Algunos problemas derivados de perder peso demasiado rápido

Todos queremos perder peso, ¡y queremos hacerlo rápido! Sin embargo, cuando se trata de perder peso, lo rápido no siempre es bueno. Nuestro cuerpo y sus órganos empiezan a hacer ajustes para ayudarnos a funcionar con el peso más alto, y al perderlo demasiado rápido, corremos un riesgo bastante grande.

Además, en un esfuerzo por perder peso más rápido, también empezamos a comer menos, agotando así nuestro cuerpo de nutrientes adecuados. Si quieres perder peso, una dieta centrada y un régimen de ejercicio pueden ayudarte. ¿Qué le ocurre al cuerpo cuando adelgazamos demasiado rápido?

Efectos secundarios de perder peso rápidamente

Alteración del equilibrio corporal

Todos los seres vivos se encuentran en un estado constante de homeostasis o equilibrio dinámico. Esto es posible gracias a las sales, el agua y los minerales presentes en nuestro cuerpo, sangre y tejidos incluidos. Cuando hacemos una dieta drástica para adelgazar, alteramos este delicado equilibrio. Lo que ocurre con el equilibrio dinámico es que es dinámico: es posible gracias al trabajo conjunto de todos nuestros sistemas. Cuando intentamos forzar al cuerpo a hacer algo radical, podemos salirnos de la vía y provocar desde niveles altos de sodio hasta niveles bajos de azúcar en sangre.

Trastorno metabólico

La primera prioridad de todo sistema metabólico es suministrar energía a las funciones esenciales. Por eso, cuando pasamos hambre para perder peso, nuestro cuerpo intenta suministrar toda la glucosa disponible al cerebro y a las células sanguíneas. Como resultado, otras funciones corporales se ven perjudicadas. Para compensar y conservar las proteínas del organismo, se utilizan ácidos grasos y aminoácidos para generar energía. A lo largo de un periodo de tiempo, esto provoca estrés en el hígado.

Deshidratación

La mayor parte del peso que se pierde con una dieta de choque es agua. Cuando esto se hace en exceso, puede conducir a la deshidratación. Tu cuerpo no puede soportar la pérdida repentina de grasas, así como la pérdida de agua. La deshidratación puede causar problemas como fatiga, dolores de cabeza y estreñimiento. Los episodios frecuentes de deshidratación pueden provocar un deterioro de la función renal, así como cálculos renales.

Estrías

Cuando se pierde peso demasiado deprisa, el signo más seguro es la aparición de estrías en las zonas donde antes se depositaba la grasa. Los brazos, las pantorrillas, los muslos, etc. son algunos de los muchos lugares donde pueden aparecer, al igual que en la región del vientre. Por lo general, a menos que las haya previsto y, por tanto, haya tomado medidas preventivas, las estrías son bastante permanentes. Puedes perder peso, pero es posible que nunca puedas deshacerte de ellas.

Deficiencias nutricionales

Cuando se sigue una dieta de choque para perder peso, es posible que también se pierdan algunos nutrientes importantes. La dieta que sigues puede no contener todos los minerales y vitaminas necesarios para tus actividades diarias. Una dieta pobre en hierro provoca anemia. El pelo quebradizo, la piel apagada y un sistema inmunitario deteriorado son signos de desnutrición. La falta de calcio y vitamina D puede provocar osteoporosis.

Cálculos biliares

Debido a los cambios drásticos de peso y metabolismo, corres el riesgo de desarrollar cálculos biliares. De hecho, no hay una única causa para desarrollarlos, así que si los desarrollas después de una dieta de moda, probablemente sea esa la razón.

Sin embargo, no todo es malo. A algunas personas con obesidad mórbida se les pide que adelgacen rápidamente. Sin embargo, esto siempre se hace bajo supervisión médica y nunca con una dieta de moda. Si le han prescrito este tratamiento, siga los consejos de su médico y no olvide hacerse a tiempo todos los análisis de los marcadores sanguíneos.