Cómo afecta el estrés al desarrollo del feto durante el embarazo

Un embarazo tranquilo y sin estrés es lo que sueña toda mujer embarazada. Es normal que cualquier persona esté un poco estresada durante el embarazo. Sin embargo, estar ansiosa día tras día puede no ser bueno ni para usted ni para su bebé. Ahora, una nueva investigación te da otra razón para alejarte del estrés y la tensión no deseados. Según la investigación, los bebés se ven afectados físicamente por el nivel de estrés de su madre durante el embarazo.

Los investigadores analizaron los patrones variables en las tasas de crecimiento de las crías desfavorecidas a través de 719 estudios sobre 21 mamíferos. Según su observación, el estrés deja resultados diferentes antes del nacimiento, después del nacimiento y tras el destete, dependiendo del momento en que se produzca. El estrés que se produce al principio del embarazo acelera el crecimiento del bebé. Y el estrés que se produce hacia el final ralentiza el crecimiento. Profundicemos en ello.

El estrés durante la gestación tardía

El estrés prenatal al final de la gestación provoca un crecimiento más lento en el vientre materno y, posteriormente, en la infancia. Esto se debe a que un exceso de estrés desvía la energía de la madre hacia el bebé. Así, el bebé se verá privado de esos cuidados adicionales de la madre. Sin embargo, cuando el bebé alcance su independencia nutricional o cuando ya no necesite ser amamantado, esto no tendrá ningún efecto sobre él. El pequeño crecerá al mismo ritmo que cualquier otro niño normal.

La investigación, por lo tanto, descubrió que cualquier estrés de la madre durante el periodo de gestación tardía conduce a un crecimiento lento durante las fases dependientes. Pero no afecta al crecimiento posterior.

Estrés durante la gestación temprana

El estrés durante el final de la gestación puede no dejar un impacto duradero. Pero, ese no es el caso del estrés materno prenatal en la gestación temprana. Hace que el feto se reprograme por completo para hacer frente a una esperanza de vida reducida. Los bebés de esas madres que estaban bajo estrés cambian a un ritmo de vida acelerado. Maduran y crecen más deprisa que las crías no sometidas a estrés para asegurarse de que se reproducen antes de morir. Incluso después del nacimiento, siguen este patrón de crecimiento. Y superan el tamaño corporal habitual para su edad durante todo el desarrollo.

Así, el estudio concluye que el estrés durante la gestación temprana hace que las tasas de crecimiento durante la dependencia no se vean afectadas en gran medida, pero que se acelere el crecimiento y aumente el tamaño después del destete.

Importancia del estudio

El estudio comparativo explica que el estrés materno prenatal durante el final de la gestación puede acelerar el crecimiento de los niños. Y el estudio concluye que todos los factores de estrés tienen el mismo impacto en la madre y el bebé. Tanto si el estrés proviene de la restricción alimentaria como de cualquier otra adversidad, el efecto sigue siendo el mismo. Incluso cuando se manipula experimentalmente para aumentar sus hormonas del estrés, el crecimiento del bebé se verá afectado de forma similar. El estudio, por tanto, pone de manifiesto el papel del estrés materno durante la gestación. Dado que deja diversos efectos en la fisiología infantil que se extienden hasta la edad adulta, es importante evitarlo. ¿Te preguntas cómo evitar el estrés durante el embarazo? He aquí algunos consejos.

Cómo reducir el estrés durante el embarazo

Come bien: Debes mantener tu nivel de energía alto alimentando bien tu cuerpo. Sigue una dieta saludable. Los ácidos grasos omega-3 presentes en el pescado azul y el marisco te ayudan a combatir la depresión.

Descansa: Todos los días encuentra un tiempo para centrarte en tu bebé. Habla con tu bebé. No hay mejor forma de desconectar que charlar con tu pequeño. No te preocupes, él/ella puede oírte.

Nunca dejes de dormir: Dormir bien es muy importante. Escucha siempre a tu cuerpo. Si tu cuerpo está agotado, vete a la cama.

Comparte tus pensamientos: Si te preocupa la salud de tu bebé, habla con tu proveedor de servicios sanitarios y mantén alejadas tus preocupaciones. Además, comparte todas las preocupaciones con tu pareja.

Haz ejercicio: Como dicen, una mente sana en un cuerpo sano. Las actividades físicas pueden mejorar tu estado de ánimo y mantenerte animada.

Pasa tiempo con tus amigos y tu familia: Estar embarazada no significa que tengas que llevar una vida aislada. Diviértete con tu familia. Sal con tus amigos. Disfruta de cada momento del embarazo.