Aquí aprenderá cómo un corazón sano puede beneficiar a su cerebro
Desde tiempos inmemoriales, la cultura popular ha enfrentado al corazón y al cerebro. El corazón se considera el órgano de los instintos y las emociones. Por su parte, el cerebro se considera el órgano lógico e intelectual. Y esta diferenciación nos ha llevado a tratar los trastornos de ambos órganos por separado. Sin embargo, investigaciones recientes afirman que tomar decisiones saludables para el corazón podría tener también beneficios neurológicos. He aquí cómo se relacionan los trastornos del corazón y del cerebro.
La conexión entre corazón y cerebro
1. Factores de riesgo comunes
Un estilo de vida poco saludable no sólo contribuye a los trastornos cardiacos. Investigaciones recientes indican que los factores de riesgo que provocan infartos y enfermedades cardiacas contribuyen a problemas en la función cerebral. En concreto, los trastornos cardiacos están relacionados con la demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular, la demencia frontotemporal, la demencia relacionada con la enfermedad de Parkinson y la demencia como consecuencia de la enfermedad.
Entre estos factores de riesgo se incluyen los siguientes
Obesidad
Falta de ejercicio físico
Hipertensión e hipotensión
Diabetes mellitus
Tabaquismo
Colesterol alto
Estos factores de riesgo son especialmente peligrosos si se manifiestan en la mediana edad.
2. Cambios en la tensión arterial
La conexión entre los trastornos cardíacos y la función cognitiva radica principalmente en la presión arterial. Un comportamiento poco saludable y afecciones como las enumeradas anteriormente pueden provocar el estrechamiento de los vasos sanguíneos. Esto provoca una reducción del flujo sanguíneo al cerebro, así como el endurecimiento de las arterias del corazón y el cerebro.
La falta de flujo sanguíneo al cerebro provoca su mal funcionamiento. Esto, a su vez, provoca problemas cognitivos relacionados con el pensamiento y la memoria. También puede provocar dificultades para desplazarse de un lugar a otro y deterioro de la función cognitiva.
Si el mencionado flujo sanguíneo al cerebro se bloquea bruscamente, podría sufrir un ictus. Además, la hipertensión arterial es la causa más importante de ictus.
3. Tratamientos mutuamente beneficiosos
La mayoría de la gente cree que no hay forma de tratar los trastornos cerebrales. Pero las investigaciones indican que controlar los factores de riesgo de los trastornos cardiacos podría ralentizar la progresión de estos trastornos.
Los estudios también han encontrado vínculos entre el sistema nervioso autónomo, controlado por el hipotálamo en el cerebro, y las arritmias ventriculares.
El sistema nervioso autónomo controla el ritmo cardíaco, la digestión, la frecuencia respiratoria, la respuesta pupilar, la micción y la excitación sexual. La arritmia ventricular consiste en que las cavidades inferiores del corazón laten muy deprisa, provocando dolor torácico, desmayos, mareos y dificultad para respirar. Los tratamientos centrados en el sistema nervioso autónomo, como la neuromodulación eléctrica, la estimulación vagal, la denervación y la música, pueden controlar la arritmia ventricular. Sin embargo, hay formas de tomar en sus manos la salud de su corazón y su cerebro.
Formas de prevenir los trastornos cardiacos y cerebrales
Ciertos cambios en el estilo de vida pueden ayudarle a matar dos pájaros de un tiro. Éstos son algunos de los cambios que debería adoptar, sobre todo si corre el riesgo de sufrir trastornos cardiacos.
Deje de fumar: La mayoría de la gente fuma para combatir el estrés. Por desgracia, fumar ni alivia el estrés ni le hace ningún favor a tu cuerpo. Las investigaciones indican que fumar es perjudicial para la salud respiratoria y cardiaca. Esto incluye al fumador pasivo.
Haz ejercicio con regularidad: Nunca es mal momento para inscribirse en un gimnasio. El ejercicio regular mantiene el corazón sano y tiene efectos positivos sobre la cognición.
Mantenga un peso saludable: Estrechamente relacionado con el punto anterior, llevar peso de más alrededor del vientre provoca tensiones en el corazón. También aumenta el riesgo de diabetes. Si usted es obeso, un buen punto de partida sería perder entre el 5 y el 10% de su peso corporal. Esto le ayudará a regular la tensión arterial y los niveles de azúcar en sangre.
Come limpio: Las dietas ricas en frutas, verduras, cereales integrales, grasas saludables (poliinsaturadas y monoinsaturadas) y proteínas son ideales para cualquier persona con riesgo de padecer trastornos cardiacos. Elimine de su dieta los alimentos procesados, la carne roja, las grasas trans, las grasas saturadas y los cereales refinados. Esto le ayudará a mantener su peso a raya, prevenir la obstrucción de las arterias y controlar el azúcar en sangre.
Controle el consumo de alcohol: El consumo de alcohol debe limitarse a dos bebidas al día en el caso de los hombres y a una bebida al día en el caso de las mujeres.
La clave para llevar un estilo de vida saludable es fijarse objetivos, mantener la motivación y hacer un seguimiento de los progresos para superar sus límites. Involucre a la gente en su viaje, vaya al gimnasio con un amigo o tome clases en grupo.
A menudo, la cirugía de trastornos cardíacos puede provocar deterioro cognitivo. Por lo tanto, consulta a un médico sobre las medidas de protección que debas tomar. Aunque tanto los trastornos cardíacos como los cerebrales vienen con la edad, no tienes por qué dejar que te dominen. Lo único que hay que hacer es llevar un estilo de vida sano. Y unos pocos cambios en su rutina diaria son un pequeño precio a pagar por los beneficios que ofrecen.