Cáncer de mama: Síntomas y factores que todas las mujeres deben tener en cuenta
Cada año, una de cada ocho mujeres es diagnosticada de cáncer de mama. Después del cáncer de piel, es el segundo cáncer más frecuente entre las mujeres. Dado que esta enfermedad es tan frecuente y las cifras son alarmantes, conviene saber cómo se puede prevenir y cómo se puede detectar en sus primeras fases, para poder ofrecer un diagnóstico y un tratamiento adecuados. He aquí algunos aspectos importantes que hay que tener en cuenta y a los que hay que prestar atención.
El cáncer de mama puede ser de muchos tipos
El cáncer de mama no es una sola enfermedad. En realidad, el cáncer de mama puede ser de varios tipos y desarrollarse en diferentes partes de la mama. Difiere mucho entre las distintas mujeres y puede diagnosticarse en varias fases. Incluso el ritmo de crecimiento del cáncer varía enormemente y algunos cánceres pueden ser más agresivos que otros.
Debido a estas grandes diferencias, el tratamiento del cáncer de mama depende de múltiples factores y suele ser específico para cada persona. Por tanto, no existe un tratamiento común que funcione para todas las mujeres. Su médico diagnosticará la gravedad y proporcionará el tratamiento adecuado en función de la evaluación.
El cáncer de mama no siempre es hereditario
Muchas mujeres creen que pueden desarrollar un cáncer de mama sólo si un miembro cercano de su familia es diagnosticado con él. Esto es un mito común y sólo el 5-10 por ciento de los cánceres de mama se atribuyen a una mutación genética heredada de alto riesgo, como el BRCA1 o el BRCA2.
Por lo tanto, el 90 por ciento de las veces se produce sobre todo por una combinación de factores de riesgo, algunos de los cuales pueden controlarse y otros no. El cáncer de mama no siempre es genético y muy pocos casos son hereditarios. Pero, si tiene un familiar diagnosticado de cáncer de mama, consulte a su médico para evaluar el riesgo antes de sacar conclusiones precipitadas.
Es vital saber cómo se ven y se sienten los senos
Toda mujer debe tener el hábito de examinar religiosamente sus pechos a intervalos regulares para buscar cualquier anomalía o crecimiento inusual. Algunos signos y síntomas comunes a los que hay que prestar atención son
Cualquier cambio en el tamaño o la forma de uno o ambos pechos.
Un bulto o una zona de tejido engrosado en cualquiera de las mamas.
Un dolor en la axila o en la mama que persiste.
Cambios en la textura de la piel, como arrugas u hoyuelos en la piel de los pechos.
Enrojecimiento o sarpullido, especialmente alrededor del pezón.
Cualquier hinchazón anormal en la axila o alrededor de la clavícula.
Una secreción de cualquiera de los pezones.
Este autoexamen es el primer paso para prevenir o tratar el cáncer de mama. Pida a su médico que compruebe cualquiera de estos signos anormales.
Un bulto no siempre indica un cáncer
Un bulto en la mama suele ser el signo más fácil de identificar y reconocer del cáncer de mama. Pero, según los expertos, casi el 90% de las veces resulta ser algo benigno o no canceroso. Las posibilidades de que sea canceroso son bastante bajas.
En la mayoría de los casos, los síntomas como un bulto pueden producirse debido a cambios normales en las mamas o a una afección mamaria benigna. Sin embargo, si nota un bulto, siempre es mejor consultar a su médico para averiguar la causa real.
El cribado mamario es un salvavidas
La mamografía es la modalidad de cribado más utilizada. Según las investigaciones, el cribado del cáncer de mama evita que miles de mujeres mueran a causa de la enfermedad cada año. Dado que el cáncer de mama es más frecuente en las mujeres mayores de 50 años, éstas deben someterse a revisiones periódicas.
Muchos estudios han demostrado que, en el caso de las mujeres de entre 40 y 74 años, el cribado con mamografía se ha asociado a una reducción relativa del 15-20% de la mortalidad por cáncer de mama. Sin embargo, el cribado del cáncer de mama es importante para las mujeres que notan cualquier anomalía en sus mamas y no sólo para las mujeres de 50 años.
El estilo de vida desempeña un papel crucial
Está demostrado que las modificaciones del estilo de vida desempeñan un papel importante en la prevención del cáncer de mama. La dieta, el ejercicio regular, el tabaquismo, el consumo de alcohol y el uso de vitaminas y minerales son factores que influyen en el riesgo de cáncer de mama entre las mujeres.
Los cambios en el estilo de vida, combinados con unas pruebas de detección adecuadas y oportunas, son los dos factores más cruciales para reducir la tasa de cáncer de mama y también para su diagnóstico y tratamiento precoces.
Adoptar un estilo de vida más saludable no sólo beneficia a las mujeres con riesgo de padecer cáncer de mama, sino que también ayuda a las mujeres a las que se les ha diagnosticado la enfermedad. El cambio de estilo de vida es eficaz en las supervivientes de cáncer de mama para prevenir su reaparición.
La densidad mamaria es importante
El aumento de la densidad mamaria se asocia a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Se considera que las mamas son densas si contienen menos grasa y más tejido conectivo y glandular. Aunque estas características son más comunes en los pechos de las mujeres más jóvenes, también pueden observarse en algunas mujeres mayores, que se someten a una terapia hormonal combinada.
Las mamas densas tienen seis veces más posibilidades de desarrollar cáncer y son más difíciles de detectar mediante mamografías. La mamografía digital ayuda a detectar mejor el cáncer en las mujeres con mamas densas, ya que proporciona imágenes más precisas que hacen que las pequeñas anomalías sean más claramente visibles. Incluso una ecografía o una resonancia magnética pueden reforzar los resultados obtenidos en una mamografía.