Causas de la narcolepsia (somnolencia diurna excesiva)
Imagínese que de repente se queda dormido mientras mantiene una conversación con alguien o, peor aún, mientras conduce, aunque haya dormido bien la noche anterior. La narcolepsia puede significar exactamente eso y más. Si padece este problema neurológico, su cerebro no puede regular adecuadamente su patrón de vigilia y sueño. En las personas con ciclos de sueño normales, el sueño de movimientos oculares rápidos (REM, la fase de los sueños) se produce después de unos 60 a 90 minutos, y los músculos se vuelven flácidos para no representar los sueños. Pero en las personas con narcolepsia, la fase REM comienza a los 15 minutos de irse a dormir. Además, la actividad onírica o la debilidad muscular pueden aparecer durante la vigilia.
Puede dar lugar a síntomas como somnolencia excesiva durante el día, ataques de sueño en los que te quedas dormido de repente, parálisis del sueño y alucinaciones vívidas al quedarte dormido o al despertarte. También puede experimentar cataplejía o debilidad muscular temporal y pérdida de control muscular. Y como puede imaginar, la narcolepsia puede interferir en sus actividades sociales, profesionales o académicas y alterar su vida cotidiana.
¿Qué causa exactamente la narcolepsia? Aunque todavía no comprendemos completamente esta afección, los investigadores creen que puede intervenir una combinación de factores.
Niveles bajos de hipocretina
Casi todas las personas que padecen narcolepsia y experimentan el síntoma de la cataplejía tienen niveles muy bajos de un neurotransmisor conocido como hipocretina, que controla el sueño REM y favorece la vigilia. Sin embargo, los niveles de hipocretina suelen ser normales en quienes padecen narcolepsia sin cataplejía.
Mal funcionamiento del sistema inmunitario
Cuando el sistema inmunitario funciona con normalidad, libera anticuerpos que le protegen destruyendo los gérmenes y toxinas nocivos. Pero, a veces, el sistema inmunitario ataca por error a tejidos y células sanos. Esta respuesta defectuosa del sistema inmunitario se conoce como respuesta autoinmunitaria y se ha descubierto que desempeña un papel en la narcolepsia. Algunas personas que padecen esta enfermedad producen anticuerpos contra la trib 2, una proteína que se fabrica en la misma parte del cerebro que la hipocretina. El sistema inmunitario ataca entonces a las células cerebrales que tienen hipocretina, provocando niveles bajos de este neurotransmisor.
Variación en un gen concreto
Los científicos han identificado muchos genes que pueden influir en el riesgo de padecer narcolepsia. El gen conocido como HLA-DQB1, que contiene las instrucciones necesarias para fabricar una proteína fundamental para el funcionamiento del sistema inmunitario, es especialmente importante. Este gen pertenece a una familia de genes conocida como complejo del antígeno leucocitario humano (HLA), que ayuda a su sistema inmunitario a diferenciar entre las proteínas fabricadas por gérmenes y las proteínas presentes en su propio cuerpo. Muchas variaciones del gen HLA-DQB1 son normales, lo que permite al sistema inmunitario responder a una serie de proteínas procedentes de organismos extraños. Una variación conocida como HLA-DQB1*06:02 se ha relacionado estrechamente con la narcolepsia, especialmente cuando se produce con cataplexia y niveles bajos de hipocretinas.
Antecedentes familiares
Aunque la mayoría de los casos de narcolepsia se dan en personas sin antecedentes familiares de la enfermedad, alrededor del 10% de las personas que padecen narcolepsia con cataplejía tienen un pariente cercano que sufre esta afección. Y se calcula que las personas cuyos padres, hijos o hermanos padecen esta afección tienen un 40% más de probabilidades de desarrollarla en comparación con la población general.
Lesiones cerebrales
En ocasiones, la narcolepsia puede estar causada por una lesión cerebral traumática, un tumor cerebral o enfermedades como la esclerosis múltiple o la encefalitis, que afectan al cerebro. Esto ocurre debido a lesiones y daños en las zonas del cerebro encargadas de regular el sueño REM y la vigilia.
Infecciones como la gripe porcina
Se ha descubierto que infecciones como una infección estreptocócica o la gripe porcina desencadenan la narcolepsia en algunas personas. Los investigadores han descubierto una tendencia a niveles elevados de anticuerpos contra el estreptococo, la bacteria responsable de la faringitis estreptocócica, inmediatamente después de la aparición de esta afección. Esto sugiere que el estreptococo y otras infecciones pueden desencadenar una respuesta autoinmune contra las neuronas hipocretinas.
Cambios hormonales
Los cambios hormonales, como los experimentados durante la menopausia o la pubertad, pueden actuar como desencadenantes de la narcolepsia en algunas personas.
Estrés psicológico
El estrés psicológico también puede desencadenar la narcolepsia en algunas personas. Un estudio analizó la aparición de acontecimientos estresantes en la vida durante el año anterior al desarrollo de la narcolepsia y descubrió que una proporción significativamente mayor de personas con narcolepsia informaron de acontecimientos estresantes que el grupo de control. Las personas narcolépticas también atribuyeron una mayor importancia a los acontecimientos de los que informaron en comparación con el grupo de control.
Interrupción brusca de los patrones de sueño
El cambio repentino de los hábitos de sueño, ya sea debido al desfase horario, al trabajo por turnos o al cuidado de un bebé o de una persona enferma, también puede desencadenar la narcolepsia en algunas personas.
Toxinas ambientales
Algunas investigaciones indican que la narcolepsia también puede ser desencadenada por toxinas ambientales. Los metales pesados, los herbicidas, los pesticidas y el humo de segunda mano pueden actuar como desencadenantes.