Causas y síntomas de la osteoporosis (pérdida de masa ósea)

Pérdida rápida de masa ósea: ¡otro limón amargo que la vida nos depara a medida que envejecemos! Se produce cuando el ritmo de eliminación de masa ósea vieja del esqueleto empieza a superar el ritmo de incorporación de masa ósea nueva. Para algunas personas, el hueso se deteriora a un ritmo tan rápido que desarrollan osteoporosis, una condición en la que los huesos se vuelven frágiles y son más propensos a fracturarse. Y, por desgracia, se trata de un problema preocupantemente común: millones de personas en el mundo ya padecen o tienen un alto riesgo de padecer osteoporosis. Las mujeres son más propensas a padecer osteoporosis, ya que los cambios hormonales que acompañan a la menopausia pueden aumentar la tasa de pérdida ósea. Otros factores como el tabaquismo, el reposo prolongado en cama, el consumo de alcohol y una dieta pobre en calcio y vitamina D también pueden aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad.

En las fases iniciales, la osteoporosis puede no causar ningún síntoma. De hecho, la osteoporosis se conoce como una enfermedad silenciosa porque muchas personas no se dan cuenta de que sus huesos se han vuelto frágiles hasta que se fracturan. Estos son algunos de los signos que acaban apareciendo si se padece osteoporosis:

Facilidad para fracturarse los huesos

Las personas con osteoporosis tienen un mayor riesgo de fracturas porque sus huesos son débiles. De hecho, se calcula que 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 5 hombres corren el riesgo de sufrir una fractura osteoporótica. Es posible que los pequeños esfuerzos o las caídas provoquen la fractura de los huesos. Las fracturas más comunes asociadas a la osteoporosis se producen en las caderas, la columna vertebral o la muñeca.

En la columna vertebral, las vértebras debilitadas pueden colapsar espontáneamente o pueden fracturarse cuando se aplica una pequeña fuerza, por ejemplo, al inclinarse hacia delante o levantar algo. Estas son las fracturas más comunes que se observan en la osteoporosis y suelen producirse en la parte media o baja de la espalda.

En la muñeca, una fractura puede provocar hematomas y sensibilidad. También puede ocurrir que el dedo índice esté adormecido en la punta o que le resulte difícil pellizcar el meñique y el pulgar juntos si el nervio mediano se daña durante la fractura.

En las caderas, una fractura puede significar que no puedes mover la pierna, ni ponerte de pie, ni caminar. Y cuando te acuestes puedes notar que una pierna puede parecer más corta. También pueden aparecer hematomas e hinchazón. Sin embargo, ten en cuenta que si la fractura es pequeña, la pierna puede parecer normal y puedes seguir caminando. Si la fractura provoca una gran pérdida de sangre, también puede sentirse mareado.

En los huesos largos, como los de las piernas y los brazos, la fractura suele producirse en el extremo de los huesos y no en el centro.

Dolor

La osteoporosis suele causar dolor sólo cuando se produce una fractura. Y el dolor no es un hecho cuando se produce una fractura debido a la osteoporosis. Las fracturas por compresión -que suelen desarrollarse en la columna vertebral y se producen cuando se ejerce presión sobre el hueso y éste se colapsa- son frecuentes en la osteoporosis. Pero 2 de cada 3 personas que sufren una fractura por compresión debido a esta enfermedad no experimentan dolor cuando se produce la fractura. Sin embargo, a veces, una fractura por compresión puede causar un dolor repentino y agudo en la espalda. O puede que el dolor se desarrolle gradualmente. El dolor puede ser sordo y constante y puede empeorar cuando caminas, te pones de pie, te agachas o permaneces sentado durante mucho tiempo. Las fracturas de la columna vertebral pueden provocar un dolor persistente o crónico.

En lo que respecta a las fracturas de cadera, puede experimentar un dolor leve o intenso, dependiendo de la gravedad de la fractura. A veces, cuando uno se rompe la cadera experimenta dolor en la rodilla y no en la cadera. Esto se debe a que las rodillas y las caderas comparten partes de las vías nerviosas que transmiten las señales de dolor.

Pérdida de altura

Las fracturas en los huesos de la columna vertebral pueden causar una pérdida de altura significativa. Con el paso del tiempo, podrías encontrarte más bajo hasta 15 centímetros. Sin embargo, no hay que esperar a que las cosas vayan tan mal. Una pérdida de unos 3 centímetros de altura es significativa y justifica la atención médica.

Espalda encorvada

Es posible que haya notado que algunas personas mayores tienen un aspecto característicamente encorvado o doblado. Es otro signo de osteoporosis. Ocurre porque muchos huesos de la columna vertebral se han fracturado, lo que dificulta que la columna soporte el peso del cuerpo. Esta postura encorvada puede provocar tensiones musculares. También puede ejercer presión sobre la médula espinal, lo que, en raras ocasiones, puede provocar entumecimiento, sensación de hormigueo, debilidad, problemas para caminar o pérdida de control sobre la vejiga o el intestino.

Pérdida de dientes

Según los expertos, existe una relación entre la pérdida de masa ósea en los maxilares y la osteoporosis. Y como los huesos de la mandíbula anclan los dientes, puede producirse una pérdida de dientes si se vuelven más frágiles. Las investigaciones sugieren que las mujeres con osteoporosis tienen tres veces más probabilidades de sufrir pérdida de dientes en comparación con las que no padecen esta enfermedad.

Diagnóstico y tratamiento de la osteoporosis

Su médico puede recomendarle una prueba de densidad mineral ósea para evaluar su masa ósea y determinar si tiene osteoporosis. Si padece esta enfermedad, puede ser útil una nutrición adecuada -en particular, cantidades suficientes de calcio y vitamina D-, así como la realización de ejercicios que fortalezcan los huesos. También existen medicamentos que pueden detener o ralentizar la pérdida de masa ósea.