Consejos para detectar y detener a tiempo un ataque de nervios
La mayoría de nosotros sufrimos estrés y ansiedad a diario. Algunos sabemos cómo afrontarlo y otros no. A veces, los niveles de estrés y ansiedad aumentan hasta un punto en el que empiezan a afectar a la vida de una persona. Esto puede describirse como una crisis nerviosa.
Una crisis nerviosa no es un término médico que describa una afección específica. Una crisis nerviosa, también conocida como crisis de salud mental, es una forma de trastorno de ansiedad.
Una persona puede sufrir una crisis nerviosa si un acontecimiento le provoca un estrés extremo, como un traumatismo o la muerte de un ser querido. Sin embargo, algunos pueden sufrirlo debido a la acumulación gradual de estrés cotidiano. Los factores que contribuyen al estrés cotidiano incluyen presiones relacionadas con el trabajo, inestabilidades financieras, desempleo, relaciones inseguras y otros.
Hay muchos signos diferentes que indican que una persona está sufriendo un ataque de nervios. Algunas señales se refieren al estado mental de la persona y a sus emociones, mientras que otras afectan a su salud física. Examinemos los signos emocionales y físicos de una crisis nerviosa.
Signos y síntomas de una crisis nerviosa
Signos emocionales de una crisis nerviosa
Si está sufriendo una crisis nerviosa, los siguientes signos están relacionados con su estado mental y sus sentimientos.
Aislamiento: Puede sentirse desinteresado por la compañía de familiares y amigos. También puede desconectarse de las actividades cotidianas.
Incapacidad para concentrarse: Puede que le resulte difícil centrarse en una tarea concreta, por ejemplo, en el trabajo. También puede distraerse con facilidad.
Mal humor: Puede sentirse decaído o deprimido. También son frecuentes los arrebatos emocionales de ira, miedo e impotencia.
Desapego emocional: Puede sentir que no es usted mismo y puede desvincularse de las situaciones.
Alucinaciones: Los flashbacks intensos de un acontecimiento estresante o traumático pueden asociarse al trastorno de estrés postraumático. Estos deben ser comunicados a su médico o consejero.
Tendencias a autolesionarse: En casos graves de crisis nerviosa, tienes pensamientos que implican hacerte daño físicamente. Esto requiere ayuda profesional inmediata.
Abuso de sustancias: El consumo de alcohol o drogas para hacer frente a una situación difícil puede ser un signo de una crisis nerviosa.
Signos físicos de una crisis nerviosa
Si está sufriendo una crisis nerviosa, los siguientes son los síntomas físicos a los que debe prestar atención.
Insomnio: Si está demasiado estresado, puede que le resulte difícil dormir o que experimente trastornos del sueño.
Agotamiento: El insomnio o las alteraciones del sueño pueden hacer que se sienta agotado. También puede faltarle energía y sentirse aletargado, incapaz de realizar tareas rutinarias.
Enfermedades frecuentes: El agotamiento puede hacerle más propenso a infecciones y otras enfermedades.
Dolores de cabeza: Puede experimentar dolores de cabeza frecuentes. A veces, también puede sentirse mareado.
Dolores musculares: Si está demasiado estresado, puede tener los músculos rígidos y doloridos, sobre todo en la mandíbula o la espalda, debido a la tensión muscular.
Problemas intestinales: Los calambres estomacales y los movimientos irregulares del intestino son síntomas físicos comunes de una crisis nerviosa.
Corazón acelerado: Puede sentir que su ritmo cardíaco es más rápido de lo habitual. También puede sentir un nudo en la garganta que le dificulte la respiración.
Sudores: Puede experimentar sofocos de calor o frío con las manos húmedas si sufre una crisis nerviosa.
Si crees que has sufrido los síntomas de un ataque de nervios, aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a sobrellevar tu situación.
Consejos para evitar un ataque de nervios
Habla con alguien que pueda ayudarte
Si crees que has experimentado algunos de los síntomas de un ataque de nervios, lo primero que debes hacer es hablar con alguien sobre tus sentimientos. Habla con alguien que pueda ayudarte, como tu médico, un familiar o incluso un terapeuta. No tienes por qué sufrir solo. Compartir tus sentimientos te ayudará a quitarte un peso de encima.
Cuando tengas a alguien que te escuche, te sentirás mejor. Un familiar, amigo o médico de confianza se asegurará de que no hay nada de lo que preocuparse.
Cuide su cuerpo
Cuando estás estresado, tu cuerpo libera una hormona llamada cortisol. El exceso de cortisol en la sangre puede causar una serie de problemas. Puede experimentar un aumento de peso inusual. Existe una relación entre el aumento de los niveles de cortisol y la ingesta de muchas calorías. Su respuesta al estrés puede afectar a su comportamiento alimentario.
Por lo tanto, es importante seguir una dieta equilibrada que incluya muchas frutas, verduras y proteínas. Sin una nutrición adecuada, tu cuerpo no podrá hacer frente al estrés. Intente mantenerse físicamente activo. Empieza dando paseos por tu barrio y aumenta poco a poco tus actividades físicas, como ir al gimnasio o practicar tu deporte favorito. Exponga su cuerpo a abundante luz solar, ya que se sabe que la vitamina D estabiliza su estado de ánimo y mejora los patrones de sueño.
Dé prioridad a la relajación
Cuando ha tenido un día estresante, siempre es importante dedicar tiempo a relajar el cuerpo y la mente. Esto permitirá que su cuerpo se sienta reenergizado y que su mente pueda centrarse en lo que necesita. La relajación regular le ayudará a cambiar su forma de pensar y de sentir las cosas.
Para relajar la mente puedes hacer ejercicios de respiración profunda. Sumergirte en un baño caliente y escuchar tu música favorita son formas de relajar la mente. A algunas personas les relaja llevar un diario en el que anotan sus sentimientos y su rutina diaria. La meditación consciente también es una buena forma de relajar la mente.
El yoga y los masajes corporales pueden ayudar a relajar el cuerpo. También puede probar la relajación muscular progresiva. Este proceso consiste en tensar y relajar cada grupo muscular. La relajación muscular progresiva puede reducir la ansiedad y la tensión muscular. Tomar algo caliente que no contenga alcohol ni cafeína, como té de hierbas o leche caliente, puede ayudar a relajar el cuerpo.
Aborde sus problemas correctamente
Si considera sus problemas como un gran lío, le resultará aún más difícil resolverlos. Ignorar tus problemas no te ayudará porque acabarás teniendo un montón de problemas sin resolver. La solución es abordar los problemas de uno en uno.
Siempre es una buena práctica tomarse tiempo y no precipitarse. Si estás pasando por momentos difíciles, no tomes decisiones importantes. Es muy probable que no sean las mejores decisiones. Date siempre tiempo para afrontar una situación estresante y luego aborda cada problema de uno en uno.
Piensa en positivo
A medida que te dediques tiempo a ti mismo y relajes tu mente y tu cuerpo, también notarás que tus pensamientos cambian. Poco a poco empezará a pensar en positivo. Cuando piense en positivo, las tareas que parecían difíciles en el pasado parecerán mucho más fáciles de manejar.
Poco a poco establecerá límites para no alterarse por pequeños problemas. Poco a poco empezarás a sentirte bien con la persona que eres y eso se reflejará en tu vida diaria cuando conozcas a gente nueva. Podrás centrarte en un futuro mejor si piensas en positivo.
Si crees que has sufrido un ataque de nervios, no pasa nada porque no estás solo en esto. No tienes por qué avergonzarte de haber sufrido un ataque de nervios. Si crees que estos consejos no han ayudado en tu situación actual, deberías consultar a un médico o a un terapeuta para obtener ayuda profesional.