Cómo perder el sobrepeso causado por el estrés

Por mucho que lo detestemos, el estrés forma parte de todas nuestras vidas. A pesar del ejercicio regular y de una dieta equilibrada, el estrés crónico no sólo puede impedir la pérdida de peso, sino también aumentarlo. El estrés hace que nos entreguemos a la comida. En un estudio específico, el estrés psicosocial, la ansiedad y la depresión se asociaron al aumento de peso entre hombres y mujeres con índices de masa corporal más elevados. Ser consciente de esta relación puede ayudar a los pacientes obesos a evitar ganar más peso durante los periodos de estrés.

Cuando se está estresado, el cuerpo libera una hormona llamada cortisol, que indica al organismo que debe reponer su energía aunque no haya quemado calorías. Esto provoca hambre, lo que hace que la persona ingiera más alimentos. El cuerpo sigue liberando cortisol mientras exista el estrés. Esto puede convertir el comer en exceso en un hábito. Los alimentos grasos y azucarados suelen ser las primeras opciones, ya que a la mayoría de la gente le encantan. Algunas investigaciones demuestran que, como comportamiento para afrontar el estrés, las mujeres son más propensas a dejarse llevar por la comida, mientras que los hombres se dejan llevar por el alcohol o el tabaco.

En el lado negativo, el cortisol hace que el cuerpo almacene grasa, especialmente grasa visceral. El cortisol provoca el almacenamiento de grasa y el aumento de peso en las personas estresadas. Los niveles más altos de cortisol en las células adiposas profundas que rodean el abdomen pueden conducir a la obesidad debido a que se producen mayores cantidades de cortisol a nivel tisular. Esto es malo para la salud, ya que rodea órganos vitales y libera ácidos grasos en la sangre, aumentando los niveles de colesterol e insulina, causantes de enfermedades cardiacas y diabetes. He aquí métodos sencillos para perder el peso ganado debido al estrés.

Haga ejercicio

El ejercicio es un calmante eficaz e instantáneo del estrés. Hace que el cuerpo piense que está evitando la fuente del estrés. Los ejercicios mejoran la circulación sanguínea y transportan rápidamente el cortisol a los riñones, que lo eliminan del cuerpo. Ejercicios sencillos como flexiones, sentadillas o simplemente flexionar los músculos de las manos y las piernas ayudarán a mover el cortisol.

Coma despacio

Cuando se está estresado, no sólo se come en exceso, sino que también se engulle la comida más rápido de lo habitual. Este comportamiento está relacionado con porciones más grandes y más grasa abdominal. El truco consiste en comer despacio, saboreando cada bocado, y centrarse en el aspecto saludable de la comida puede reducir los niveles de cortisol. Esto, a su vez, disminuye la cantidad de comida que ingerimos, mejora el metabolismo y evita la acumulación de grasa.

Controlar los antojos de comida

El estrés provoca ganas de comer algo dulce o salado. Es una sensación normal, y está bien darle al cuerpo lo que pide. Pero un poco de moderación puede hacer mucho bien. Es importante asegurarse de no darse un capricho. En lugar de comerte una tableta de chocolate entera, cómete sólo la mitad. O, si se trata de una bolsa de barquillos salados, cómete sólo unos pocos. Sea cual sea su antojo de comida, manténgalo al mínimo.

Evite el café

Mucha gente echa mano de la taza de café cuando está estresada. Pregunte a cualquier amante del café cómo se siente después de una taza de café cuando está estresado, y le dirá que es un calmante mágico para el estrés. Pero lo cierto es que la cafeína aumenta los niveles de cortisol. En su lugar, opta por el descafeinado, que no interfiere con el cortisol. Beber 2-3 tazas de café aumenta los niveles de esta hormona en un 25%. Incluso los cafés con leche pueden provocar un aumento de los niveles de cortisol. Dado que los niveles altos de cortisol conducen a comer por estrés, dejar la cafeína por completo puede ser una buena idea.

Come sano

Ésta es una solución que puede atajar el problema de raíz. Las deficiencias de vitamina B y C, calcio y magnesio provocan estrés. Así que, consumiendo alimentos ricos en estos nutrientes, podemos combatir el estrés. Al suplir estas carencias, se reducen los niveles de estrés y cortisol, con lo que disminuye la ansiedad por la comida. Consumir fruta o zumos de naranjas, pomelos o fresas nos aporta abundante vitamina C. El yogur desnatado contiene calcio y magnesio. Una tostada de pan integral untada con mantequilla de cacahuete nos aportará la cantidad necesaria de vitamina B y ácidos grasos que pueden disminuir la producción de cortisol.

Dormir bien

Es bien conocida la importancia del sueño para nuestro bienestar y su papel en la prevención y curación de enfermedades. Un sueño de buena calidad puede aliviar el estrés y añadir años a nuestra vida. De hecho, dormir es el método más eficaz para reducir el estrés. Se sabe que dormir seis horas o menos cada noche aumenta el cortisol, el apetito y el aumento de peso. Se recomienda dormir entre 7 y 9 horas cada noche. También se sabe que la falta de sueño aumenta los niveles de grelina, que es una hormona liberada en el tracto gastrointestinal que aumenta el hambre. Sin embargo, este efecto puede invertirse durmiendo bien durante algunas noches. Dormir bien puede reequilibrar todo esto y rejuvenecer el organismo.

Por lo tanto, para perder el peso ganado debido al estrés, es mejor abordar el estrés antes de combatir el peso. Puesto que la raíz del problema es el estrés, es importante tomar medidas que lo reduzcan. Comer alimentos sanos, hacer mucho ejercicio, meditar y dormir bien contribuirán en gran medida a garantizar una buena salud mental y física.