Alergia al ajo: Síntomas y opciones de tratamiento

El ajo es popular en las cocinas de todo el mundo por su aroma inconfundible y su fuerte sabor. Sus diversos beneficios para la salud y sus propiedades medicinales lo convierten en el ingrediente favorito de numerosas recetas. Sin embargo, algunas personas son alérgicas al ajo y pueden desarrollar fuertes reacciones al consumir o entrar en contacto con ajo y productos a base de ajo. En casos extremos, pueden desarrollar anafilaxia, que puede ser mortal en ausencia de tratamiento inmediato. En general, las personas que pican regularmente ajo fresco pueden desarrollar una alergia. Pero también puede afectar a otras personas que consumen ajo poco cocinado en restaurantes y comedores. La alergia al ajo puede ser bastante fuerte e incluso el uso de guantes al picar o manipular el ajo puede no ser un método eficaz para prevenir la alergia. En el caso más extremo, la reacción alérgica al ajo puede provocar anafilaxia, algo que ocurre muy raramente.

¿Qué causa la alergia?

La alergia causada por el ajo se debe al compuesto bioactivo llamado alicina presente en el ajo. La alicina se encuentra en abundancia en el ajo crudo y se libera cuando el ajo se pica, se corta en rodajas o se machaca. Las reacciones alérgicas se producen sobre todo al inhalar o entrar en contacto con el polvo de especias del ajo crudo. La ingestión de ajo rara vez provoca reacciones inmediatas.

El sistema inmunitario de algunas personas libera anticuerpos de inmunoglobulina E (IgE) en el torrente sanguíneo para contrarrestar el efecto de la alicina y, en el proceso, las células mastocitarias también empiezan a generar histaminas. El aumento de los niveles de histamina provoca la inflamación de los tejidos frágiles. La mayoría de los alérgenos presentes en el ajo son termolábiles, lo que significa que si el ajo se cocina o se calienta bien, la mayoría de las personas alérgicas al ajo pueden consumirlo sin ningún efecto adverso.

Síntomas de la alergia al ajo

Síntomas digestivos

La ingestión de ajo o de alimentos a base de ajo puede provocar algunas molestias en el sistema digestivo de algunas personas. Los síntomas suelen aparecer a los pocos minutos de consumir ajo o, a veces, pueden tardar varias horas. Algunos síntomas comunes relacionados con el sistema digestivo incluyen vómitos, flatulencia, diarrea y movimientos intestinales irregulares. A veces, incluso puede causar dolor abdominal y calambres.

Síntomas cutáneos

La piel, al ser sensible a la mayoría de las reacciones alérgicas, es una de las primeras en mostrar signos de alergia. La magnitud de la alergia depende de la sensibilidad de la piel y de la cantidad de alérgeno que se haya ingerido o a la que se haya expuesto la persona. Cuando las personas alérgicas al ajo lo tocan o lo consumen, pueden desarrollar afecciones cutáneas como erupciones, urticaria, picor o irritación e inflamación de la piel. Algunas personas alérgicas al ajo presentan hinchazón alrededor de la cara. Los labios, la lengua, la boca, la garganta y a veces toda la cara pueden hincharse. Si la afección empeora, la persona puede incluso tener dificultad para respirar, lo que provoca mareos.

Síntomas respiratorios

La alergia al ajo puede hacer que algunas personas desarrollen afecciones respiratorias como asma y rinitis. La inhalación de polvo de ajo puede causar problemas respiratorios a algunas personas, especialmente a las que cosechan ajos o trabajan en almacenes o fábricas donde se procesa el ajo.

Prevención

Dado que en la mayoría de los platos se utiliza ajo, puede resultar difícil evitarlo por completo. La mayoría de las comidas rápidas y restaurantes utilizan ajo y casi todas las cocinas del mundo utilizan ajo de una forma u otra. La mejor forma de prevenir la ingesta de ajo es comer sólo comida casera. Sin embargo, si tiene que comer fuera, infórmese y asegúrese de que el ajo no es un ingrediente del plato. Al comprar alimentos envasados y procesados, lea la información sobre el contenido del producto y asegúrese de que no contiene ajo.

Métodos de tratamiento para curar la alergia al ajo

El tratamiento de la alergia al ajo es diferente del necesario para la intolerancia al ajo. La mayoría de las reacciones alérgicas son leves, pero ocasionalmente puede producirse una reacción grave denominada anafilaxia o shock anafiláctico. Se trata de una urgencia médica que requiere tratamiento urgente. En los casos en que los síntomas son leves o moderados, se trata con antihistamínicos que se pueden adquirir fácilmente en la farmacia. Los antihistamínicos se administran cuando se notan los síntomas de una reacción, o antes de exponerse a un alérgeno, para prevenir una reacción alérgica.

Las inyecciones de adrenalina se administran a las personas con riesgo de anafilaxia, que se produce en casos extremadamente raros. La medicación debe llevarse siempre encima, para poder utilizarla en caso de reacción grave.

En ocasiones, la alergia al ajo puede agravarse y deteriorar la salud. Si los síntomas de la alergia no disminuyen, lo mejor es consultar al médico. No tome ningún medicamento sin consultar a su médico. Un retraso en la consulta puede empeorar la afección con consecuencias potencialmente mortales.