Cómo identificar los bultos en la piel y cuándo necesitan intervención médica

Cuando notamos un bulto inusual o un bulto en la superficie de la piel, a menudo pulsamos el botón del pánico demasiado pronto. Pero eso no es malo, ya que esas anomalías se tratan mejor cuando se detectan cuanto antes. A menudo nos dejan preocupados por lo que pueda ser o por si es canceroso.

Aunque lo mejor es que el médico lo examine y diagnostique el problema, algunos consejos que se mencionan a continuación pueden ayudarle a averiguar si el bulto o protuberancia anormal es motivo de preocupación. La mayoría de estos bultos y protuberancias no suelen ser amenazantes, pero ayuda saber cuáles son inofensivos y cuáles requieren atención médica inmediata.

Un bulto del tamaño de una canica

Si nota un bulto del tamaño de una canica, probablemente la causa principal sea un quiste o un lipoma. Ambos no son cancerosos y pueden aparecer casi en cualquier parte. Los lipomas son tumores de tejidos blandos de crecimiento lento que suelen localizarse en los tejidos subcutáneos de la cabeza, el cuello, los hombros y la espalda.

Estos tumores de crecimiento lento, en su mayoría benignos, suelen presentarse como masas móviles, redondas y no dolorosas con un característico tacto blando y pastoso. Los quistes se producen cuando las células muertas de la piel quedan atrapadas bajo un poro obstruido. Los lipomas y los quistes suelen desaparecer por sí solos sin necesidad de atención médica.

Cuándo necesita intervención médica

Debe consultar a su médico si alguna de las dos afecciones persiste durante más de dos meses o aumenta de tamaño de forma evidente, para asegurarse de que no son cancerosas. Pero, si muestran signos de enrojecimiento, sensibilidad o pus, puede indicar una infección, que suele tratarse con antibióticos o puede extirparse quirúrgicamente.

Un bulto en la mama

Muchas mujeres experimentan un bulto en la mama y pueden alarmarse ante la posibilidad de que se trate de un cáncer de mama. Sin embargo, las lesiones benignas son mucho más frecuentes que las malignas. De todos los bultos mamarios, entre el 60 y el 80 por ciento son benignos. El bulto puede deberse a una de estas tres razones no cancerosas, que incluyen:

Fibroadenoma, que es una masa móvil de tejido duro y gomoso de cualquier tamaño que suele verse en mujeres de entre 20 y 30 años, a menudo debido a las hormonas.

Un quiste, que suele tener el tacto de una uva blanda, pero que a veces puede ser tan duro como una canica, dependiendo del líquido que contenga. Los quistes aparecen sobre todo en mujeres de más de 40 años.

Cambio fibroquístico de la mama, que es una combinación de tejido fibroso y muchos quistes muy pequeños que afecta a la mitad de la población femenina.

Cuándo necesita intervención médica

Si el bulto permanece durante más de dos ciclos menstruales, es el momento de consultar al médico. Pero, si notas un nuevo bulto discreto, es mejor que te hagan una biopsia, sobre todo si has pasado de los 20 años.

Un gran grano en el pecho

Algunas mujeres pueden notar una formación parecida a un grano en el pecho. Pero podría tratarse de un tipo muy común de cáncer de piel llamado carcinoma basocelular, que es la neoplasia maligna más frecuente, sobre todo en personas de piel clara.

Los carcinomas se desarrollan a un ritmo muy lento y pueden pasar años antes de que se vuelvan elevados, redondos y nacarados, con vasos sanguíneos visibles y un borde enrollado alrededor del bulto. El tratamiento durante sus fases iniciales es casi un 95 por ciento eficaz y puede consistir en una extirpación con bisturí o con láser, que no deja cicatrices.

Cuándo necesita intervención médica

Si la llaga o lesión no se cura pronto, puede ser una señal de advertencia de algún cáncer de piel. Generalmente se observa en zonas de la piel expuestas al sol, como la cara, el pecho, la parte superior de la espalda, los brazos y el dorso de las manos, y en ocasiones puede provocar sangrado o picor. Acuda al médico si no desaparece en un mes.

Un bulto del tamaño de un guisante en el cuello

Un pequeño bulto del tamaño de un guisante que aparece casi en cualquier parte del cuerpo, pero generalmente cerca del cuello, es lo que los médicos denominan ganglio linfático. Estos nódulos duros, móviles y del tamaño de un guisante suelen aparecer cerca del cuello, la ingle, las axilas y detrás de la clavícula. Forman parte del sistema linfático, que transporta líquido linfático, nutrientes y material de desecho entre los tejidos corporales y el torrente sanguíneo.

Ayudan a filtrar las toxinas y las células sanguíneas muertas. Un resfriado común o una infección bacteriana leve pueden hacer que los ganglios linfáticos se hinchen al empezar a acumular células muertas. Los distintos ganglios reaccionan ante diversas partes del cuerpo. Por ejemplo, una herida infectada en un dedo puede provocar un aumento de tamaño del ganglio linfático de la axila. Sin embargo, no hay motivo para alarmarse, ya que el ganglio volverá a su tamaño original en unas semanas.

Cuándo necesita intervención médica

Si el ganglio linfático inflamado persiste o se hace más grande que un guisante y permanece así durante más de dos semanas, o si nota varios ganglios linfáticos inflamados, debe consultar a un médico. Normalmente, se recetan antibióticos para reducir el tamaño y la gravedad. Pero, si crece hasta alcanzar el tamaño de un tomate cherry, puede ser necesaria una biopsia para determinar si es canceroso.

Un quiste blando en la vagina

Ocasionalmente, algunas mujeres pueden notar un quiste blando y blando en la vagina. La causa más frecuente es la obstrucción del conducto de Bartolino. Los quistes del conducto de Bartolino y los abscesos de las glándulas son problemas frecuentes en las mujeres en edad reproductiva. Estas glándulas, normalmente del tamaño de un guisante, sólo son palpables si el conducto se vuelve quístico o se desarrolla un absceso de la glándula.

Cuando la lubricación secretada en la vagina queda atrapada en el conducto, se produce un quiste blando y blando que aparece cerca de la abertura vaginal. Sin embargo, suelen ser benignos y no requieren tratamiento. A menudo, sentarse en un baño caliente durante 20 minutos dos o tres veces al día puede ayudar a desobstruir el conducto.

Cuándo necesita intervención médica

En caso de que el quiste cause dolor o crezca notablemente de tamaño, debes consultar a tu ginecólogo y puede que tengas que someterte a un procedimiento llamado marsupialización. Consiste en drenar el quiste y coser la pared del quiste a la piel exterior para crear un nuevo conducto. Esto debería curarse en el plazo de un mes.

Juanetes en los pies

Algunas personas pueden notar que el dedo gordo del pie se desvía hacia los otros dedos más pequeños y que la articulación de detrás del dedo se ha hinchado. Esto se conoce como juanete, que es un agrandamiento de hueso o tejido en la articulación inferior que hace que el dedo forme un ángulo hacia dentro.

Según los expertos, la principal causa de esta afección es la artritis. La causa puede ser hereditaria o el calzado. A menudo, el culpable es el calzado. Elevar y aplicar hielo en el juanete durante 20 minutos o aplicar una pomada analgésica puede ayudar a aliviar la afección.

Cuándo necesita intervención médica

Debe consultar a un podólogo si las pomadas o las bolsas de hielo no consiguen reducir la inflamación y el dolor. Los médicos suelen inyectar un medicamento antiinflamatorio o pueden realizar una operación de juanetes. Sin embargo, puede tardar hasta un año en recuperarse por completo y no hay garantía de que alivie por completo el dolor.