Aceites esenciales que pueden ayudar a tratar enfermedades comunes

Vivimos en tiempos en los que nuestra inmunidad está peligrosamente en juego. Sin embargo, lamentablemente, el mundo de las pastillas ya no es de fiar. Por un lado, tenemos los diabólicos productos farmacéuticos, que hay que reconocer que tienen ciertos problemas de evidencia. Por otro, tenemos los suplementos «naturales» que ni siquiera pasan por las pruebas autorizadas antes de salir al mercado debido a la falta de regulaciones.

Entre los aceites esenciales. Sí, sí, lo sabemos: la idea de que inhalar o ingerir un aceite maravillosamente perfumado puede curar una dolencia puede ser un poco difícil de creer. Pero si lo piensas, la mayoría de los medicamentos recetados se basan en aceites esenciales derivados de plantas. Así que al recurrir a estos aceites maravillosamente perfumados, está optando esencialmente por el enfoque más natural para tratar sus problemas.

¿Tiene sentido? Ahora, pasemos a una lista de 5 aceites esenciales y las dolencias que pueden contrarrestar.

Aceite de limón para la gripe

Todos sabemos que el limón es un remedio para todo tipo de enfermedades víricas y bacterianas, así que no debería sorprendernos que el aceite esencial de limón funcione igual de bien para curar la gripe.

Cargado de propiedades antibacterianas, antioxidantes y antiinflamatorias, el aceite de limón es una gran manera de defenderse de esos desagradables virus y de frenar los síntomas del resfriado y la gripe, como la congestión, la tos, la inflamación de los ganglios y los dolores corporales. Además, el refrescante aroma «cítrico» del aceite esencial de limón es ideal para aumentar los niveles de energía, lo que lo hace aún más útil para recuperarse de la fatiga que se experimenta durante un ataque de gripe.

Cómo utilizarlo: ¿Por qué comprar un frasco cuando se puede encontrar el aceite en la propia cáscara del limón? Utiliza las cáscaras o la corteza en tu cocina si quieres ingerirlo. ¿Prefieres olerlo? Añádelas a una olla de agua hirviendo y deja que el vapor se impregne en tu habitación. O también puede inhalar el vapor directamente, aunque tenga mucho cuidado de no acercar la cara a la olla.

Nota: Todos los aceites a base de cítricos son fototóxicos. Por lo tanto, recuerde no utilizar el aceite esencial de limón si va a exponerse a la luz solar justo después.

Aceite de lavanda para la tos y la congestión

Cuando se trata de curar la tos y la congestión del pecho, el aceite de lavanda es la mejor opción. Este aceite esencial tiene el poder de cortar rápidamente toda esa mucosidad y flema acumulada en tus senos y vías respiratorias, facilitando así tu respiración. Además, el aceite de lavanda también tiene un efecto calmante y esto es muy beneficioso para bajar la inflamación de las vías respiratorias y la garganta.

Cómo utilizarlo: Poner unas gotas de aceite de lavanda en la almohada por la noche antes de ir a dormir. También puedes mezclarlo con otros aceites portadores, como el de almendras dulces o el de coco, y frotarlo en el pecho. Hacer ambas cosas te ayudará a inhalar los compuestos aromáticos beneficiosos de este aceite esencial durante toda la noche.

Aceite de menta para los dolores de cabeza y las migrañas

Los dolores de cabeza y las migrañas pueden desaparecer con sólo unas gotas de aceite de menta. El mentol que contiene este aceite natural es muy útil para relajar los músculos tensos y aliviar el dolor y las molestias. Aunque no hay estudios de alta calidad que confirmen la eficacia del aceite de menta, los investigadores opinan que el aceite ayuda a estimular la circulación sanguínea en el cuerpo y abre los senos nasales para promover un mejor flujo de oxígeno al cerebro.

Cómo utilizarlo: El aceite de menta puede ser un aroma demasiado fuerte para muchas personas. Por ello, es conveniente mezclarlo con un aceite portador, como el de coco, y luego masajearlo directamente en las sienes.

Aceite de jengibre para las dolencias gastrointestinales

El jengibre se ha utilizado durante mucho tiempo como cura natural para las molestias gastrointestinales. El aceite esencial de jengibre se extrae de la raíz y, por lo tanto, contiene las mismas propiedades antibacterianas y antiinflamatorias por las que la raíz es popularmente reconocida. Por esta razón, el aceite de jengibre es excelente para inhibir la producción de ácido estomacal y suprimir la bacteria H.pylori, conocida por causar úlceras estomacales.

El aceite de jengibre también es muy útil para aliviar otros problemas relacionados con cuestiones gastrointestinales, como los calambres, la hinchazón e incluso la acidez.

Cómo utilizarlo: Prepare una taza de su infusión favorita y añada unas 2-4 gotas de aceite esencial de jengibre puro. Bébalo al menos 20 minutos antes de las comidas para mejorar la digestión.

Aceite de manzanilla romana para las erupciones cutáneas

La manzanilla romana es uno de los mejores aceites esenciales para tratar la piel inflamada, dolorida o con picores. Al ser antiespasmódico y suave por naturaleza, este aceite tiene la capacidad de reducir los espasmos nerviosos del tejido cutáneo afectado, al tiempo que alivia la irritación de la piel.

La manzanilla también tiene fuertes propiedades antiinflamatorias que reducen la inflamación y el dolor al estimular la circulación sanguínea en esa parte de la piel.

Cómo utilizarlo: Mezclar unas gotas de aceite esencial de manzanilla con un aceite portador. Los que mejor funcionan son el de almendras dulces y el de coco. Aplíquelo con un suave masaje en las zonas afectadas de la piel para obtener un alivio inmediato.