Alimentos que causan niebla cerebral y qué puedes comer en su lugar

Un cerebro nublado es un cerebro confuso. Si con frecuencia experimenta incapacidad para procesar las cosas, fatiga instantánea y le afecta la falta de juicio, podría deberse a una niebla cerebral.

Conocida médicamente como disfunción cognitiva, la niebla cerebral puede tener varias causas, siendo las más conocidas las infecciones microbianas, la enfermedad de Alzheimer y ciertas afecciones autoinmunes. Sin embargo, la alimentación también desempeña un papel importante en el desarrollo de esta afección.

Las personas con niebla cerebral tienen dificultades con las tareas cotidianas, las matemáticas básicas e incluso poca capacidad para asimilar nueva información. He aquí algunos alimentos que podrían estar causando niebla cerebral.

Gluten

Si tiene sensibilidad al gluten, los alimentos con gluten harán mucho daño no sólo a su cuerpo sino también a su cerebro. Aunque aún no se conoce el mecanismo exacto, los alimentos que contienen gluten pueden provocar niebla cerebral. Si sufres de niebla cerebral, la sensibilidad al gluten podría ser la culpable oculta.

El trigo, la cebada, el centeno y la avena son algunos cereales que contienen gluten. Sustitúyelos por arroz, maíz y mijo en la medida de lo posible.

Carbohidratos refinados

Los carbohidratos procesados repletos de calorías son otra de las causas de la niebla cerebral. Comer regularmente carbohidratos refinados puede causar deterioro cognitivo y suponer una barrera para tu capacidad de aprendizaje. Estos alimentos pueden causar daños irreparables en el cerebro, reduciendo así significativamente la capacidad de aprendizaje.

¿Cómo saber si un producto es refinado? La mayoría de los productos que contienen «harina» o «harina de trigo» en la lista de ingredientes suelen contener carbohidratos procesados. El sirope de maíz, la miel y el sirope de arce también pueden tener adulterantes que lleven carbohidratos refinados. En su lugar, opta por carbohidratos procedentes de cereales integrales y alimentos producidos localmente. Mantente alejado del azúcar artificial y del azúcar añadido.

Cafeína

¿No es sorprendente saber que un alimento que consumimos para estimularnos puede ser en realidad el causante de nuestra niebla cerebral? Con el tiempo, la cafeína crea resistencia en nuestro cuerpo. Aumenta el número de receptores de adenosina en el cerebro. Por lo tanto, cada vez necesitamos más cafeína para funcionar con normalidad. Aunque la cafeína puede no causar directamente niebla cerebral, volverse adicto a ella ciertamente lo hace.

¿Qué puedes tomar en lugar de cafeína? Reduce tu dependencia con la ayuda del té y el chocolate.

Alcohol

La influencia del alcohol puede causar niebla cerebral temporal. Sus efectos a largo plazo sobre el cerebro aún no están claros. Sin embargo, el alcohol puede atravesar la barrera hematoencefálica con más eficacia que incluso los medicamentos. El alcohol afecta al equilibrio, la función motora, el centro verbal e incluso el sentido del juicio. Los efectos duran poco, pero son bastante graves.

Evite el consumo de alcohol cuando tenga un acontecimiento importante o una presentación próximamente. Cuando lo consuma por ocio, mantenga las cantidades moderadas. Elija bebidas con menor porcentaje de alcohol (como vino o cerveza) para evitar efectos graves en el organismo.

Edulcorantes artificiales

Nuestra carrera por reducir las calorías de los alimentos puede estar haciéndonos mucho daño, provocando en su lugar una dependencia del azúcar. Los edulcorantes artificiales pueden provocar un pico en los niveles de glucosa en sangre, lo que provoca niebla cerebral. Si se abusa de ellos, algunos edulcorantes también pueden causar tumores cerebrales.

Sustitúyelos por edulcorantes naturales como el jengibre. Utiliza edulcorantes naturales no adulterados que no sólo te aportarán sabor, sino también muchos otros nutrientes.

Sin embargo, recuerde que no toda fatiga es niebla cerebral. Cuando se trata un trastorno de este tipo, conviene buscar consejo médico. Un médico puede ayudar a descartar una infección o deficiencia subyacente que esté causando la niebla cerebral, y ayudarle en su tratamiento.