Complicaciones graves para la salud de la diabetes no controlada
Si no se controla bien, la diabetes puede ser una enfermedad debilitante para la salud. Las consecuencias a largo plazo de la diabetes incluyen daños en los vasos sanguíneos pequeños y grandes de los órganos vitales, las encías, las extremidades y los ojos. El daño nervioso también es una complicación de la diabetes no controlada. Estas son las 7 complicaciones de los niveles altos de azúcar en sangre debidos a una diabetes mal controlada.
Reduce el funcionamiento del cerebro
Varios estudios científicos han descubierto que las personas con diabetes no controlada tienen una velocidad mental más lenta, lo que les incapacita para organizarse y tomar decisiones sin demora. Su capacidad de aprendizaje y su poder de memoria también disminuyen en presencia de niveles de azúcar en sangre constantemente elevados. Los diabéticos resistentes a la insulina también son más propensos a desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
Aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas
El riesgo de enfermedades cardiovasculares se dispara en las personas diabéticas. Se calcula que la probabilidad de sufrir un infarto de miocardio o un ictus en un diabético no controlado es cinco veces mayor que en un no diabético. El riesgo aumenta aún más si se trata de un diabético con hipertensión, altos niveles de colesterol malo y obesidad. Los fumadores diabéticos también corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones potencialmente mortales debidas a una mala salud cardiaca.
Favorece la pérdida de visión
La diabetes es la principal causa de ceguera entre las personas de 20 a 75 años. Los altos niveles de azúcar en sangre provocan la destrucción de los vasos sanguíneos de los ojos. La falta de una nutrición adecuada provoca daños en la retina, la mácula y el cristalino. Esta es la razón por la que la retinopatía, la inflamación de la mácula o edema macular y la catarata son más probables en la diabetes de larga duración. El glaucoma también es frecuente en las personas que padecen diabetes.
Afecta al funcionamiento renal
La diabetes prolongada puede provocar una disminución de la capacidad de filtración sanguínea de los riñones. El fallo de los riñones provoca la acumulación de toxinas en el organismo, que pueden alcanzar niveles tóxicos. Por desgracia, la enfermedad renal permanece asintomática hasta que se agrava. La hinchazón de las manos, los pies y la región alrededor de los ojos son síntomas característicos de la enfermedad renal.
Causa daño nervioso progresivo
La neuropatía diabética es el daño nervioso progresivo que se produce en la diabetes de larga duración. Cuando se dañan los nervios sensoriales, los diabéticos pierden la capacidad de sentir cambios de temperatura, como calor o frío, y dolor. La mala irrigación sanguínea y nerviosa en la diabetes facilita que las heridas se infecten sin curarse a tiempo. Esta es la razón por la que debe cuidar meticulosamente sus manos, pies, piernas y uñas, protegiéndolos contra cualquier posibilidad de lesión.
Altera el funcionamiento de la tiroides
Los investigadores han descubierto que los trastornos tiroideos son más frecuentes entre ellas en comparación con la población normal. Se calcula que hasta el 30% de las mujeres diabéticas de tipo 1 padecen enfermedades tiroideas. Las mujeres embarazadas con diabetes son 3 veces más propensas a desarrollar tiroiditis posparto que las mujeres embarazadas no diabéticas.
Deteriora la salud bucodental
La diabetes mal controlada coexiste con enfermedades graves de las encías y caries dentales. El alto contenido de azúcar en la saliva favorece el crecimiento de microorganismos patógenos que causan gingivitis y caries dentales. Si no se sigue una higiene bucal adecuada, con el tiempo se producirán enfermedades de las encías, movilidad y pérdida de dientes.
Como cualquier enfermedad crónica, vivir con diabetes puede ser todo un reto. Sin embargo, un enfoque disciplinado de la dieta y el estilo de vida puede evitar las complicaciones mencionadas. Controle sus niveles de azúcar en sangre comiendo sano, manteniendo un peso corporal saludable y manteniéndose activo. No olvide visitar periódicamente a su médico para que le haga un chequeo y pueda diagnosticar cualquier complicación lo antes posible.