Cómo educar a un niño sin alergias

Las alergias suelen ser hereditarias. Y aunque los genes desempeñan un papel importante, es posible reducir el riesgo de su hijo. En algunos casos, se pueden prevenir por completo.

Al fin y al cabo, las alergias pueden ser peligrosas. Los síntomas van de leves a potencialmente mortales. Todo se reduce a problemas de inmunidad, por lo que es crucial fortalecerla.

Para criar a un niño sin alergias, empieza pronto. El sistema inmunitario de un bebé aún está cambiando y creciendo. Con estos cinco consejos, puedes moldear su inmunidad y mantener las alergias a raya.

Dale el pecho

La leche materna refuerza el sistema inmunitario del bebé. Contiene calostro, una sustancia rica en nutrientes con antibióticos naturales. El calostro favorece el crecimiento y el desarrollo normales, al tiempo que refuerza la inmunidad. No es de extrañar que se le llame «oro líquido».

Como sabes, la inmunidad depende de las bacterias intestinales. Durante el primer año de vida del bebé, esas bacterias fluctúan. No se estabilizará hasta que cumpla un año.

De hecho, el calostro mejora las bacterias intestinales del bebé. La mezcla de nutrientes y antibióticos hará maravillas. Pero como el intestino cambia tanto en el primer año, la lactancia materna es esencial durante este tiempo.

También combatirá las alergias. En concreto, si se hace durante los primeros 4 a 6 meses, se prevendrá la alergia a la leche de vaca.

Aliméntalo pronto con alérgenos comunes

Cuando un bebé empieza a comer sólidos, los alimentos concretos importan. Empieza con alimentos menos alergénicos, como el arroz o las espinacas. Una vez establecido esto, pase a los alérgenos comunes lo antes posible.

Retrasar la introducción de todos los sólidos puede aumentar el riesgo de alergia alimentaria. Sin embargo, esto es especialmente cierto con alimentos alergénicos como los cacahuetes, los frutos secos, los huevos, los lácteos y el marisco.

Controle los ácaros del polvo

Los ácaros del polvo son otro alergeno frecuente. Estos insectos microscópicos provocan rinitis, una reacción caracterizada por estornudos, tos y picor de ojos.

Para reducir el riesgo de alergia de su hijo, mantenga los ácaros del polvo bajo control. Cubra las almohadas y los colchones con fundas hipoalergénicas con cremallera. Cada semana, lave toda la ropa de cama con agua caliente. También debe quitar el polvo con regularidad.

Si es posible, mantenga la humedad interior por debajo del 50%. Para ello puede utilizar un deshumidificador o un aparato de aire acondicionado.

Introduzca a los animales pronto

Las investigaciones sugieren que una exposición temprana reduce las probabilidades de alergia a los animales. De hecho, los niños que crecen en granjas tienen menos alergias y asma. Sin embargo, esto será diferente para cada persona, así que hable con su médico.

Para estar seguro, vigila siempre las reacciones alérgicas. Esto es aún más importante si tienes animales domésticos.

Evita el humo de segunda mano

Independientemente de la edad, un niño no debe exponerse al humo del tabaco. Tiene una estrecha relación con la rinitis, las sibilancias, el asma y otras enfermedades respiratorias.

Si tu hijo ya tiene alergias, las sibilancias empeorarán mucho más. Así que es importante evitarlo. Además, su sistema inmunitario aún está creciendo, y el humo del tabaco no le ayudará.

Recuerda que las alergias están controladas principalmente por los genes. Pero siguiendo estos consejos, puedes reducir el riesgo de alergias de tu hijo. Ayudarás a tu pequeño a llevar una vida feliz y sana.