Cómo reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer y demencia

La enfermedad de Alzheimer y la demencia resultante son un grave motivo de preocupación, ya que su número sigue aumentando cada año.

Aunque la demencia no es una enfermedad en sí, es un síndrome causado por otras enfermedades o lesiones que afectan al cerebro, como la enfermedad de Alzheimer y el ictus. Puede ser crónica o progresiva, y se caracteriza por un grave deterioro de la función cognitiva. La demencia tiene tres fases: demencia precoz, media y tardía. La primera comienza con un simple olvido, progresa hasta olvidar los nombres de las personas y, por último, hasta olvidar quiénes son sus seres queridos e incluso la capacidad de caminar.

No existe cura ni tratamiento eficaz para la demencia, pero hay varias formas de prevenirla. A continuación le indicamos cómo puede reducir el riesgo de desarrollar demencia:

Vitamina D óptima

Una forma sencilla de reducir el riesgo de demencia es asegurarse de que está al día con su ingesta de vitamina D. La vitamina D es en realidad un grupo de secosteroides que actúan más como hormonas que ayudan a los intestinos a absorber el calcio, el hierro, el magnesio, el fósforo y el zinc. Sin embargo, los estudios han demostrado que entre el 40% y el 75% de los adultos tienen carencias de vitamina D. Las personas mayores con carencias leves tienen un 53% más de riesgo de demencia, y esa cifra aumenta hasta el 125% en las personas con carencias graves. Su cuerpo puede producir su propia vitamina D a partir del sol, pero esto puede resultar difícil debido a un estilo de vida en gran parte interior. Así que hable con su médico o nutricionista sobre los suplementos de vitamina D. También puede aumentar su ingesta de vitamina D consumiendo más de estos alimentos:

Aceite de hígado de bacalao
Pez espada
Salmón
Atún
Yogur enriquecido
Sardinas
Hígado

Ácidos grasos omega-3

Los ácidos grasos omega-3 son una grasa dietética esencial que resulta crucial para el desarrollo cognitivo temprano en los niños y para el aprendizaje y la memoria en los adultos. Se encuentra en nuestras membranas celulares, y se cree que unos niveles más altos de esta grasa en nuestras células cerebrales mejoran su comunicación con otras células del cuerpo. Entre los alimentos ricos en ácidos grasos Omega-3 se incluyen:

Pescado azul (caballa, atún, arenque y salmón)
Aceite de linaza
Semillas de chía
Nueces
Soja
Espinacas

Coma verduras de hoja verde

Los beneficios de comer más verduras son indiscutibles. Cuando los investigadores de la Universidad Rush dieron a los adultos una ración de verduras de hoja verde al día, descubrieron que estos adultos tenían la misma función cognitiva que los que eran 11 años más jóvenes que ellos en comparación con los que no comieron las verduras. Las verduras de hoja verde tienen altos niveles de folato, betacaroteno y vitamina K, que pueden potenciar la función cerebral. Aunque se necesita más investigación para estudiar la relación entre ambos, no hay nada malo en consumir más verduras, ¿verdad? Aquí tienes una lista de verduras que puedes probar:

Espinacas
Col rizada
Col rizada
Espárragos
Coles de Bruselas

Duerma bien

Los estudios han descubierto que la falta crónica de sueño puede dar a las proteínas que causan la demencia un mayor acceso a su cerebro. Además, una falta específica de sueño profundo no REM (movimiento ocular rápido) puede poner a su cerebro en un riesgo aún mayor de pérdida de memoria. Básicamente, lo que importa no es la cantidad de sueño, sino la calidad. Los estilos de vida estresantes y los malos hábitos alimentarios afectan a la calidad del sueño. La mejor forma de contrarrestarlo es organizarse mejor para estar menos estresado por el trabajo y reducir el consumo de estimulantes como el café y el azúcar. También se ha comprobado que practicar la meditación proporciona un buen sueño.

Disminuir la inflamación

Las personas que sufren inflamación tienen un mayor riesgo de padecer demencia. Según una investigación publicada en la revista Neurochemical Research, la inflamación crónica de bajo grado provoca cambios en nuestra estructura cerebral y está relacionada con los cambios neurodegenerativos asociados a la demencia y el Alzheimer. El estrés, la falta de sueño y una dieta y hábitos de vida deficientes son algunas de las principales causas de la inflamación. Se puede combatir la inflamación hasta cierto punto consumiendo alimentos con propiedades antiinflamatorias. Entre estos alimentos se incluyen

Ácidos grasos omega-3
Probióticos
Cúrcuma
Verduras de hoja verde
Frutos secos y semillas
Aceite de oliva
Alimentos ricos en vitamina D