Cambios angustiosos que sufre tu vagina a medida que envejeces
Con la edad, aparece toda una serie de cambios en tu cuerpo: las arrugas, las canas y la pérdida de memoria son algunos de los principales y más evidentes. Sin embargo, tu vagina también se embarca en un viaje de cambios relacionados con el envejecimiento. Lo único bueno de estos cambios es que tú serás la única consciente de ellos. Esto no quita que algunos de estos cambios puedan ser francamente molestos o dolorosos.
Ser consciente de lo que te espera cuando tu cuerpo está en la premenopausia o ya ha llegado a la menopausia puede ayudarte a mantenerte en el juego. Echa un vistazo a los 5 cambios principales que se producen en la vagina con la edad.
Prolapso de los órganos pélvicos
A medida que aumenta la edad, se produce una pérdida generalizada de elasticidad. Cuando las fibras musculares y las estructuras de soporte alrededor del útero pierden elasticidad, éste desciende lentamente acercándose a la vagina. Esta afección se conoce como prolapso y puede variar de leve a moderado. Afecta al menos a un tercio de las mujeres de todo el mundo.
En caso de prolapso leve, la práctica de los ejercicios de Kegel ayudará a fortalecer el suelo pélvico. Si siente un aumento de la presión o dolor en la región abdominal inferior, o que algo está a punto de caerse de la vagina, lo mejor es consultar inmediatamente a un ginecólogo.
Pérdida de la apariencia juvenil
A medida que envejeces, tu piel pierde elasticidad y las arrugas se hacen más pronunciadas. Con el paso de los años, la vagina pierde su turgencia y elasticidad. Esto se debe a la disminución de los niveles de estrógeno, que provoca sequedad e inflamación de las paredes vaginales.
También conocida como atrofia vulvovaginal, esta afección, junto con el encanecimiento del vello púbico y la profundización de las arrugas, puede descorazonar a muchas mujeres. La excitación sexual puede mantener a raya la atrofia. La terapia estrogénica oral y tópica combinada con una crema hidratante vaginal también puede ayudar, pero para ello, consulte primero a un médico.
Estrechamiento de la vagina
El cuerpo humano se encoge con la edad, aunque no de forma rápida sino constante a partir de los 30 años. A medida que disminuyen los niveles de estrógeno, el útero también reduce su tamaño. Esto hace que la entrada de la vagina sea más estrecha y pequeña de lo que solía ser en tus años fértiles.
Muchas mujeres experimentan irritación, sequedad y vaginitis atrófica (caracterizada por la inflamación de la vagina) cuando el estrechamiento progresa. Lo mejor es consultar a un ginecólogo antes de que la situación empeore y experimentes dolor y hemorragias.
Goteo de orina
Uno de los cambios más molestos que se producen a medida que aumenta la edad es la incontinencia urinaria. Con la pérdida de fuerza en la musculatura que sostiene el suelo pélvico, la vejiga urinaria y la uretra descienden. Cuando esto ocurre, incluso pequeños esfuerzos como estornudar, toser o reír pueden provocar pérdidas.
Muchas mujeres temen esta afección y a menudo reducen sus planes de viaje y eventos sociales. Esto no debería convertirse en una sentencia de por vida y disuadirte de vivir plenamente. Los ejercicios de Kegel pueden fortalecer el suelo pélvico y, con la ayuda de un médico, un tratamiento especializado puede aliviar la incontinencia.
Mayores probabilidades de infección urinaria
El delicado y deshidratado tejido vaginal es perfecto para que se reproduzcan los microorganismos. Muchas mujeres ignoran los síntomas de una infección urinaria que podría derivar en una infección renal si no se trata.
Si experimentas sensación de quemazón al orinar, dolor en el bajo vientre, exceso de flujo y olor acre, busca ayuda médica inmediatamente.
Lo esencial es no anticiparse a estos cambios y ponerse nerviosa. Aficiónate a los Kegel, come sano, mantente activa, mantén la higiene corporal y utiliza ropa interior cómoda de algodón. No sacrifiques tiempo de calidad en la cama, porque eso ayudará a tu vagina a envejecer con gracia y también te dejará de buen humor.