Cosas inesperadas que los miedos revelan sobre tu personalidad
A la mayoría de nosotros nos aterroriza una cosa u otra. Algunos intentamos evitar esas situaciones. Mientras que otros dejamos que nuestra imaginación tome el control sobre nosotros mismos. Pero tus miedos son mucho más poderosos de lo que crees.
Al igual que el famoso test de la mancha de tinta puede desvelar cosas sobre tu personalidad, tus miedos también guardan secretos sobre tu verdadero carácter. ¿Qué pueden revelar tus miedos sobre tu personalidad?
Miedo a estar solo en la oscuridad
Estás solo en casa. Te diriges al interruptor de la luz con normalidad. Pero, en cuanto se apagan las luces, corres al dormitorio como si alguien te persiguiera. La nictofobia o miedo a la oscuridad es muy común tanto en adultos como en niños. Pero hay buenas noticias. Algunos expertos afirman que las personas extremadamente imaginativas tienden a tener miedo a la oscuridad. En cuanto se apagan las luces, su imaginación hiperactiva se pone en marcha, construyen escenarios en su cabeza y acaban asustándose a sí mismos.
Miedo a volar
El miedo a volar se conoce como aviofobia. Las personas con este tipo de miedo necesitan tenerlo todo bajo control. En su vida, tener el control les ayuda constantemente a conducirse por la vida. Pero cuando están en el aire, no tienen poder sobre nada del vuelo, queda en manos de un extraño. Esto les lleva a crear escenarios en su cabeza.
Miedo a hablar en público
¿Le aterroriza la idea de subirse a un escenario y hablar ante el público? No es el único. La mayoría de las personas con miedo escénico son introvertidas. Les encanta estar con sus propios pensamientos y prefieren confiar en unos pocos amigos antes que en un grupo grande de personas. No se sienten cómodos siendo el centro de atención.
Miedo a la sangre
¿Te retuerces al ver sangre? Suena como si tuvieras hemofobia, también conocida como miedo a la sangre. Se cree que las personas que se desmayan al ver sangre están llenas de calma en su vida. Cuidan de sí mismas y de su cuerpo con gran pasión. Y se sienten mareadas ante la idea de que algo dañe su cuerpo. Cuando se desmayan al ver sangre, es su cerebro el que les dice que algo va mal.
Miedo a los gérmenes
¿Obsesionado con tener todo en su casa impecable y brillante? ¿Te aterroriza tocar algo sin tu pañuelo de confianza? Es posible que padezcas misofobia, comúnmente conocida como miedo a los gérmenes. Aunque la obsesión puede conseguirte una casa y una mesa de trabajo relucientes, lo cierto es que podrías tener problemas de ansiedad ocultos. Tus niveles de ansiedad son altos y te cuesta enfrentarte a las cosas sin orden.
Miedo a estar solo
A algunas personas les encanta estar rodeadas de gente todo el tiempo. Les encanta ser el centro de atención y nunca se les ve solos. Esto puede ser consecuencia de la monofobia o miedo a estar solo. Estar solos les hace sentirse incómodos, una razón por la que odian estar solteros. El miedo a la soltería influye mucho en sus decisiones, como conformarse con alguien que no les atrae.
Miedo a los lugares abarrotados
¿Le dan pánico los lugares abarrotados? Resulta que podrías tener agorafobia o miedo a los lugares abarrotados de gente. Esto revela que, aunque te encanta salir con amigos, pones límites para evitar entrar en conflictos. También tiendes a ser cuidadoso a la hora de elegir a las personas que serán tus amigos.
Miedo a las serpientes
El miedo a las serpientes, también conocido como ofidiofobia, revela una parte interesante de tu personalidad. Los psicólogos sugieren que algunas personas desarrollan los mismos miedos que tenían sus antepasados. En la época de sus antepasados, era un instinto de supervivencia protegerse a sí mismos y a su familia de las serpientes. Este miedo pasó de generación en generación, provocando que tú tengas los mismos instintos protectores.
Miedo a la altura
Los expertos sugieren que las personas con miedo a las alturas o acrofobia tienen una naturaleza compleja. Por un lado, les encantan las aventuras y formar parte de experiencias llenas de diversión. Por otro lado, les petrifica lo desconocido. Esta combinación de sentimientos complejos puede hacer que les resulte difícil tomar decisiones o incluso mantenerse en un lado de una discusión.
Así que, la próxima vez que te encuentres en una situación incómoda y sientas miedo, no seas demasiado duro contigo mismo. Lo único que necesitas es una forma de evitarlo.