Condiciones de salud que pueden cambiar su personalidad

La personalidad es la combinación de características o cualidades que forman el carácter distintivo de una persona. Sus hábitos, reacciones, gestos y pensamientos forman parte de su personalidad. Pero algunos problemas de salud pueden afectar a su forma de pensar y comportarse, lo que en conjunto puede cambiar su personalidad.

Por ejemplo, aunque estés con un simple resfriado o gripe, tu comportamiento cambia notablemente. Sin embargo, la mayoría de las dolencias que tienen un gran impacto en la alteración de tu personalidad son afecciones mentales. Éstas son algunas de las enfermedades que pueden afectar a la personalidad.

Depresión

La depresión se ha convertido en un trastorno mental común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Afecta a personas de todas las edades, desde los jóvenes hasta los ancianos. La mayoría de los trastornos crónicos del estado de ánimo, como la depresión, comienzan como altos niveles de ansiedad en los niños.

La depresión no sólo afecta al estado de ánimo, sino también al pensamiento, la memoria y la toma de decisiones. Cambia su perspectiva del mundo y le hace sentir que la vida no merece la pena. La depresión provoca cambios de humor que pueden ser muy diferentes en hombres y mujeres. Las mujeres suelen sentirse inútiles, tristes y culpables, mientras que los hombres tienden a sentirse cansados, irritados y enfadados.

Enfermedad tiroidea

La glándula tiroides produce hormonas, que son necesarias para que todas las células del cuerpo funcionen con normalidad. La producción excesiva de estas hormonas puede volverle irritable, ansioso y provocar grandes cambios de humor. La producción insuficiente de estas hormonas por parte de la glándula tiroides hace que su personalidad parezca plana.

Puede volverse olvidadizo y tener dificultades para pensar con claridad. Si no se trata, puede causar efectos duraderos o permanentes en su cerebro. Mientras que los pacientes con hipotiroidismo suelen manifestar rasgos de depresión, el hipertiroidismo presenta un espectro más amplio de síntomas neuropsiquiátricos que incluyen tanto la depresión como la ansiedad.

Enfermedad de Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer afecta al pensamiento, el juicio, la memoria y la capacidad de tomar decisiones. Puede sentirse confuso y no saber cómo actuar. En sus fases iniciales, puede estar ansioso o enfadarse con más facilidad. Con el tiempo, puede tener consecuencias más graves para la salud.

La depresión y la ansiedad son frecuentes, sobre todo durante las fases iniciales, cuando los pacientes pueden tener una visión más clara y son conscientes de sus déficits de memoria. Una persona afable y que se adapta con facilidad puede volverse mandona y exigente. Las personas que se preocupaban o estresaban innecesariamente pueden volverse de repente tranquilas y contentas.

Demencia con cuerpos de Lewy

Es el segundo tipo de demencia más frecuente después de la enfermedad de Alzheimer. En las zonas del cerebro que controlan la memoria, el movimiento y el pensamiento se forman grupos de proteínas inusuales conocidas como cuerpos de Lewy. Por tanto, este trastorno le afecta tanto mental como físicamente. Las personas con esta afección pueden volverse más pasivas.

Este trastorno empeora con el tiempo y quienes lo padecen pueden mostrar poca emoción y perder interés por aficiones y otras actividades. Otros síntomas pueden ser fluctuaciones en el estado de alerta, alucinaciones, lentitud de movimientos, problemas para caminar y rigidez.

Enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Parkinson se asocia a fluctuaciones motoras en las que muchos pacientes también desarrollan fluctuaciones del estado de ánimo. Aunque comienza como un leve temblor en la mano, el Parkinson puede acabar afectando a la forma de andar, hablar, dormir y pensar.

Al principio, puede hacer que la persona haga cosas como obsesionarse con pequeños detalles o un descuido repentino. Más adelante, pueden parecer despistados o no tan sociables como antes. También es más difícil mantener la concentración.

Tumor cerebral

Un tumor en el lóbulo frontal del cerebro puede afectar negativamente a las áreas relacionadas con la personalidad, las emociones, la resolución de problemas y la memoria. Cuando estas áreas del cerebro se ven afectadas por un tumor, puede sentirse confuso u olvidadizo. También puede provocar cambios de humor, volverle más agresivo o desencadenar pensamientos paranoicos. Diversos factores pueden provocar cambios en el comportamiento de los pacientes con tumores cerebrales.

La localización, el tamaño y el ritmo de crecimiento del tumor pueden influir en el comportamiento del paciente. Incluso tratamientos como la radiación, la cirugía y la quimioterapia pueden afectar a cómo se siente y se comporta el paciente. También deben tenerse en cuenta los efectos psicológicos y emocionales de los tumores cerebrales. Incluso ciertos tipos de cáncer pueden cambiar el comportamiento de una persona. Los tumores en el cerebro o en la médula espinal, o incluso en la glándula pituitaria, que controla los niveles hormonales, pueden afectar a la personalidad.

Accidente cerebrovascular

Cuando se interrumpe el riego sanguíneo a una parte del cerebro, las células de esa zona se quedan sin oxígeno y empiezan a morir. Los efectos también dependen de la duración del ictus y del lugar del cerebro donde se produzca. Algunas partes del cuerpo pueden quedar inmóviles, lo que puede alterar su personalidad de muchas maneras.

Puede impacientarse con más facilidad, experimentar graves cambios de humor o actuar de forma más impulsiva que antes. Los trastornos emocionales y del estado de ánimo son síntomas frecuentes en los supervivientes de un ictus. Estos síntomas son angustiosos tanto para los pacientes como para sus cuidadores, e influyen negativamente en su calidad de vida.

Lesión cerebral traumática

Un golpe grave en la cabeza puede cambiar la personalidad de una persona. En casos extremos, puede sentir que es una persona diferente y decir o hacer cosas que nunca habría hecho en el pasado. Los trastornos del estado de ánimo son consecuencias frecuentes de los traumatismos craneoencefálicos (TCE).

Ciertas partes del cerebro, como el hipocampo, son más vulnerables a los daños provocados por las lesiones. Se han descrito alteraciones en el funcionamiento y la morfología del hipocampo en trastornos cognitivos y depresivos.

Trastorno obsesivo-compulsivo

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) provoca ansiedad e impide controlar los pensamientos y los impulsos. Las personas con TOC pueden lavarse las manos repetidamente aunque estén limpias. Son propensas a dudar de sí mismas y pueden tardar mucho tiempo en completar tareas fáciles.

Las críticas empeoran el trastorno, ya que sólo aumentan su ansiedad. El TOC se considera un trastorno de ansiedad que también puede presentarse junto con otros trastornos neuropsiquiátricos y especialmente con otros trastornos de ansiedad y del estado de ánimo.