Acaba con tus ansias de dulce durmiendo mejor
Si por una razón u otra pierdes horas de sueño cada día, es hora de que te replantees tu rutina. La falta de sueño puede alterar tus niveles hormonales y hacerte sentir hambre incluso cuando tu cuerpo no necesita ningún alimento. Tanto si te das un capricho con golosinas azucaradas como con comida basura, con el tiempo pueden contribuir significativamente a tu aumento de peso. Como mínimo, estas prácticas alimentarias poco saludables sabotearán sin duda tus esfuerzos por mantenerte en forma.
Cómo se relaciona el insomnio con los antojos de dulces
Mire a su alrededor y verá que la obesidad y sus consecuencias metabólicas poco saludables no dejan de aumentar. Además, hay una tendencia aún más alarmante de personas que duermen menos y luchan más sólo para conseguir un buen descanso nocturno.
Dos hormonas corporales, la grelina y la leptina, desempeñan un papel crucial en el control del apetito y la saciedad. Mientras que la grelina estimula el apetito y te incita a comer, la leptina suprime el apetito y te estimula a gastar energía. Cuando duermes bien y tu cerebro funciona correctamente, estas hormonas se liberan a intervalos adecuados para regular tu sensación de hambre. Cuando no duermes bien, tus niveles de grelina suben y los de leptina bajan.
Si tienes una noche de insomnio ocasional y acabas contrarrestándolo con una tableta de chocolate a la mañana siguiente, el revés en tus esfuerzos por perder peso no será demasiado. Los problemas pueden surgir y agravarse sólo cuando no duermes lo suficiente con regularidad. Su insomnio y sus hábitos poco saludables de comer en exceso pueden conducirle gradualmente a la obesidad.
Los problemas no terminarán necesariamente si empiezas a vigilar lo que comes. Si engañas al sueño, puedes tener más problemas para perder peso a pesar de seguir una dieta sana. Ni siquiera los niños y los adolescentes son inmunes a los efectos del insomnio. Un sueño escaso en los niños puede asociarse con el sobrepeso.
Consejos para optimizar el sueño
Duerme bien
Para empezar, duerme lo que necesites. No hay otra forma mágica de reducir tus ansias de dulce aparte de dormir lo suficiente. Si necesitas levantarte a las 4 de la mañana para ir al trabajo, cambia tus horarios para poder dormir más.
Cuidado con el entrenamiento
No hagas ejercicio justo antes de acostarte. Se sabe que el ejercicio físico ayuda a conciliar el sueño. Sin embargo, el aumento de los niveles de adrenalina y de la temperatura corporal después de un buen entrenamiento puede impedirte conciliar el sueño. De nada sirve sudar en el gimnasio si vas a cargarte de calorías a lo largo del día.
Vigila lo que comes
Aprende a vigilar lo que comes y a comer bien. Aunque las proteínas son un factor vital para mantenerte alerta, la mayoría de las veces acabas cargándote de carbohidratos cuando estás cansado. Un chocolate rico en azúcar o una barrita energética te animarán al instante durante una hora, pero después notarás un bajón en tus niveles de energía. En esos momentos, un puñado de frutos secos sin sal puede ser un buen sustituto. Los cereales integrales con fibra también son una buena opción, ya que pueden darte energía durante más tiempo.
Deje de beber alcohol
Evite el alcohol a toda costa. Puede que se sienta relajado después de tomarse uno o dos tragos de su whisky favorito, pero beber justo antes de irse a la cama puede interrumpir el sueño. El alcohol contiene casi la misma cantidad de calorías por gramo que la grasa. Aunque te sientas muy somnoliento después de unas cuantas copas, es más probable que te despiertes a menudo durante la noche. Incluso es probable que acabes teniendo menos sueño REM durante la primera mitad de la noche.
Además de estos consejos, asegúrate de comer correctamente a intervalos adecuados durante el día. A pesar de sus mejores esfuerzos para optimizar sus hábitos de sueño, no hay garantías de que dormir realmente provoque la pérdida de peso. Los trastornos médicos como la privación crónica del sueño o la fragmentación crónica del sueño, la apnea obstructiva del sueño y otras afecciones de este tipo pueden provocar una fatiga extrema durante el día. Incluso te parecerá demasiado desalentadora la mera idea de hacer cualquier ejercicio o actividad física.
En una situación así, no ignore los signos de falta de sueño, tanto si sólo se siente inquieto como si padece una afección médica grave. Busque ayuda de un profesional médico cualificado en cuanto pueda. Con la ayuda adecuada, podrá averiguar las razones por las que no puede dormir. Una vez que empiece a esforzarse por garantizar que su sueño sea de la máxima calidad, podrá ver cambios positivos en cuanto a su peso, su tasa metabólica y, lo que es más importante, sus antojos de dulces.