Cosas que debes evitar al cuidar tu vagina

Nuestras partes femeninas pueden ser un misterio incluso para nosotras mismas, y no todas estamos completamente informadas al respecto. Por ejemplo, muchas mujeres siguen creyendo que todo lo que hay ahí abajo se llama vagina, cuando en realidad la vagina es el órgano interno, y el conjunto de órganos externos que incluye los labios, el clítoris y la abertura de la vagina se conoce como vulva. Ciertamente, esto no es de conocimiento común, y saber cómo cuidar adecuadamente de la zona también puede no ser de conocimiento común. Todas las mujeres sufren algún tipo de molestia en sus partes femeninas, ya sea picor, enrojecimiento, dolor al mantener relaciones sexuales, flujo excesivo o crudeza, entre otros tipos de problemas. Aunque algunos de ellos pueden deberse a factores que no podemos controlar, como una infección por hongos, algunos de los problemas también pueden surgir debido a un cuidado inadecuado. A continuación se indican algunas cosas importantes que debemos recordar y que pueden ayudarnos a cuidar mejor nuestra salud vaginal.

No utilizar productos de higiene femenina

Hay cientos de productos en el mercado que te prometen que tu zona va a estar más limpia y olerá mucho mejor después de usarlos, pero estos productos también son totalmente innecesarios. Estos productos contienen sustancias químicas, fragancias, colorantes y anestésicos contra el picor que no hacen nada, e incluso pueden provocar una reacción alérgica en la zona. La piel de la vulva es mucho más fina que la de otras partes del cuerpo, lo que la hace mucho más sensible a los agentes externos. Tu zona vaginal puede funcionar bien sólo con agua, y no necesita nada extra.

Uso de lubricantes

Los lubricantes son una gran opción para las mujeres que sufren sequedad persistente, y pueden ser un complemento necesario para su vida sexual. Pueden ser de base acuosa, oleosa o de silicona, y cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. Mientras que los lubricantes a base de aceite y silicona pueden mantener la zona resbaladiza durante mucho tiempo, tienden a manchar la ropa y las sábanas. Los lubricantes a base de agua se secan con facilidad, pero también se lavan con facilidad. Es importante que te mantengas alejada de todo lo que tenga colorantes, aromas, perfumes o ingredientes que pretendan darte una sensación de calor u hormigueo, ya que pueden provocar irritaciones en la piel después.

Desconfía de la lencería

La lencería bonita y sexy es una de las mejores partes de ser mujer, pero algunos tipos de ropa interior pueden hacer más mal que bien. La ropa interior de algodón sin blanquear es la mejor opción para mantener la vagina en buen estado, ya que permite que la zona respire. La ropa interior de tejido sintético puede irritar la piel sensible, y la ropa interior elástica puede causar problemas a las alérgicas al caucho. Los tangas pueden ser estupendos para ocultar las líneas visibles de las bragas, pero pueden provocar infecciones e irritación porque rozan la zona, e incluso pueden hacer que se entremezclen restos de la zona anal en la vaginal, lo que puede provocar infecciones dolorosas.

Métodos de depilación

La depilación parece algo bueno porque nos permite ser más libres sexualmente, y también puede resultar más cómoda al haber desaparecido todo el vello. Sin embargo, cuando se hace de forma incorrecta, puede acarrear muchos problemas. Guardamos la maquinilla de afeitar en el cuarto de baño, que puede tener un ambiente húmedo que es un potente caldo de cultivo para las bacterias, y provocar una mala infección si nos cortamos. Las depiladoras pueden venir con productos químicos agresivos que disuelven el vello y pueden irritar la piel de la vulva, y si la depilación se hace de forma incorrecta, puede provocar quemaduras en la piel (que es tan doloroso como suena). Lo mejor es optar por la depilación láser, o recortar el vello para que quede muy corto con unas tijeras pequeñas.

Demasiada limpieza

La vulva está diseñada de forma natural para segregar aceites espesos que protegen la delicada piel de las diferentes secreciones y fricciones a las que tiene que someterse cada día. Puede que pensemos que el uso de productos de limpieza como duchas vaginales o jabones líquidos puede proporcionar a nuestra zona la limpieza adicional que necesita, pero estos productos pueden eliminar los aceites naturales que la vulva necesita para mantener la zona libre de irritaciones. De hecho, los agentes agresivos también pueden eliminar las bacterias buenas que ayudan a mantener el equilibrio correcto del pH y dejar más espacio para las bacterias que causan infecciones y malos olores. Basta con utilizar agua tibia para limpiar la zona con las manos.