Cómo puede perjudicar el ejercicio a tu salud vaginal

Hacer ejercicio, sin duda, mejora tu salud en general y te pone en forma. Sin embargo, los entrenamientos intensos y extenuantes pueden provocar lesiones y molestias, incluso ahí abajo. Los daños en la salud vaginal como consecuencia del ejercicio son bastante frecuentes en las mujeres que hacen ejercicio con regularidad y pueden ir desde una infección leve hasta lesiones graves en la región pélvica. Estas son algunas de las formas en que tu rutina de ejercicios puede dañar tu salud vaginal.

Formas en las que tu entrenamiento está dañando la salud vaginal

Infecciones por hongos

Seguro que sudas mucho cuando haces ejercicio. Y aunque sudar es bueno para tu cuerpo porque te ayuda a refrescarte, sudar en exceso ahí abajo puede hacerte muy susceptible a las infecciones por hongos, causadas por un crecimiento excesivo de los hongos vaginales ya existentes. Estas infecciones también pueden producirse cuando vas a nadar y te quedas mucho tiempo en bañador después de terminar. Suelen ir acompañadas de síntomas como flujo blanco espeso, vagina maloliente y picor intenso.

Evita que el exceso de levaduras acampe en tu vagina simplemente cambiándote la ropa sudada del gimnasio o el bañador mojado y poniéndote un conjunto de ropa limpia y seca. También es importante llevar ropa de material transpirable, como el algodón.

Llagas en el sillín

Si el ciclismo forma parte de tu rutina de entrenamiento habitual, seguro que alguna vez has sufrido una llaga en el sillín. Se trata de una úlcera que se desarrolla como resultado de estar sentado durante demasiado tiempo y se caracteriza por piel agrietada, rota y a veces incluso ampollas en la vulva. Una postura correcta al sentarte en la bicicleta y unos pantalones cortos acolchados podrían solucionar este problema. También podrías probar una rutina de ciclismo diferente para aliviarte.

Erupciones

Cualquier tipo de entrenamiento intenso va a provocar mucha fricción debido al contacto piel con piel y al sudor, especialmente alrededor de la vagina. Aunque esto es perfectamente normal, puede provocar muchas molestias porque es probable que cause quemaduras y erupciones. Las compresas y los salvaslips no son realmente transpirables. Por lo tanto, utiliza compresas menstruales de tela o ropa interior para el periodo para absorber el sudor y evitar esas quemaduras y sarpullidos dolorosos. Si ves suciedad en la zona vaginal y en la cara interna de los muslos, lávatela y airea bien la zona. También puedes lubricar la zona con un poco de vaselina para evitar el exceso de fricción. Recuerda utilizar siempre ropa de entrenamiento transpirable.

Forúnculos dolorosos

La fricción constante al hacer ejercicio no sólo provoca erupciones, sino también vellos encarnados debido a la irritación de los folículos pilosos de la vagina. Esto puede aumentar la posibilidad de que aparezcan forúnculos, que se hinchan y se llenan de pus. Estos forúnculos pueden ser bastante dolorosos, por lo que es importante tratar la vagina con cuidado cuando aparezcan. Si sueles afeitarte la zona, utiliza una recortadora. Asegúrate de no reventar los forúnculos, ya que si lo haces, la infección se extenderá al torrente sanguíneo. También puedes aplicar una compresa caliente para aliviar el dolor.

Prolapso de órganos pélvicos

El prolapso de órganos pélvicos se produce cuando los músculos de la región pélvica se debilitan y uno de los órganos pélvicos, como la vejiga, el útero o el recto, se sale de su sitio y presiona contra la vagina, creando un bulto. Ciertos ejercicios, como levantar pesas, ejercicios abdominales y correr, pueden empeorar un prolapso. Asegúrate de consultar a tu médico si experimentas esto para averiguar qué ejercicios son buenos para ti y cuáles no.

Cortes, rasguños y hematomas

Los ejercicios intensos provocan cortes, rasguños y moretones no sólo en los brazos y las piernas, sino también en la vagina. Si te has cortado o raspado ahí abajo, asegúrate de limpiar bien la herida. Puedes aplicarte hielo si tienes un moratón. Además, evita hacer ejercicio hasta que se te cure la herida.

Ahora que ya sabes cómo el ejercicio puede dañar tu vagina, aquí tienes algunos consejos sencillos para garantizar una buena salud general y, por extensión, una buena salud vaginal.

Hábitos de ejercicio saludables para una buena salud general y vaginal

Bebe mucha agua antes, durante y después del ejercicio para mantenerte hidratada.
Evita las duchas vaginales y el uso de productos de cuidado femenino.
Siga una dieta equilibrada con carnes magras, pescado, frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables.
Duerma lo suficiente cada noche.
Fíjese objetivos de entrenamiento realistas.

Si nota que sus síntomas empeoran, consulte a su médico inmediatamente.