Causas de la hinchazón y los gases frecuentes
Todos conocemos los signos de tener un exceso de gases en el cuerpo: el estómago hinchado, la pérdida de apetito, los eructos frecuentes y, por supuesto, la expulsión de gases. Aunque hay una sensación de vergüenza que sigue a los pedos y eructos frecuentes, el sonido y el olor no son las únicas cosas de las que tienes que preocuparte, especialmente si te tiras pedos más de 20-25 veces al día. La expulsión de gases y los eructos excesivos son la respuesta natural del cuerpo a la acumulación de gases en el organismo. He aquí algunas razones por las que podrías estar teniendo estas flatulencias.
Tu dieta
Tu alimentación, sin duda, contribuye en gran medida a que tengas gases en el estómago. Los alimentos comúnmente conocidos que causan gases se mencionan a continuación. No hace falta decir que no es prudente eliminar estos alimentos de su dieta por completo. Sin embargo, si padece flatulencias con frecuencia, es aconsejable ingerir estos alimentos con moderación.
Comida picante: Aumenta la velocidad a la que la comida se desplaza por el intestino. Y si la comida se mueve demasiado rápido, puede provocar gases.
Alimentos fritos: Contienen grasas saturadas, que provocan hinchazón y exceso de gases.
Ciertas verduras: Ciertas verduras como el brécol, las judías, las alcachofas, los espárragos, el brécol, la col, las coles de Bruselas, la coliflor, las patatas, los pepinos, los pimientos verdes, las cebollas, los rábanos, el apio y las zanahorias son conocidas por aumentar los gases. Contienen un azúcar complejo llamado rafinosa, conocido por provocar hinchazón.
Alimentos sin azúcar: Aunque se consideran saludables, contienen sorbitol, que puede provocar gases.
Ciertas frutas: Algunas personas pueden tener dificultades para digerir la fructosa, un azúcar de la fruta que es un componente de todas las frutas. Entre las frutas con alto contenido en fructosa están las manzanas, los melocotones, las pasas, los plátanos, los albaricoques, el zumo de ciruelas pasas y las peras.
Alimentos integrales: La fibra y el almidón presentes en los alimentos integrales a veces no se digieren completamente en el estómago, sino que son descompuestos por las bacterias intestinales, lo que produce gases.
Bebidas carbonatadas y alcohol: Los refrescos y ciertas bebidas alcohólicas (como el vino y la cerveza negra) están gasificadas y aumentan la cantidad de aire que tragas. Esto provoca hinchazón, gases y eructos.
Lácteos: La lactosa de la leche, el queso y otros productos lácteos puede provocar gases en algunas personas.
Chicle: Aunque no se considera estrictamente un «alimento», mascar chicle con frecuencia también puede provocar gases.
Mientras tanto, hay ciertos alimentos que reducen las flatulencias y merecen un lugar en tu dieta. Entre ellos están la carne, las aves, el pescado, los huevos, ciertas verduras (como la lechuga, los tomates, el calabacín, el quimbombó), ciertas frutas (como el melón, las uvas, las bayas, las cerezas, el aguacate, las aceitunas) y alimentos con carbohidratos saludables (como el pan sin gluten, el pan de arroz y el arroz).
Tragar aire
Aunque no es algo que hagas conscientemente, tragar aire suele ser la causa del exceso de gases en la mayoría de las personas. Masticar chicle, llevar aparatos sueltos o dentaduras postizas, comer o beber demasiado rápido y fumar son algunos de los factores que pueden hacer que tragues aire. Cuando el aire tragado llega al estómago, se expulsa eructando o a través del ano.
Síndrome del intestino irritable (SII)
El SII o síndrome del intestino irritable es un trastorno que provoca dolor intestinal, diarrea, estreñimiento y gases. Además de alterar los movimientos intestinales, el SII también afecta a la forma en que los gases se mueven en el intestino. Si padeces este trastorno, es importante que tengas en cuenta tu dieta y evites los alimentos que contribuyen a la aparición de gases.
Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
Enfermedad crónica que afecta a la digestión, la ERGE hace que el contenido del estómago vuelva al esófago. Esto provoca eructos frecuentes y una sensación general de malestar. Un estudio publicado por la revista American Journal of Gastroenterology afirma que las personas afectadas por ERGE tragan aire hasta 287 veces y eructan unas 52 veces al día, una cifra significativamente superior a las 7 veces que eructan los individuos sanos.
Intolerancias alimentarias
Si eres alérgico o intolerante a ciertos alimentos, entonces tu cuerpo no puede digerir los carbohidratos presentes en ellos. Las intolerancias alimentarias más comunes son:
Intolerancia al gluten y enfermedad celíaca: El gluten está presente en los alimentos que contienen trigo, cebada y centeno. Si su organismo es intolerante al gluten (o si padece una enfermedad autoinmune como la celiaquía) y consume accidentalmente alimentos con gluten, el revestimiento del intestino delgado puede resultar dañado. Esto puede provocar problemas digestivos, como hinchazón y gases.
Intolerancia a la lactosa: Si eres sensible a la leche y los productos lácteos, es posible que experimentes flatulencias, hinchazón y náuseas después de consumir alimentos que contienen lactosa.
Intolerancia a la fructosa: Si usted es intolerante a la fructosa, entonces es posible que desee mantenerse alejado de las frutas y otros artículos que contienen fructosa, ya que pueden causar exceso de aire y eructos.
Reacción a la medicación
Si estás bajo medicación, entonces esa podría ser la causa del exceso de gases en tu cuerpo. Los gases, la hinchazón y las náuseas son efectos secundarios frecuentes de ciertos medicamentos que se utilizan para tratar la diarrea y el dolor narcótico. Si su cuerpo es propenso a tener gases, entonces es posible que desee discutir con su médico una medicación alternativa. Los gases también pueden ser el resultado del consumo de suplementos de fibra, multivitaminas y pastillas de hierro.
Recuerda que los gases son motivo de preocupación sólo si los expulsas más de 20 veces al día. Si te sientes hinchada y con gases todo el tiempo, entonces es aconsejable que consultes a un médico para descartar complicaciones graves como el síndrome de dumping, adherencias abdominales, hernias abdominales y cáncer de colon o de ovarios.