseñarle a respirar mejor.

Enfermedad por reflujo gastroesofágico

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es una afección en la que el contenido del estómago retrocede desde éste hasta el conducto alimentario que conecta la boca con el estómago. Esto provoca irritación en el tubo digestivo. Esta enfermedad se desarrolla cuando los músculos (conocidos como esfínter esofágico inferior) situados en la parte inferior del tubo digestivo no se cierran correctamente, lo que permite que el contenido del estómago retroceda hacia el tubo digestivo. Algunos factores que aumentan el riesgo de padecer esta afección son el consumo de alcohol, el tabaquismo, la obesidad, el embarazo y enfermedades como la hernia de hiato, en la que una parte del estómago se desplaza hacia la parte inferior del tórax, y la esclerodermia, en la que el tejido conjuntivo del cuerpo crece de forma anormal. Algunos medicamentos utilizados para tratar enfermedades como la hipertensión, el insomnio, el asma, etc., también pueden causar reflujo gastroesofágico. Su médico podrá indicarle si se trata de un efecto secundario de algún medicamento que esté tomando.

Otros síntomas de esta enfermedad son ardor de estómago, sensación de que la comida está atascada detrás de las costillas, náuseas después de comer, dificultad para tragar, tos, dolor de garganta, voz ronca, etc. Es posible que los síntomas empeoren al tumbarse, después de comer o por la noche.

  • Medidas como controlar el peso, hacer comidas más pequeñas y evitar alimentos que puedan desencadenar los síntomas pueden ser útiles. También pueden aliviar los síntomas los antiácidos, así como los medicamentos recetados más potentes. En algunos casos, el médico puede recomendar una intervención quirúrgica que impida que el ácido del estómago se filtre al conducto alimentario.

Picaduras de insectos y medicamentos

Las picaduras de insectos que provocan una reacción alérgica pueden causar sibilancias. Las sibilancias también pueden ser un efecto secundario de algunos medicamentos, como la aspirina. Consulta con tu médico si algún medicamento que estés tomando puede ser responsable de tus sibilancias.

  • Si empieza a tener sibilancias o experimenta otros síntomas como náuseas, taquicardia, mareos, dificultad para tragar o confusión después de una picadura de insecto, solicite asistencia médica inmediata, ya que podría estar experimentando una reacción alérgica grave. Las sibilancias que aparecen inmediatamente después de tomar un medicamento nuevo también requieren atención médica urgente.

¿Cuándo debe acudir al médico?

Es una buena idea acudir al médico la primera vez que tenga sibilancias. Puesto que muchos de los síntomas de las afecciones que pueden provocar sibilancias pueden solaparse, es posible que necesites la ayuda de un profesional médico para averiguar cuál es la causa y poder tomar las medidas adecuadas. Su médico puede escuchar los sonidos que hace al respirar o hacerle pruebas como una radiografía o una prueba de función pulmonar. Busque ayuda urgente si también le resulta muy difícil respirar.