Cómo permite el azúcar que crezcan células cancerosas en el organismo

Consumir azúcar puede darle un rápido impulso de energía cuando lo necesite, pero incluirla en exceso en su dieta puede provocar graves problemas de salud, como obesidad y diabetes. Recientemente se ha cuestionado la relación del azúcar con el cáncer. Se sabe que el consumo excesivo de azúcar afecta a los niveles de insulina, lo que provoca enfermedades crónicas, pero ¿causa directamente cáncer?

¿Cómo crece el cáncer?

Las células sanas del cuerpo siguen un determinado patrón o regla cuando se replican y dividen. Una célula cancerosa se crea cuando un gen de una célula sana o de un pequeño grupo de células sufre una mutación. Una vez que una célula muta, su capacidad para seguir un determinado patrón o programa durante el crecimiento y la multiplicación se ve obstaculizada, lo que hace que la célula se divida sin control formando un bulto llamado tumor. Cuando los tumores crecen, necesitan un suministro excesivo de sangre. Por ello, envían señales para reclutar nuevos vasos sanguíneos que les ayuden a crecer. En cuanto las células cancerosas estimulan el crecimiento de los vasos sanguíneos, aumentan de tamaño más rápidamente.

Al igual que cualquier otra célula sana, las células cancerosas necesitan oxígeno y nutrientes para crecer. Tanto las células sanas como las cancerosas utilizan la glucosa como fuente de energía. Un suministro constante de glucosa alimenta las células cancerosas incluso cuando no se incluye ningún hidrato de carbono en la dieta, ya que el organismo fabrica glucosa a partir de proteínas y grasas.

¿Cómo favorece el azúcar el crecimiento del cáncer?

En realidad, existen dos formas en las que el azúcar favorece el crecimiento de las células cancerosas. El azúcar alimenta y proporciona energía directamente a las células cancerosas, como hace con cualquier otra célula sana, y su exceso crea un entorno tóxico que favorece el crecimiento del cáncer. Según las investigaciones, el principal factor que influye en el crecimiento de las células cancerosas es la relación del azúcar con niveles más altos de insulina y otros factores de crecimiento relacionados.

Dado que muchos tipos de células cancerosas tienen muchos receptores de insulina, responden a la capacidad de la insulina para promover el crecimiento más que las células normales. No existe una relación directa entre la obesidad y el desarrollo de cáncer, pero ser obeso puede provocar algunos cambios en los niveles de hormonas sexuales o de insulina que aumentan el riesgo de cáncer de colon, mama o útero.

¿Qué precauciones puede tomar para reducir el riesgo de crecimiento de células cancerosas?

Para reducir el riesgo de crecimiento de células cancerosas, hay que empezar a vigilar lo que se come. Tiene que eliminar todas las formas de azúcares refinados y alimentos procesados de su dieta. Esto no sólo reducirá el riesgo de crecimiento de células cancerosas, sino que también disminuirá el riesgo de otras enfermedades, como la diabetes, la obesidad y las enfermedades del corazón. En su lugar, empiece a consumir una dieta sana y equilibrada, que incluya abundantes cereales integrales y la cantidad recomendada de frutas y verduras.

Evite el jarabe de maíz con alto contenido en fructosa y los sustitutivos del azúcar modificados genéticamente, como el aspartamo, y utilice edulcorantes naturales como la miel o la estevia. Los azúcares naturales como el sirope de arce, el néctar de agave, la melaza y la miel contienen antioxidantes que pueden proteger las células del cáncer. Además, mantente activo. El ejercicio regular ayuda a mantener un peso corporal saludable y disminuye la resistencia a la insulina. No es necesario que empiece a hacer ejercicio vigorosamente si no está acostumbrado. Empiece despacio y vaya aumentando la intensidad. La clave está en incorporar a su estilo de vida cualquier forma de ejercicio que le ayude a mantenerse activo.