Cómo benefician los alimentos fermentados a su sistema digestivo

Gracias a la ciencia y la tecnología, los seres humanos hemos conseguido producir en masa alimentos manipulados biológicamente, que han sustituido a los alimentos tradicionales más sanos y probados. La mayoría de los alimentos actuales apenas contienen la mitad del valor nutritivo de sus formas crudas originales.

Aunque consumirlos crudos proporciona la mayor parte de sus nutrientes, comerlos fermentados también ofrece muchos beneficios para la salud, gracias a los altos niveles de bacterias saludables que se encuentran en los alimentos fermentados. A continuación le explicamos por qué debe incluir en su dieta diaria alimentos fermentados sencillos pero deliciosamente saludables.

¿Qué son los alimentos fermentados?

Los alimentos fermentados pasan por un proceso de lactofermentación en el que las bacterias naturales consumen el azúcar y el almidón de los alimentos. Este proceso, a su vez, crea ácido láctico que conserva el alimento y produce enzimas beneficiosas, vitaminas B, Omega-3 y muchas cepas de probióticos.

Los alimentos fermentados de forma natural también conservan los nutrientes de los alimentos y los descomponen en una forma más fácil de digerir. Esto, combinado con los diferentes probióticos creados durante la fermentación, podría ser la razón por la que consumir alimentos fermentados mejora la digestión.

¿A qué se debe la nueva moda de los alimentos fermentados?

La fermentación se practica desde tiempos inmemoriales, cuando los antiguos griegos y romanos consumían col fermentada. Los romanos también eran conscientes de sus beneficios para la salud y de que la col fermentada en ácido prevenía y trataba las infecciones intestinales. Nuestros hábitos alimentarios poco saludables y nuestra dependencia de los alimentos procesados han alterado el equilibrio de nuestras bacterias intestinales. Los probióticos son la solución para rectificar y reparar el maltrato al que hemos sometido a nuestro sistema digestivo.

Hoy en día, a medida que más personas se preocupan por su salud y consideran alternativas más sanas, muchos de estos alimentos desaparecidos hace tiempo están volviendo a aparecer. Aunque existen numerosos suplementos probióticos de producción masiva, los alimentos fermentados son una opción más sana, sabrosa y barata para equilibrar las bacterias buenas del intestino. Introducir probióticos de forma natural en su dieta y en su organismo resulta en una digestión saludable y previene dolencias peligrosas.

¿Cómo ayudan las bacterias intestinales a la digestión?

El proceso de fermentación expone los alimentos a bacterias sanas productoras de ácido láctico y los almacena en un entorno contenido. Por ejemplo, cuando la leche se expone a la levadura, las bacterias agrian la leche y la convierten en cuajada.

La ingesta de estas bacterias buenas ayuda a crear un entorno más ácido en el intestino, lo que favorece la digestión y estimula la producción de enzimas beneficiosas. El resultado es un tracto digestivo sano. La presencia de bacterias intestinales saludables puede prevenir y ayudar a tratar muchas enfermedades, incluidas las que se mencionan a continuación.

Diabetes

Varios estudios han demostrado que la ingesta de probióticos puede tener un efecto beneficioso al proporcionar control metabólico en pacientes con diabetes de tipo 2. También se sabe que las bacterias buenas presentes en los alimentos fermentados mejoran la función pancreática.

Además, como la materia orgánica que se expone al ácido láctico ya está parcialmente digerida, las verduras y otros alimentos fermentados pueden ser asimilados fácilmente por el organismo, lo que evita el estrés y la sobrecarga indebidos del páncreas. Muchos resultados señalan que los probióticos tienen una utilidad terapéutica potencial para contrarrestar la obesidad y la diabetes.

Estreñimiento

En los últimos 10 años, el uso de probióticos para el tratamiento del estreñimiento crónico ha ganado una inmensa popularidad. La investigación científica sugiere que los probióticos pueden ayudar a tratar el estreñimiento. Un estudio concreto observó que los probióticos pueden mejorar el tiempo de tránsito intestinal, la frecuencia y la consistencia de las heces.

La acetilcolina es un neurotransmisor producido de forma natural durante el proceso de fermentación que ayuda a enviar impulsos nerviosos. Puede ingerirse a través de los alimentos fermentados y ayuda a mejorar el movimiento y la capacidad de respuesta del estómago, lo que favorece la digestión y alivia el estreñimiento.

Sistema inmunitario débil

Los probióticos también tienen un efecto positivo en el refuerzo del sistema inmunitario. Desempeñan un papel crucial en la definición y el mantenimiento del delicado equilibrio entre los mecanismos de defensa necesarios y excesivos, incluidas las respuestas inmunitarias innatas y adaptativas.

Los probióticos que pueden suministrarse a través de la leche fermentada o el yogur podrían mejorar el sistema inmunitario de la mucosa intestinal. Cuando la inmunidad está baja, se sufren diversas infecciones y enfermedades. El consumo de probióticos permite al cuerpo combatir las bacterias malas y frustrar las enfermedades.

Alimentos fermentados fáciles de hacer

Además de proporcionar una amplia gama de beneficios para la salud, los alimentos fermentados no suponen un agujero en el bolsillo. Las materias primas necesarias para preparar alimentos fermentados son fáciles de conseguir y baratas. Lo mejor es que se pueden preparar en casa sin preocuparse por los conservantes u otras sustancias nocivas para la salud que puedan contener. He aquí algunos alimentos fermentados excelentes.

El chucrut es col cortada en rodajas finas que ha sido fermentada por diversas bacterias lácticas, junto con sal y semillas de alcaravea añadidas. Se conserva mucho tiempo y tiene un sabor ácido característico. Es una buena fuente de vitaminas B, C y K y también aporta fibra dietética, folato, hierro, potasio, cobre y manganeso.

El kimchi, una variedad de kraut deliciosamente picante, es un plato tradicional coreano elaborado con verduras saladas y fermentadas, sobre todo col napa y rábanos coreanos, con diversos condimentos, como chile en polvo, cebolleta, ajo, jengibre y jeotgal (marisco salado).

Puede encurtir la mayoría de las verduras con un poco de proteína de suero, sal marina, eneldo y ajo para darles sabor. Aunque el vinagre se utiliza para enlatar las verduras, para aprovechar todo el potencial probiótico de tus verduras fermentadas, confía en las bacterias de la superficie de su piel.

La kombucha es una bebida fermentada tradicional fácil de preparar en casa. La kombucha se produce fermentando té mediante una colonia simbiótica de bacterias y levaduras. Entre los probióticos que puedes tomar están la leche fermentada y los zumos, que puedes preparar fácilmente en casa.

Aunque menos popular, la salsa de arándanos fermentada es otra forma saludable de incluir probióticos en tu comida.