Cómo afecta la obesidad al funcionamiento del cerebro
En los últimos tiempos, la obesidad se ha convertido en una epidemia mundial. La obesidad no sólo afecta a nuestro aspecto, sino también a todos y cada uno de los órganos vitales del cuerpo, incluido el cerebro.
Hay mucha conciencia de que las personas obesas corren un alto riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades renales y del aparato reproductor. Pero no muchos saben que el aumento excesivo de peso puede afectar a la memoria y al funcionamiento cognitivo. Los investigadores han descubierto cinco formas en que la obesidad afecta gravemente al funcionamiento del cerebro.
Aumenta el riesgo de demencia
Varios estudios a largo plazo han demostrado que las personas obesas son más propensas a enfermedades como el Alzheimer y la demencia. Los estudios descubrieron incluso que una mayor ingesta de grasas saturadas y trans en personas con sobrepeso y obesidad contribuía a la aparición más temprana de la demencia.
La obesidad conduce a la adicción a la comida
Las personas generalmente obesas tienden a tener antojos frecuentes de carbohidratos que aumentan la liberación de serotonina en la sangre. Este subidón de serotonina es la razón por la que las personas que se dan atracones de alimentos ricos en carbohidratos caen en un círculo vicioso de comer en exceso y ganar peso. Esta adicción a la comida hace aún más difícil que las personas obesas sigan las dietas y los regímenes de adelgazamiento.
La obesidad aumenta las tendencias impulsivas
Los investigadores afirman que en los adolescentes obesos, la corteza orbitofrontal del cerebro (la región que regula el comportamiento impulsivo) parece estar encogida en comparación con la de los niños delgados. La incapacidad para controlar la impulsividad a la hora de comer es una de las principales razones por las que los individuos obesos no pueden resistirse a comer en exceso.
La obesidad materna afecta al funcionamiento cerebral del feto
Las mujeres obesas tienen más probabilidades de dar a luz a bebés con capacidades cognitivas y coeficiente intelectual bajos. Incluso se ha descubierto que la obesidad materna hace que los bebés sean más propensos a desarrollar obesidad infantil. También se ha observado una estrecha relación entre el desarrollo del trastorno del espectro autista en bebés nacidos de mujeres que padecían obesidad y diabetes durante el embarazo.
La obesidad provoca trastornos del sueño
Los trastornos del sueño son bastante comunes entre las personas obesas. Los estudios han descubierto que el aumento de la deposición de grasa visceral contribuye a trastornos del sueño como la apnea del sueño, la somnolencia diurna y la fatiga. Estos trastornos del sueño acaban provocando resistencia a la insulina y diabetes.
La obesidad afecta al funcionamiento normal del cerebro de muchas maneras. Dados los anteriores riesgos para la salud cerebral que se asocian a la obesidad, lo mejor es adoptar cambios en el estilo de vida para prevenirla. Mantener un peso saludable y seguir un régimen de ejercicio diario mejorará nuestra salud cerebral en particular y nuestro bienestar general.