Causas del sangrado vaginal anormal

Tener que lidiar con el sangrado una vez al mes es, en sí mismo, bastante frustrante para la mayoría de las mujeres. Por eso es completamente natural sentirse desconcertada y molesta al encontrar sangre en la ropa interior cuando no es ese momento del mes.

Es muy difícil saber exactamente cuál es la causa de un sangrado anormal sin acudir a un ginecólogo. Sin embargo, conocer los posibles factores puede ayudarte a hacerte una idea antes de buscar ayuda profesional. A continuación te presentamos algunos de los que deberías conocer.

Embarazo

El sangrado, o más concretamente el manchado, durante el primer trimestre se considera normal en su mayor parte. De hecho, aproximadamente el 20% de las mujeres experimentan esta forma de sangrado ligero durante las primeras 12 semanas de embarazo. Los expertos creen que podría deberse a algunos cambios en el cuello uterino o a la implantación de la placenta en el útero. Sin embargo, otros factores que podrían estar en juego son

Infección
Sangrado entre la pared uterina y la membrana de la placenta (también conocido como hemorragia subcoriónica o hematoma)
Embarazo en la trompa de Falopio (también conocido como embarazo ectópico)
Aborto espontáneo
Enfermedad trofoblástica gestacional (una enfermedad rara en la que se desarrolla una masa de tejidos fetales y placentarios en forma de uva)

Además de lo anterior, levantar objetos pesados, las relaciones sexuales y los exámenes vaginales también pueden causar manchado. Si el sangrado se produce hacia el final del embarazo, es posible que la placenta esté cerca del cuello uterino o cubra su abertura. También podría ocurrir cuando la placenta se desprende prematuramente del útero.

Complicaciones relacionadas con el cuello uterino o la pelvis

Los trastornos del cuello uterino, una abertura del útero con forma de rosquilla, pueden provocar hemorragias entre períodos y después de las relaciones sexuales. Entre ellas se encuentran las siguientes

Pólipos cervicales: Son crecimientos de color rojo cereza, rojizo-púrpura o blanco-grisáceo que aparecen en el cuello uterino justo donde se abre en la vagina. Su tamaño varía (1-2 centímetros de largo) y a menudo parecen bulbos con tallos finos. Aunque no son cancerosos, se parecen a ciertas afecciones cancerosas y, por tanto, deben examinarse y extirparse.

Cervicitis: Esta afección provoca una inflamación o irritación del cuello uterino. Puede deberse a un traumatismo, a duchas vaginales frecuentes o a la exposición a sustancias químicas irritantes.

Además, si se experimenta dolor durante el coito o secreción sanguinolenta, se debe consultar a un profesional lo antes posible.

Anticonceptivos

Si has estado tomando píldoras anticonceptivas, es posible que experimentes sangrados y manchados anormales. Esto es especialmente cierto si no tomas las píldoras a la misma hora todos los días. Además, dejar de tomarlas también puede provocar manchado.

Si tienes un dispositivo intrauterino, es posible que experimentes calambres abdominales, manchado y sangrado irregular. Se cree que la mayoría de estos efectos secundarios mejoran con el tiempo, pero otros podrían no hacerlo.

Enfermedades de transmisión sexual

Son infecciones que pueden contagiarse de una persona a otra durante el contacto sexual. A menudo, no presentan ningún síntoma específico.

Sin embargo, la clamidia, que afecta a la vagina, el ano, la boca y la garganta, provoca hemorragias después del coito y entre ciclos. Además, la gonorrea y la tricomoniasis, que causan la enfermedad inflamatoria pélvica, pueden provocar manchado y flujo sanguinolento.

Atrofia vaginal

Esta afección se produce cuando las paredes vaginales se vuelven delgadas, secas e inflamadas. Suele ocurrir en torno a la menopausia, debido a la disminución de estrógenos.

Los casos leves de atrofia vaginal no suelen presentar síntomas. Sin embargo, los casos más graves provocan sensaciones de ardor en la región vaginal, urgencia al orinar, dolor durante el coito y un ligero sangrado después del mismo. Los tratamientos hormonales y las lociones tópicas pueden aliviar todos estos síntomas.

Bajo funcionamiento de la tiroides

El hipotiroidismo provoca alteraciones en la hormona tiroidea y ralentiza los procesos del organismo. Sin embargo, también provoca hemorragias y manchados uterinos anormales.

Por lo tanto, si además de sangrados irregulares experimentas estreñimiento, uñas quebradizas, piel seca, lentitud, aumento de peso o una sensibilidad inusual al frío, es posible que tengas que consultar a un profesional. Esta enfermedad puede darse tanto en adultos como en adolescentes.

Síndrome de ovarios poliquísticos

Se trata de una afección común que se caracteriza por la sobreproducción del andrógeno testosterona, anomalías menstruales y ovarios agrandados con múltiples folículos en ellos (ovarios poliquísticos). El Síndrome de Ovarios Poliquísticos también causa manchado anormal, sangrado abundante y menstruación irregular.

Por lo tanto, si experimenta un aumento de peso, ciclos extremadamente irregulares y acné, consulte a un profesional. El tratamiento del síndrome de ovarios poliquísticos puede ayudarte a evitar estos sangrados inesperados.

La endometriosis

Esta afección se debe a que el endometrio (el tipo de tejido que recubre el útero) crece fuera del útero. Y, aunque no suele ser grave, puede causar dolor e infertilidad.

Las mujeres con endometriosis suelen presentar sangre en la orina o en las heces, así como hemorragias después de las relaciones sexuales o entre períodos. Si experimentas un dolor insoportable durante la menstruación junto con un sangrado irregular, asegúrate de consultar a un profesional.

Cáncer

Aunque no es frecuente, es importante que te sometas a una revisión si tienes un sangrado irregular y anormal, ya que podría ser un signo de cáncer. Por ejemplo, el cáncer de útero, de cuello uterino o de vagina provoca un sangrado anormal.

Además, si tienes antecedentes familiares de alguno de estos cánceres, deberías consultar a un profesional lo antes posible.

Aparte de los factores mencionados, la diabetes y los problemas de coagulación de la sangre también pueden provocar hemorragias anormales. Tómatelo siempre en serio y consulta a un profesional en lugar de diagnosticarte a ti misma.